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Reseña: MIERDA. ANTOLOGÍA DE RELATOS ESCATOLÓGICOS de VV.AA.

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Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

MIERDA. ANTOLOGÍA DE RELATOS ESCATOLÓGICOS.

Un selecto grupo de escritores nos ofrecen una antología escatológica centrada en un tema que puede atemorizar a más de un lector. 

De sus mentes retorcidas surgieron estos relatos; cuentos que, en lugar de repugnancia y asco, son capaces de provocarnos una sonrisa al sentirnos identificados con las situaciones expuestas.

¿Os lo vais a perder?

En ocasiones fantaseo sobre la creación y el proceso de las ideas de las que nacen los libros. No me refiero a esos extensos esquemas que muchos escritores realizan para posteriormente desarrollar sus novelas, ni a los interminables ratos de investigación y documentación que hagan creíbles sus ideas. Sobre esas cosas me suelo hacer una idea bastante básica y soy consciente de que no me acercará ni por asomo a lo que realmente es, así que me quedo lo suficientemente lejos del tema como para ser listo y saber que hablar sobre ello resultaría aburrido. No, me refiero al planteamiento y posterior elaboración de las antologías, concretamente las que siguen un mismo patrón o temática.

Me gusta imaginarme en mi cabeza llena de fantasías a los escritores y responsables de una u otra antología de relatos reuniéndose en la clandestinidad, en medio de un desierto mientras todos miran a su alrededor con desconfianza y mantienen una mano en la sobaquera donde guardan un arma. Otras veces los veo bien trajeados, en una elegante sala de reuniones, bebiendo merlot de gran calidad y consultando escalas de valores y diagramas en sus portátiles, firmando los documentos clasificados que sus ayudantes les acercan junto a una estilográfica. Pero llega el momento en que hay que volver a la realidad y todas esas imágenes de película se difuminan siendo sustituidas por algo tan sencillo como una terraza de un bar cualquiera, entre cañas de cerveza y preguntas tipo "¿Y si hacemos...?" o "¡A que no hay huevos a...?", hasta que alguien en un momento de inesperada lucidez o, al contrario, dejando que la intoxicación etílica tome la palabra, grita "¡Lo voy a hacer, coño ya!", y suena el pistoletazo de salida que da rienda suelta a una idea o ideas manipuladas por hábiles manos o ¿Quién sabe?, para acabar siendo una chapuza capaz de marchitar neuronas a su paso y quitarle a cualquiera las ganas de vivir o al menos de volver a ver un libro con los mismos ojos. Un ejemplo de ello, el que antes me viene a la mente para ilustrar estos últimos casos es esa tomadura de pelo, ese engendro que nunca debería haber visto la luz titulada ¡ZOMBIFICALO!

Supongo que también existirán casos en los que se deja correr demasiado tiempo el grifo de la cerveza, los vasos se vacían y los espíritus junto al valor se llenan... y es que no me explico otro tipo de circunstancias que hubieran visto nacer a algo como MIERDA.

¿Una antología donde las heces, el producto resultante del proceso digestivo, esa cagarruta que evitamos pisar aunque ello conlleve perder el equilibrio y desnucarse, en definitiva, la caca, es protagonista? Pues si, un placer coprofágico que nos ofrecen en bandeja de plata la misma editorial que está publicando las nuevas joyas de David Jasso o Carmen Moreno, que aprovecha (acertadamente) el éxito de series de televisión para traernos antologías temáticas y que vuelcan sus esfuerzos en futuras promesas de la ciencia ficción (a veces no tan acertadamente).
Apache libros nos trae una ANTOLOGÍA DE RELATOS ESCATOLÓGICOS, y ya se que el chiste es insultantemente fácil, pero parece que por una vez creo que puedo decir que este libro es una MIERDA y hacer que sus responsables me den las gracias.

A ver, poniéndonos serios aunque no demasiado, está claro que esta publicación es fruto de una broma que casi se convierte en prueba de valor o una apuesta donde el perdedor debería desprenderse de la parte más querida de su anatomía. Cada relato que lo compone solo puede surgir de la mente cuando su escritor guarda la seriedad en el cajón y se pone a escribir. ¿Y puede pasar que cuando pierde la seriedad también pueda perder la calidad? Bueno, pues...

No quiero que la gente se lleve algún tipo de engaño, así que lo aviso desde ya: Aunque lo que la portada, sus tonos oscuros y un granulado que puede recordar a la portada de un disco de Nine Inch Nails pueda hacer pensar, así como la lista de autores (y sus especialidades literarias), MIERDA no es una antología de terror. Puede que sí tenga algún relato que roza con dedos tímidos el género, pero en general no solo no predomina, sino que queda estancado.
Lo que sí predomina aquí es el humor. La mayoría de las historias de esta colección recurren a la comedia en viajes que a menudo se tornan malolientes y blandurrios ya sea por medio del realismo o la ficción, la sátira, la parodia o simplemente lo absurdo, nos sorprendemos dentro de relatos que buscan antes la sonrisa que la repugnancia...

... Lo malo es que a veces esa sonrisa resulta bastante forzada.

Tengo que admitir que por calidad literaria, por ser un relato bien nivelado, bien escrito y que me haya hecho pasar un rato realmente divertido, pocos, muy pocos se llevarían mi aprobado. El resto (y parte de los que sí me gustan) dejan cierto tufillo a trabajo forzado, como queriendo contar un chiste sobre mierda que involuntariamente se ha alargado demasiado , y cuanto más tiempo se tarda en llegar al desenlace, cuanto más se hace esperar la risa, ya se sabe que menos gracia hace al final. Eso sin olvidar los que, tal vez contados de otra manera podría pasar por cuentos infantiles incluso, véase el caso de los relatos de David Jasso, Chabi Angulo o Ana Sihaya, cuyos desarrollos son tan evidentes y predecibles que solo puedes reírte por compromiso.

De los 17 relatos que se compone esta MIERDA quizá solo una cuarta parte haya conseguido cruzar el umbral y convencerme no solo de ser gracioso y emocionalmente efectivo, sino de ser en conjunto un buen relato, cada uno por motivos propios.
Por ejemplo Athman M. Charles convierte una panorámica de un asqueroso baño público en una radiografía de la mente colmena de la juventud parasitaria. Alberto M. Caliani tiene la habilidad de escribir una anécdota para que la leamos y nos sintamos como si nos la estuviera relatando en persona. Antonio Sánchez Vázquez ha conseguido arrancarme lagrimas de la risa, y Carlos J. Lluch equilibra una balanza complicada en la que suspense y comedia forman una linea recta.

Percances en baños públicos, puntos de vista desde perspectivas inimaginables, arte moderno, luchas contra poderes oscuros, nuevas interpretaciones de iconos de Internet y hasta argumentos basados en hechos reales. Si algo hay que admitir a la coordinadora de esta colección, es que ha sabido mantener una amplia variedad argumental y estilística, donde también me gustaría destacar el relato de Roberto Malo, que supone un paréntesis (quizá demasiado tardío teniendo en cuenta que el suyo es de los últimos textos) de tanta comedia y nos propone un drama que absorbe fuerza no por lo duro de la situación, sino por lo cotidiano, por atreverse a contar un relato ficticio que tristemente no tiene por que serlo, e ignoro si la risa era uno de sus objetivos, pero si ese fuera el caso, agradezco no haberla encontrado. Podría dedicar unas líneas a cada uno de los relatos de esta colección, pero no suelo tomarme demasiadas molestias cuando el mismo libro tampoco se esfuerza en gustarme.

Seamos francos, MIERDA. ANTOLOGÍA DE RELATOS ESCATOLÓGICOS es un libro que desde que vio la luz desde sus inadaptados ojos es consciente de que no va a hacer historia, ni por su temática (hay relatos cuyo recuerdo dura lo que una buena muestra de lo que trata el libro en el fondo del váter antes de tirar de la cadena) ni por su calidad, y prefiero no arriesgarme a pensar que los escritores tenían poco tiempo para planear sus historias o que piensen que el tema de las defecaciones no es que dé mucho de sí, a lo que supongo debería darles la razón. Supongo que es una buena alternativa para distraerse o intentar olvidar un mal día con una sonrisa, e incluso con un amago inocente de crearla. Una pequeña prueba de poco más de 160 páginas que demuestra que el talento literario puede estar presente incluso cuando es imposible tomarse en serio una temática en la que todos deben estar de acuerdo. Me voy a quedar con esas ideas porque son las que mejor suenan para valorar este trabajo...

... en lugar de decir que no, que no perdáis vuestro tiempo ni vuestro dinero en esto. No por falta de talentos sino de, quitando excepciones mencionadas, ideas (ahora supongo que es el momento en que alguien se levanta de la butaca gritando "¡A ver si tu lo haces mejor!" y mira a su alrededor esperando la aprobación del resto del público entre risas nerviosas).
Vale, ya habéis hecho la broma, habéis puesto en las estanterías un libro con un retrete de portada y la palabra MIERDA en mayúsculas, ya se habrán reído todos menos yo, o se habrán aterrorizado todos menos yo, porque ese es precisamente el punto débil de MIERDA, su falta de equilibrio, el desconcierto del lector de no saber si reír o llorar. Se que no es así, que son conclusiones mías dichas en caliente, pero sé que cada uno de los responsables de esta antología (coordinadores, autores, editorial) aman la literatura y repito, quiero pensar que han publicado estos relatos para demostrar las múltiples formas que ésta puede tomar para captar la atención del lector, para dejar claro que incluso dejando la seriedad a un lado se pueden hacer trabajos interesantes o al menos llamativos... o igual es todo metafórico, un conjunto de ideas que vienen a decir que todo es una MIERDA, que mires a donde mires solo hay MIERDA, y que está en nuestras manos aprender a amasarla y usarla en nuestro provecho en lugar de dejar que nos sepulte.

... En serio, ojala no tuviera esa maldita manía de dejar constancia en este blog de todo lo que leo.

Reseña: LA TORRE OSCURA I. EL PISTOLERO de Stephen King.

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Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

LA TORRE OSCURA I. EL PISTOLERO. de Stephen King.

En un mundo extrañamente parecido al nuestro Roland Deschain de Gilead persigue a su enemigo, el hombre de negro. Roland, solitario, quizá maldito, anda sin descanso a través de un paisaje triste y abandonado. Conoce a Jake, un chico de Nueva York pero de otro tiempo, y ambos unen sus destinos. Ante ellos están las montañas. Y mucho más allá, la Torre Oscura...

«El hombre de negro huía a través del desierto y el pistolero iba en pos de él.»

Estas palabras las escribió Stephen King en 1970, cinco años antes de la publicación de su primera novela, y con ellas abrió la puerta a un nuevo mundo que muchos lectores todavía no conocen bien. De esta forma se inició una fantasía épica en siete tomos, «La Torre Oscura», que terminó convirtiéndose en un clásico del género.

Stephen King tardó treinta y tres años en terminar el ciclo. La presente es una versión revisada del primer volumen, enriquecido con las ilustraciones de Michael Whelan para una edición limitada que publicó Donald M. Grant en 1982, junto con una nueva introducción y un prólogo del autor.

Puede gustarte más, puede gustarte menos o puede no gustarte nada, pero nadie puede negar que Stephen King sigue en el podio de los escritores vivos más reconocidos mundialmente, y para saberlo no hace falta documentarse sobre la cantidad de ejemplares vendidos, idiomas a los que han sido traducidas sus obras o adaptaciones cinematográficas de las mismas (sin ir más lejos, mientras escribo estas líneas todos esperamos el estreno de dos largometrajes nuevos inspirados en las historias de King, una de ellas, la adaptación del libro que nos ocupa hoy). Aún así muchos dicen que su evolución como escritor no es la que ellos esperaban, supongo que los mismos que piensan que el autor debería estancarse en historias como CARRIE, SALEM´S LOT o CEMENTERIO DE ANIMALES. Otros todavía siguen convencidos de que el escritor de Maine tiene un ejercito de negritos que les escriben sus novelas, y otros sencillamente aseguran que ya no da miedo...

Generalmente estos últimos son los lectores más casuales de Stephen King, y los que involuntariamente perjudican su recorrido literario por culpa de encasillamiento genérico, por creer que todo lo escrito por King es terror o debería serlo. Si, puede que esa faceta sea la que haya asentado su fama o al menos la de sus libros, puede que sea el género que más predomine en sus libros, pero no tiene por qué se el terror lo más importante en sus creaciones, y mucho menos lo único. Novelas como EL PASILLO DE LA MUERTE (Aka LA MILLA VERDE), 22/11/63 o CORAZONES EN LA ATLÁNTIDA o relatos como EL CUERPO o LA MUERTE DE JACK HAMILTON y docenas más demuestran que Stephen King no solo sabe causar escalofríos, sino también, drama, ternura, nostalgia o tristeza.

Es más, el primer libro que escribió (no que publicó, que es bien distinto) fue el comienzo de una odisea fuertemente influenciada por la fantasía que absorbió de las páginas escritas por J. R. R. Tolkien y el cine Western. EL PISTOLERO supuso el inicio del trabajo más extenso (ocho volúmenes) y longevo de lo que escribiría jamas: LA TORRE OSCURA.


Un hombre vestido de negro que bien podría ser un hechicero, un siervo o el mismísimo diablo. Un pistolero que sigue sus pasos con una misión que es un enigma para él mismo, superviviente por naturaleza, letal pero humano al fin y al cabo. Y entre ellos una torre, tan misteriosa en significado, propósito y origen.
Estas son en principio los tres elementos principales en torno Stephen King crea un universo y mitología nuevos, un compendio de ideas que incluso hoy, casi 50 años después de que se escribiera, pueden mantener cierto espíritu de novedad e innovación. Ideas que van desde la existencia de otros mundos y dimensiones, o ese constante acercamiento a la línea que separa magia de ciencia que tanto nos tiene obsesionados en la fantasía, pasando por un concepto del destino y la profecía que parece dominar y vigilar cada paso de los implicados en la trama.

No obstante, EL PISTOLERO apenas nos permite arañar un poco la superficie del mundo o mindos en los que se ambienta, convirtiendo esta primera entrega en poco más que un prólogo de lo que más adelante (es de suponer) acontecerá en el resto de capítulos de la saga. Esto se refleja en el constante estado de confusión por parte del lector, el cual no pocas veces se sentirá perdido ante acontecimientos y diálogos que transcurren a lo largo de un mundo que se adivina enorme en solo menos de 300 páginas. Resoluciones, consecuencias, afirmaciones y desenlaces que, por supuesto ayudan dentro de lo esperado a que nos hagamos ideas suficientemente claras para mantenernos atentos e interesados en la historia, pero que al mismo tiempo generarán nuevas cuestiones y lo más importante, ganas de responderlas. La primera entrega de LA TORRE OSCURA funciona, como comentaba, como un prólogo, pero también en cierto modo se asemeja al trailer de una película mucho más larga: No solo narra hechos presentes y pasados, sino que a su modo te muestra una pequeñísima parte de lo que está por llegar en este extraño mundo pero que a la vez tanto nos recuerda al nuestro.

Un mundo que por cierto supone una de los principales encontronazos con un Stephen King que hasta ahora me era desconocido. El escritor de Maine siempre se ha presentado en sus obras como un experto titiritero con sus personajes, tallados con mimo hasta el mínimo detalle y con un cariño que eclipsa en muchos casos al escenario en que transcurre la acción. Hay famosas excepciones como pueden ser el hotel Overlook o el pueblo de Derry donde Pennywise hace de las suyas. Lugares que terminan convirtiéndose en un personaje más. En EL PISTOLERO ocurre algo muy parecido, pero alcanzando un nivel más genérico y omnipresente, donde el polvo del yermo, las miradas de sospecha de los pueblerinos, o la sonrisa del barman que limpia el vaso de cristal con un mugriento trapo terminan diciendo más de Roland Deschain que él mismo. Porque seamos sinceros, el Pistolero es un libro cerrado para todos los que le rodean (o bien los que tienen la desgracia de cruzarse en su camino) y posee una personalidad que parece querer mantener oculta, mostrando solo una mínima faceta, la que hace que los demás piensen "es peligroso, mejor hacer lo que me pida, y cuando se descuide salgo por patas". Y a veces son estos mismos, lo personajes secundarios como Jake, Brown o Allie con los que aprendemos más acerca de todo lo que nos rodea, convertido en historias o leyendas.

Pero si, es Roland, el pistolero el que realmente nos abre la puerta a esta aventura, pero cómo realmente lo hace es con su pasado, pequeños fragmentos de recuerdos que hablan por él, que nos cuenta quién fue, es y será, fuertes y pesadas cadenas que arrastra fruto de sus actos, hacia su objetivo, sus pasos dirigiéndole hacia la Torre Oscura, como un Jesucristo que carga su cruz camino al Gólgota.



Con todo, EL PISTOLERO es ante todo una historia llena de fantasía tradicional, donde el héroe debe recorrer un camino (dentro y fuera de sí mismo), arriesgando su vida, desconociendo las consecuencias de llegar al destino marcado. Un cuento épico cuyas características no solo se reflejan en los hechos sino también en el lenguaje y la prosa, posiblemente el aspecto con el que más me ha costado reconciliarme a lo largo de la lectura.
Mucha gente no para de recordarnos que Stephen King escribió este libro a la edad de 19 años para disculpar que es normal notar cierta inseguridad en su pluma y demás aspectos que puedan afectar a la opinión del producto final. Sin embargo yo no tengo pegas con formas que se suponen pertenecen a un escritor inexperto pero que ya mostraba unas cualidades excepcionales,... no, no son las formas, es el estilo de esta obra lo que me choca.
No es solo que la mayoría de los personajes principales sean bastante parcos en palabras, un detalle que se mantiene constante, como recordándonos que estamos en un tiempo y lugar donde las conversaciones importantes ignoran las palabras y abrazan la violencia, es que además sus diálogos parecen muchas veces sacados de alguna balada épico-romántica. ¿Influencia de Tolkien, escritor con quien se sumergió en la fantasía que impregnaría LA TORRE OSCURA? quién sabe, la cuestión es que este uso de un lenguaje poco actual y a veces demasiado sobrecargado termina afectando a la narración, restándole cierto realismo y fluidez, contagiando de paso al narrador, sus descripciones y demás desvaríos mentales. Pero ojo, no es un defecto, es solo un punto de vista de un servidor que esperaba encontrar, no se... la mano conocida del rey del terror, no un registro tan poco acostumbrado.

LA TORRE OSCURA I. EL PISTOLERO es una experiencia agradable, muy agradable pero no excepcional. Uno encuentra todo lo que busca y posiblemente más: Buenas dosis de acción, una pizca de terror, panorámicas escénicas memorables y muchísima intriga, la cual desgraciadamente para los más impacientes perdurará incluso al finalizar el volumen. Y si, seguramente acabe siendo de los que se rinden a la evidencia y den un paso adelante, hacia LA LLEGADA DE LOS TRES, cruzando los dedos, esperando encontrar a los mismos personajes, pero no iguales, sino supliendo las carencias por las que esta novela, repito, no es excepcional. Llámalo profundidad, llámalo carisma o carácter, o simplemente un pequeño esfuerzo para demostrarme que Roland, Jake o El Hombre de Negro son lo que quiero que sean, seres humanos, no actores siguiendo un guión que no han tenido tiempo de ensayar.

Reseña: LA QUINTA ESTACIÓN de N. K. Jemisin.

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Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

LA QUINTA ESTACIÓN de N. K. Jemisin.

Así es como se acaba el mundo… por última vez.

Ha dado comienzo una estación de desenlaces.

Empieza con una gran grieta roja que recorre las entrañas del único continente del planeta, una grieta que escupe una ceniza que oculta la luz del sol.

Empieza con la muerte, con un hijo asesinado y una hija perdida.

Empieza con una traición, con heridas latentes que comienzan a supurar.

El lugar es la Quietud, un continente acostumbrado a la catástrofe en el que la energía de la tierra se utiliza como arma. Y en el que no hay lugar para la misericordia.


Parece ser que estos últimos días han sido un ejemplo perfecto de lo que a muchos nos gusta la polémica en el mundo de la literatura. No obstante, todo esto ha servido para varias cosas, y no, no me refiero a que el tema ha servido para retratar a gente que es capaz de convertir interesantes debates sobre la tolerancia y el respeto en una batalla campal donde lo común es disparar salvas de insultos y bombardear con comentarios hirientes llenos de ironía y faltas de respeto. Todo muy contradictorio, si...
A mí, sin embargo esta pequeña aventura literaria me ha servido para conocer y entender un termino que creo que no hay que tomarse demasiado a la ligera: La literatura de panfleto.

Está claro que desde que el hombre ha dominado la palabra escrita ha sabido crear historias ficticias para mandar o difundir mensajes reivindicativos, conservadores, revolucionarios, de cualquier naturaleza la verdad, llegando a un punto en que muchos escritores incluso han visto este tipo de mensajes atribuidos a sus obras, significados que en su momento ni imaginaban que pudieran relacionarse con sus historias. Quizá sea que los lectores ya no solo buscamos una historia que nos entretenga, sino que el nivel de implicación sea tal que podamos trasladar enseñanzas y valores de una historia de ficción a la vida cotidiana.
Pero hay que tener en cuenta que esto puede convertirse en un arma que puede hacer maravillas en buenas manos y desastres totales en las equivocadas. Y en géneros como la ciencia ficción y la fantasía exigen que ese cuidado sea destacable. He leído muchos ejemplos de como una novela es usada como mera fachada para que el escritor se desfogue hablando de las injusticias y de lo mal que la sociedad le trata a él o a los demás que dan autentica pena y vergüenza ajena, donde el elemento reivindicativo es tan descarado que hace que la propia historia pierda sentido, gire en torno a la búsqueda de una polémica o que se contradice de tal manera que uno se sienta engañado.

No voy a comentar esos ejemplos porque éste no es ni el lugar ni el momento, y porque la novela que hoy nos ocupa, LA QUINTA ESTACIÓN de N. K. Jemisin es la perfecta representación de cómo historia y mensaje pueden no solo convivir juntas, sino aprender a depender una del otro en un todo esplendido.
Y es que cuando uno termina de leer esta novela, la cual ha supuesto el premio Hugo 2016 a su autora, no acaba con esa sensación de haberse bebido casi 450 páginas para acabar con una moraleja típica de los dibujos animados de los 90 ("Chicos, no toméis drogas", "Y recordad que todos somos iguales"), sino que descubre desde la misma dedicatoria que LA QUINTA ESTACIÓN es un canto a la superación aplicada a la supervivencia, la discriminación. Es plantarle cara a un destino establecido pero que nunca has considerado tuyo... y porque parece que estoy empezando por el final, echemos la vista atrás y respondamos a lo básico: ¿De qué trata LA QUINTA ESTACIÓN?

La escritora de Brooklyn nos traslada a Quietud, un mundo cuyo nombre no carece de cierta ironía como comprobaremos pronto, puesto que cada cierto tiempo (cada cientos de años) se produce el fenómeno que da título a la novela y que traducido en erupciones volcánicas, tsunamis, liberación de gases venenosos o lluvias de ceniza entre otros eventos representan el comienzo de un periodo oscuro y difícil, y a su vez un reinicio que le cuesta la vida a millones de habitantes pertenecientes a una población forzadamente nómada, ya que asentarse en un lugar determinado y dejar crecer raíces en él resulta impensable a muy largo plazo. No obstante, estas desacostumbradas circunstancias (Aunque recordemos que ya vimos un concepto parecido a mundos en constante destrucción y reinicio en EL PROBLEMA DE LOS TRES CUERPOS de Cixin Liu) no han convertido a la gente de Quietud en criaturas temerosas y carentes de esperanza. Al contrario, Jemisin nos presenta a una raza humana fuerte y prospera, que evoluciona, se adapta y aprende a usar todas las herramientas y enseñanzas de las que disponen... incluido el elemento en torno girará la historia de esta novela: la orogenia.

La orogenia es un don, o una maldición con la que nacen algunos de los habitantes de Quietud, una capacidad que va más allá de predecir movimientos sísmicos y demás fenómenos naturales, sino también de provocarlos y evitarlos. La autora construye con esto algo que se aleja mucho de un simple truco de magia sin explicación y, como si del mejor Brandon Sanderson se tratara, no deja nada al azar y dota a los orogenes de unas habilidades que muestran constantemente sus virtudes y defectos, sus beneficios y sus peligros. Una energía cuyo uso exige siempre un precio equivalente y por el que sus poseedores, en contra de lo que pueda parecer no son alabados y bendecidos por sus vecinos, sino temidos, repudiados y, en ocasiones cosas mucho peores.
Tal es el detalle y la importancia que tiene este "don" en LA QUINTA ESTACIÓN que hace que la novela cabalgue entre los campos de la fantasía y de la ciencia ficción, difuminando hasta casi su desaparición la cada vez más fina línea que separa lo increíble de lo teóricamente posible. Claro que no dejan de estar presente todos esos elementos propios de la fantasía de nuevos mundos que tan bien conocemos (personajes con poderes impensables, estructuras que parecen surgidas de culturas de otros tiempos o mundos, labores de ingeniería extrema aplicadas al worldbuilding pero aplicados dentro de la modestia y no la necesidad de llamar la atención, etc), elementos que Nora moldea a gusto y hace que el conjunto funcione como el mecanismo de un reloj, maravillándonos por la calidad imaginativa y al mismo tiempo dejando que nos sorprendamos de lo fácil que es creerse todo lo que nos cuenta.

Un detalle curioso que no deja de llamar la atención a aquellos acostumbrados a la fantasía más tradicional es la inexistencia de cultos religiosos, deidades, mitologías y creencias usadas por la gente en Quietud. No faltan imploraciones, rezos y maldiciones, pero estas van destinadas a algo que todos ellos conocen bien: La tierra en la que viven, la misma que cuida y hace crecer sus alimentos, sujeta sus hogares y sobre la que sus hijos dan sus primeros pasos y los mayores los últimos, pero también la que en el momento menos pensado saben que puede arrebatarles todo eso, el fruto de su trabajo, el origen de sus sueños. Estamos entonces ante un tipo de fe distinta a la que se le otorga a las leyendas y mitos, una creencia a la existencia de un nuevo mañana en el que el único sacrificio que reclama es el trabajo de todos para la supervivencia y preservación de la comunidad.

Sin embargo, esa falta de "ente superior" a la que rendir cuentas no convierte la existencia de su gente, según muchas creencias populares, en un camino de rosas, pacífico y benévolo, la existencia de la orogenia y otras fuerzas inexplicables tiene su reflejo en un constante temor y una necesidad de hacer preguntas que difícilmente reciben respuestas, y tampoco son desconocidos los conflictos que a lo largo de su historia Quietud ha vivido por causas como los constantes enfrentamientos por el poder y el dominio, y por sentimientos tan antiguos como el miedo a lo desconocido, la furia, el dolor o la venganza sensaciones que bullirán en el interior de algunos de los protagonistas de la aventura mientras que otros intentarán funcionar como presas para evitar que tanta fuerza descontrolada acabe arrasándolo todo. Así, es normal que el drama sea una constante desde la primera página y funcione de hilo conductor para todo el circuito del que se compone LA QUINTA ESTACIÓN.



El mundo creado por Jemisin es rico en matices, lleno de elementos que lo convierten en un paisaje único y peculiar (La novela incluye un glosario de términos que se vuelve innecesario por la facilidad de comprensión de los textos) y que a medida que avanzamos en la trama va ampliándose, puesto que no hay capítulo que no añada nuevos datos y detalles, ya sea como ampliación del trasfondo de la saga de La Tierra Fragmentada o incluso para favorecer giros argumentales que no son pocos ni fáciles de pasar por alto. Quizá entre toda esta información se puede echar en falta alguna que amplíe los conocimientos de la flora y la fauna de Quietud, adaptada a un medio extremo propio de un mundo constantemente al borde de la destrucción, y que queda relegada a un segundo plano para favorecer la sobrecarga de datos sobre la composición terrestre y la respuesta de los distintos elementos frente a las habilidades de los orogenes.

LA QUINTA ESTACIÓN es una delicia, no solo imaginativa, puesto que la habilidad narrativa de N. K. Jemisin no se queda atrás, y funciona perfectamente para exponer todo lo anteriormente descrito ya. Un ritmo ágil que igual puede decaer a mitad de la novela pero que no por ello permite que el lector se aburra en ningún momento sino que nos mantiene alerta ante cualquier detalle que pueda más adelante ser esencial para entender los acontecimientos venideros o pasados.
Y que conste que no es una historia exigente ni busca ser una de esas lecturas en las que se tenga que tomar notas para no extraviarse por el camino, ni siquiera debería considerarse una novela coral pese al buen numero de personajes que forman parte de la aventura (todos bien diferenciados, carismáticos y tan inestables como el porvenir del mundo). Y es que Nora, además del interés busca la comodidad del espectador, llenando secuencias donde el suspense y la duda llevan la voz cantante y escenas de acción tan visuales como impactantes todo esto, reitero, protagonizado por personajes que no pararán de darnos sorpresas bien por su naturaleza, bien por su inmensa carga emocional.

No creo que tenga que extenderme mucho más para dejar claro que LA QUINTA ESTACIÓN ha supuesto esa sorpresa, esa experiencia imprescindible de la que tanto presumían sagas de presente publicación en nuestro país como LUNA de Ian McDonald o la anteriormente mencionada de Cixin Liu que, sin ser malas, no albergaban ese elemento de excepción, esa fuerza que hace de una obra literaria no solo una lectura, sino una experiencia de la que se disfruta y se aprende.
Esta novela supone un paso adelante en géneros tan exprimidos como la fantasía, la reapertura de una aduana tras la cual esperan nuevos mundos llenos de historias tan humanas como increíbles, tan cargadas de aventuras como impregnadas de mensajes destinados tanto a la mente como al alma.

LA QUINTA ESTACIÓN es ese diamante que brilla en la oscuridad, sepultada entre tanto falso metal precioso, que ha ido construyéndose de manera natural sin necesidad de empujones y erosiones de factores externos. Y no me canso de recomendaros que no dejéis pasar la oportunidad de haceros con esa joya y dejaros cegar por los mundos de N. K. Jemisin, porque si pasáis de largo, estaréis ignorando una de las mejores lecturas del año.

N. K. Jemisin durante el ciclo de preguntas que se celebró en Madrid el 2/06/2017 en Madrid al que pudimos asistir y en la que demostró que además de talento, le sobra simpatía.

Reseña: DE MADRID AL ZIELO 3: RESISTENCIA de Alfonso Zamora Llorente.

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Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

DE MADRID AL ZIELO 3: RESISTENCIA de Alfonso Zamora Llorente.

Cuando todo comenzó apenas había información. La ciudad respiraba un aire de tranquilidad, solo rota por las dudosas noticias que llegaban desde Alemania. Nadie reparó en ellas. Una apacible tarde de compras en el centro comercial La Gavia, en el barrio madrileño de Vallecas, se convertirá en la peor de las pesadillas, donde una vez más, el ser humano demostrará hasta dónde puede llegar para sobrevivir. Tres grupos diferentes. Tres formas de actuar. Un solo destino. Tras el éxito internacional de la saga De Madrid al Zielo, llega el tercer libro donde narra cómo fueron los inicios de este Apocalipsis Zombi ambientado en Madrid. 

¿En qué bando estarás?

Más de un año ha pasado ya desde que en Mayo del 2016 un servidor firmaba el siguiente párrafo en el presente blog:

"Lo que nuevamente quería que fuera un elixir que devolviera a vida a un género ha terminado siendo una paletada de tierra más que cubra su tumba".

En este caso en concreto me estaba refiriendo a la novela SOLOS de Álvaro Fuentes, la cual se terminaría convirtiendo en un perfecto modelo para ejemplificar la progresiva decadencia e inevitable caída de la literatura Z en nuestro país. Fueron muchos los autores en todo el mundo que aprovecharon el tirón que la figura del muerto viviente estaba teniendo gracias a autores internacionales como Max Brooks (GUERRA MUNDIAL Z, GUÍA DE SUPERVIVENCIA ZOMBI) o, representando a nuestro país, Manel Loureiro (APOCALIPSIS Z), y algunos expusieron ideas realmente llamativas que exploraban limites inimaginables entonces, experimentando con ello, demostrando que la figura del zombi puede ser mucho más que un cuerpo resucitado ávido de cerebros frescos. Lo malo es que a esta moda (llamemos a las cosas por su nombre) también se apuntaron un buen número de "visionarios" que vieron en éste género un recurso fácil para construir sus historias sin sobrecalentar demasiado su imaginación.
Y por supuesto, también estaban aquellos que creían que repetir la misma formula de las historias de supervivencia una, y otra y otra vez era lo que todos los lectores queríamos, Y así emergió de las profundidades de la desidia y el desánimo una oleada de novelas "Que estaban bien si era tu primera vez, pero que si ya venías curtido podrían resultar repetitivas, cuando no tediosas".

DE MADRID AL ZIELO, novela escrita por Alfonso Zamora tuvo como mayor inconveniente el haber aparecido demasiado tarde, cuando las novelas de zombis ya se contaban en nuestra tierra con cifras de tres dígitos y ya estábamos curados de espanto. Una historia más de un grupo selecto de personas que, sin comerlo ni beberlo se topan con el fin del mundo. Una colección de carreras a ninguna parte perseguidos constantemente por cuerpos putrefactos ansiosos de morderles el culo... y un giro argumental que a algunos entusiasmó y a otros nos sentó como una patada en los cojones con una bota de trabajo. Dicho giro acabó reforzándose y ganando protagonismo en la que sería su secuela, DE MADRID AL ZIELO 2: ÚLTIMA BATALLA para regocijo de algunos y desesperación de otros. Una narrativa sencilla que no buscaba destacar por sus recursos literarios ni su originalidad y el saber jugar con escenarios conocidos convirtieron a ésta en una saga ideal para principiantes e inexpertos en el género, pero también en una serie de títulos fácilmente prescindibles para los que buscábamos algo más que un refrito de las secuencias de siempre.

Ha pasado ya un año como dije, desde que la línea Z de la editorial Dolmen sacara su último título al mercado, quién sabe si siguiendo las recomendaciones de muchos de dar al género un respiro, un tiempo de meditación en el que sintieran ese momento zen y reflexionar si no sería mejor dar prioridad a la calidad de los manuscritos en lugar de saciar esa necesidad de cubrir un cupo de lanzamientos mensuales... La cuestión es que cuando todos creíamos que el viento se había levado los últimos resquicios de esta moda pasajera de turno, Dolmen va y retoma con fuerza una colección de libros que ya alcanzaba los más de 60 títulos con tres más, entre ellos un spin off que Alfonso Zamora se ha sacado de la manga para resucitar su famosa saga.

Lo primero que debería decir de DE MADRID AL ZIELO 3: RESISTENCIA es que el número que precede al título sobraba, ya que no estamos ante una continuación, ni siquiera una precuela. Aquí se narran hechos que suceden al mismo tiempo que los acontecimientos de las anteriores entregas, funcionando de complemento casi innecesario en la trama principal, exprimiendo al máximo los momentos más simbólicos del paso de los zombis por el mundo del cine de manos de George A. Romero, creando una nueva aventura con retazos de momentos que no tienen nada de nuevo.

Pongámonos en situación: Un grupo de personas queda encerrado en un centro comercial en pleno desalojo ante los primeros casos evidentes de un brote infeccioso que convierte a los afectados en muertos vivientes con unas ganas de parranda que se desmigajan. Pues bien, en este breve resumen tenemos dos conceptos clave: Centro comercial. Zombis. Y como todos dais por hecho lo que voy a decir, hasta aquí llega mi reseña de hoy.

Bueno vale, me explicaré.

Vista la premisa principal seguro que muchos han pensado lo mismo: "Más le vale al autor hacer un trabajo excepcional si quiere destacar y hacer una historia mínimamente original". Si, lo habéis pensado todos... todos menos el autor de la novela.

Resulta evidente sin siquiera comenzar a leer la novela que Alfonso va a tener en mente uno de los más famosos ejemplos cinematográficos de la cultura zombi, el largometraje de 1978 dirigido por Romero y su fabulosos remake del 2004 de manos de Zack Snyder, El Amanecer de los Muertos. Un clásico del género que pronto se convertiría en uno de los recursos más repetidos y versioneados en todas las franquicias donde pueda entrar un zombi, incluido por supuesto el panorama literario. Y es que no hay nada que facilite la vida de un superviviente que situarle directamente dentro del cofre del tesoro en lugar de obligarles primero a encontrarlo. No obstante, una cosa no quita la otra, y el hecho de tener suministros casi ilimitados no hace que las personas que se beneficien de ello estén libres de peligro, un peligro que no siempre viene de la mano de los muertos vivientes, lo que obedece una de las normas no escritas del manual del narrador de novelas Z: "Enfrentar a los héroes a una horda de zombis tras otra termina siendo aburrido, mejor hagamos que se zurren entre ellos".

Por desgracia, DMAZ3: RESISTENCIA no solo usa el clásico de 1978 como inspiración, sino que prácticamente lo adapta a la literatura. Vale que Alfonso se esfuerza en crear únicas y peculiares vidas entre los habitantes del refugio, en hacer que evoluciones y se adapten a las necesidades, y el guión con ellos, pero eso no quita que algunos momentos y secuencias estén casi calcados del citado largometraje y derivados. ¡Coño, si ni falta el grupito de moteros dirigido por una especie de Tom Savini al que le han robado el carisma!.
Puede que sí existan un par de bazas que en apariencia apuesten por la buscada originalidad, pero que no dejan de quedarse a medio camino de su intención. Uno es el uso de personas reales para dramatizar la novela y servir de carnaza para los monstruos a los que se enfrentan, pero seguro que recordaréis que hace algún tiempo uno de los capítulos de la innecesariamente larga saga APOCALIPSIS ISLAND ya puso a sorteo a sus protagonistas dando la oportunidad a quien se prestara de protagonizar un asedio zombi que transcurría (¡Sorpresa!) en un centro comercial. Aunque en este caso concreto a favor de Alfonso debo decir que en DMAZ3: RESISTENCIA no se flipan demasiado, no hay exposiciones de armas adecuadamente casuales en el establecimiento, ni ningún experto en combate con armas de fuego comprando san jacobos como ocurría en la novela de Vicente García.
El hecho de que la acción también se sitúe en principio en tres puntos distintos podría haber supuesto un buen punto a favor del desarrollo... hasta que uno recuerda cierta novela ambientada en un futuro apocalíptico titulada LA CIUDAD SILENCIOSA, escrita por Jose Luís Caballero (que por cierto complementaba a la película Los Últimos Días de Álex Pastor) donde ocurría algo muy similar y ¿Adivináis en qué tipo de edificio transcurre la historia? Pues eso.

Pero dejando de lado esa recurrente defensa que asegura que hoy en día está todo escrito y que es muy difícil ser original, sinceramente me jode. Me jode porque por muchas historias nuevas que se publican siguen quedando aún muy buenas ideas esperando en el tintero de la imaginación, ideas que en vez de ser aprovechadas terminan descartándose a favor de lo fácil, lo conocido, lo de siempre. Incluso en esta novela existen un par de momentos en los que el autor podría haber dado la vuelta a la tortilla, sorprendiéndonos a todos con un cambio de dirección inesperado, demoledor y sobre todo necesario. Pero a cambio éste opta por seguir el camino indicado por las señales de la ruta segura, ignorando pasajes, más arriesgados si, pero también más vistosos e interesantes. ¿Y sabéis quién creo que tiene la culpa de que Alfonso Zamora no tomo ese camino oculto con montones de sorpresas y puede que también recompensas aguardando? Sus propios personajes.

Alfonso acaba cortándose las alas a sí mismo arrebatando a principales y secundarios una profundidad expansible, un trasfondo individual que pudiera enriquecer la trama general. Los protagonistas de DMAZ3: RESISTENCIA aunque tengan rasgos que los definan y los diferencien de un ladrillo son demasiado planos y previsibles. En cuanto los conoces sabes de quién se va a apiadar el autor y quien va a morir de manera miserable o heroica, abusando en estos casos de bondad y compasión (en serio, se sobreexceden las lagrimas solitarias que caen sobre el regazo del cuerpo aún caliente del amigo, amante, etc). Los buenos son muy buenos, muy moralistas, pero con cierta memoria selectiva, porque si bien no se reprimen en llorar ríos por gente que ha conocido hace dos días, luego parece que no se acuerdan de los familiares y amigos que han quedado fuera, a merced de la muerte.
Y los malos... bueno, son muy chungos, muy crueles, pero es que da pereza odiarles, porque les falta motivación, razón de ser. Es decir, vemos sus actos, sabemos que son crueles, sádicos y egoístas hasta con los suyos, pero lo sabemos por lo que hacen, no por lo que les ha llevado a ser así, no hay un trasfondo que invite a comprenderles, unos antecedentes que definan su psicopatía. Son villanos que están ahí porque tienen que estar ahí, porque el guión así lo exige.

Pese a todo, tengo que admitir que me lo he pasado bastante bien leyendo DMAZ3: RESISTENCIA, porque si nos centramos en la cuestión principal, si, Alfonso sabe hacer que nos mantengamos entretenidos con buenas dosis de acción y giros argumentales que, pese a lo previsibles de unos y lo adecuadamente oportunistas de otros, la cosa en conjunto funciona bastante bien. Además, el escritor ha mejorado en varios aspectos con respecto a las anteriores entregas, son muchas menos cosas las que deja al azar, su estilo narrativo sigue siendo sencillo y directo y los diálogos creíbles (aunque se abusa de la repetición de los nombres en las interacciones, como si a los protagonistas les costara recordar con quién están hablando), y la historia, en su suma de las partes consigue sostenerse si no eres un puto tiquismiquis que le busca las vueltas a todo como yo, porque me cabrearon mucho esos extraños saltos temporales que suprimen situaciones que creo que deberían haberse explicado más en profundidad, como si existieran escenas eliminadas o al autor de repente le metieran prisa para acabar la novela y se saltara fragmentos que a muchos nos hubiera interesado leer.
Y aunque toca un poco más lo personal, el hecho de que la historia se desarrolle en el centro comercial La Gavia no hace sino suponerme un aliciente más, ya que es un lugar que conozco bien y porque las muchas referencias que se mencionan ayudan en cierto modo a la credibilidad, creando imágenes con las que no hace falta imaginar, solo recordar.

DMAZ3: RESISTENCIA se mantiene en sus trece, siendo una obra recomendada únicamente para aquellos no acostumbrados o que hayan profundizado poco en la literatura Z. Un trabajo que demuestra una vez más que a su autor se le da bien exteriorizar emociones, pero donde tampoco pasa desapercibido cierto miedo al riesgo, a dar ese paso que convierta a sus personajes en algo más que meros y prescindibles peones en un tablero de ajedrez. Yo nunca he llorado o sentido lástima cuando en una partida alguien me comía un peón. Cuando un zombi devoraba a un miembro de esta peculiar resistencia tampoco.

Reseña: APOCALIPSIS ISLAND. MEXICO de Antonio Malpica

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Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

APOCALIPSIS ISLAND. MEXICO de Antonio Malpica.

Ha pasado un año y medio desde que surgió el primer brote del virus. Los zombis arrasaron con la Ciudad de México y sólo algunos sobrevivientes se empeñan en permanecer en una urbe que tiene ya muy poco que ofrecer. Sin servicios públicos y con las calles pobladas de muertos vivos se sostiene una absurda sociedad conformada por tribus extravagantes que pugnan por sobrevivir. Es en este escenario en el que, después de un prlongado coma, despierta el profesor de matemáticas Gustavo Tapia y se une a la batalla diaria al lado de personajes como Malasangre, una ex alumna suya, Roque Mancilla, un minusválido de ácido humor y Teo Urquiza, un calamitoso chico con la peor buena suerte del mundo. Todos ellos, compartiendo el mapa urbano con los Yolos, los Hermanos del Mundo y los Boinas negras, confirman que la Ciudad de México no es más que una bomba de tiempo a punto de estallar en mil pedazos.

Erase una vez una editorial que centraba casi todos sus esfuerzos en el mundo del cómic que, ya fuera por intuición o gracia divina decidió publicar lo que entonces innovaría (aunque irónicamente retomando uno de los ejercicios más antiguos de la literatura) las historias de terror escritas en nuestro país, una especie de diario en la que un abogado de tierras gallegas narraba su difícil convivencia con infinitud de muertos vivientes, enfundado en su peculiar traje de neopreno y acompañado constantemente del gato con más mala suerte del mundo.
Loureiro y su APOCALIPSIS Z supusieron sin quererlo esa estruendosa explosión que antecedería a una avalancha formada por historias de zombis y supervivientes en el fin del mundo, centrando su atención unas veces en acción desenfrenada, otras en temas más existenciales que mostraban nuevas fronteras cuando estas se expresaban por en medio del fin de todo..., en definitiva, una colección variopinta de comecerebros que juntos conformarían la ya conocida Linea Z.

Curiosamente, muchas de las mejores ideas (es decir, historias que no fueran una copia de una copia de una copia) surgieron con los primeros títulos de la colección. APOCALIPSIS ISLAND, escrito por Vicente García fue uno de ellos, en el que nos retrataba una sociedad que ya había sobrevivido a un apocalipsis zombi y sin embargo cuando se inicia un nuevo brote, la humanidad se lleva una sorpresa al descubrir que lo que entonces ya habían aprendido, ahora no sirve para nada. Desgraciadamente, este título que ya avisaba que era la primera parte de una serie, terminó convirtiéndose en la saga más longeva que se escribiría en nuestra tierra (con el presente libro hablamos de un total de ocho). ¿Es esto malo? Pues no lo hubiera sido si cada nuevo capítulo no fuera más insustancial, innecesario y a veces absurdo que el anterior. No faltaron las participaciones de otros escritores como J.D., encargado de los volúmenes ORÍGENES y ORÍGENES II, éste último recuperando parte de la calidad e interés de la primera entrega gracias a dosis de acción casi bélicas, e incluso se atrevieron con algo parecido a un experimento social, en el que el autor debía escribir una historia usando de personajes a personas reales que solicitaban su participación, ademas de ajustarse este a las características y exigencias que a los participantes se les ocurriera. Un alarde de falta de seriedad al que titularon APOCALIPSIS ISLAND: EL CENTRO COMERCIAL. Los demás títulos de la saga (AI: AFRICA, AI: GUERRA TOTAL Z y AI: BATALLA FINAL) eran un desenfreno creciente de literatura desganada, con una trama forzadísima de esas que uno se imagina a su autor riéndose de nosotros mientras escupe párrafo tras párrafo y teniendo como cumbre de absurdez apoteósica el último volumen de la historia (o eso creíamos), una colección de estupideces que competía en aplicación de la física con Bob Esponja y donde sus protagonistas se limitaban a viajar por el mundo haciendo y diciendo payasadas que
causaban vergüenza ajena a cualquier lector que buscara un mínimo de calidad en su lectura.

Y cuando creíamos que lo malo ya había pasado, que ya se habían acabado los asedios donde se usaban a los zombis como munición de catapulta, que no volveríamos a ver un edificio simbólico siendo derruido a cabezazos ni una versión casposa y de bajo presupuesto de la batalla de Matrix Revolutions en su desenlace, van y se sacan de la manga un nuevo capítulo de una saga tan pasada y tan caducada que no le faltan moscas que revoloteen sobre los cadáveres de los ejemplares que nunca se vendieron.

Y resulta que APOCALIPSIS ISLAND. MEXICO no es solo el mejor título de la saga, no es solo un buen libro. Es fantástico.

No, no estoy diciendo que ésta nueva entrega expíe los pecados de las anteriores ni que a estas alturas la salve de la condenación eterna y el mote de "Esa saga de la que solo se salvaba el primer libro, y por los pelos".  Lo que quiero decir es que posiblemente el mayor error que está cometiendo este libro desde que vio la luz es permitir que en su portada se permita que se use el título APOCALIPSIS ISLAND. Es como si Antonio Malpica, autor de esta nueva etapa, hubiera escrito una novela de zombis usando para ello su propio criterio y talento, y la editorial o ese dios al que se le rinde culto sacrificando no cabras, sino amor propio, le hubiera puesto como condición a ser publicada su obra que ésta debía formar parte a la fuerza del espectáculo circense en que se había convertido la creación de Vicente García antes de buscar otras victimas a las que engañar, como los jóvenes lectores deseosos de nuevas formulas de fantasía y magia con sagas que, y cito textualmente "marcarán un antes y un después en el género" y que sin embargo cayeron en el olvido antes incluso de que existiera.

La misma portada reza que estamos ante una historia independiente, y tiene razón. Realmente no hace falta haber leído ninguno de los anteriores títulos para disfrutar de APOCALIPSIS ISLAND. MEXICO. Insisto en que si además podéis evitar hacerlo mucho mejor, ya que Malpica otorga en un solo libro lo que otros no consiguieron a lo largo de siete. Esto se traduce en: Un buen trasfondo, unos personajes profundos y una narrativa notable e inteligente. Ni siquiera necesita de una trama predefinida, puesto que esta historia va por una dirección más bien evolutiva, con la vista fija en el presente, no buscando que adivinemos el porvenir de los protagonistas o un objetivo concreto tipo "mata al malo, rescata al bueno", con lo que se consigue que no se pueda hablar de una historia predecible, ya que no hay nada que predecir. Con esto el autor consigue además que centremos nuestra atención en otros factores no argumentales, y para ello no duda en llamarnos la atención a cañonazos cargados con sensaciones que usa como munición.

No nos vayamos a equivocar, el punto de partida de esta historia no debería suscitar ninguna sorpresa para nadie a estas alturas. La novela nos suelta completamente indefensos en un terreno que ya no tiene salvación, calles tomadas por muertos que aún caminan, edificios preñados de muerte y de historias que nunca serán contadas, y blablabla... Vale, no existen golpes de originalidad que se atreva a explicarnos cómo hemos llegado a esto. Es más, si hablamos de originalidad, quizá tuviéramos que echar en cara a Antonio Malpica el como en apariencia prescinde de ella para presentarnos al profesor Tapia, pero no tardaremos mucho en dejar de buscar comparativas con el inicio de la serie The Walking Dead cuando descubramos que aquí lo que a veces parece una salida sencilla en realidad no es más que la entrada a otra sala o el comienzo de otro camino distinto.

Así pues, Malpica nos pone en el escenario de siempre, en las circunstancias de siempre, ¿Para contarnos la historia de siempre? Pues si, pero a la vez no.

La búsqueda constante de alimentos y suministros que cada vez escasean más, la necesidad de establecer un refugio seguro y encontrar supervivientes que puedan ayudarte o de los que uno se pueda aprovechar, encontrar pasatiempos que impidan que cedamos a la locura o una razón para no querer hacer el salto del ángel desde aquel edificio tan alto al que hemos echado el ojo desde hace tiempo... Todos estos son ingredientes conocidos para un guiso que ya hemos paladeado muchas veces y que conforman un cuadro que roba nuestra atención pero que esta vez, y al contrario de los anteriores títulos de la saga, no nos presenta un escenario de videojuego en el que encontramos munición y armas desperdigadas por todos lados, ciudadelas rodeadas de cúpulas indestructibles o engendros mutantes con poderes místicos importados directamente de Resident Evil. Lo que aquí tenemos es una sociedad que ha llegado a su fin, donde cada nuevo amanecer es un regalo y donde impera la ley del más fuerte. Hay muchos detalles tanto tradicionales como si no innovadores, si bastante peculiares que de algún modo hacen pensar en escenografías propias del mundo postapocalíptico que ya vimos en Mad Max y derivados, un ciudad convertida en jungla plagada de depredadores que no se van a molestar en valorar las necesidades de su presa y donde los protagonistas tiene, entre otros, un objetivo común; ser más listo que el cadáver que descansa en la acera.

Y es por medio de estas fotografías panorámicas y de otras más centradas en los pequeños detalles que Malpica atrapa al lector desde el comienzo de la narración, ignorando la linealidad argumental, olvidando si hay un objetivo concreto e incluso dificultando la visión especulativa del espectador en algo tan sencillo en este tipo de relatos como es saber diferenciar al bueno del malo. Porque repito, tanto uno como otro siguen ahí, y si aún hay humanos vivos en la Ciudad de Mexico es porque han sido más fuertes que los demás, y de una manera u otra, más moralista o menos ética se han ganado su lugar, ya sea siendo el que suba a la cima de una montaña de cuerpos descompuestos o siendo el que evitó ser un escalón más en esa escalera.
Desde el dogma al que rezan los nuevos Hermanos del Mundo, las motivaciones de los Boinas negras para seguir luchando un día más (una de las mayores y atractivas genialidades de la novela), cada uno tiene una razón de ser, una manera de actuar y unas normas de convivencia, pequeños detalles que son más intuitivos que visuales en muchas ocasiones, pero que siempre desembocan en la importancia de un mismo concepto: el individuo.

Si en la anterior reseña en la que criticábamos que los protagonistas de DE MADRID AL ZIELO 3: RESISTENCIA carecían de profundidad y de una historia personal que los hiciera únicos o al menos creíbles, en APOCALIPSIS ISLAND: MEXICO ocurre todo lo contrario. Malpica nos cuenta un relato que no se construye por sus situaciones, sino por sus personajes. No solo están ahí para contarnos su vida, sino que cada de ellas representa un pedazo de la historia general no exento de interpretaciones o valores. Todos ellos son supervivientes, pero eso no quiere decir que estén orgullosos del modo en que han llegado vivos a un nuevo día, ni hay momento en que no añoren un pasado en el que no tenían que correr por salvar sus vidas, que no tenían que vender su alma al diablo para llevarse un mendrugo de pan duro a la boca.
El quebradizo sentido del valor de Malasangre, el optimismo de Teo Urquiza, que es como un pegamento que impide que el mundo entero se haga pedazos, las constantes bofetadas de realidad que nos obliga a recibir Gustavo Tapia o Mancilla, bueno... por ser Mancilla simplemente. Todos ellos y muchos más personajes que irán apareciendo conforman el elemento vivo entre tanta muerte y por una vez, realmente sí se sienten vivos, y el nexo con el entorno y las condiciones en que se encuentran ligan sin un artificio exagerado e irreal, y lo hace mediante la lógica y no con una sobredosis de dramatismo que sabemos que a la larga puede terminar perjudicando el resultado final. Un niño que ha perdido la inocencia al ver morir a sus padres no deja de ser un niño, moralmente destrozado, pero no olvida sus otras preocupaciones inocentes e inconscientemente banales. Y la vida sigue. Esta es una lección que la presente novela quiere grabarnos en la mente, aunque sea por las malas y lo hace con uno de los aspectos más positivos de toda la obra, funcionando como viga de sujeción y al mismo tiempo como fachada atractiva: El matrimonio entre narrador y personajes.

En APOCALIPSIS ISLAND. MEXICO predomina una atmósfera sucia y pesimista, y cada nuevo capítulo realza cierta sensación de desesperanza en el lector cuando uno de los personajes nos descubre una nueva y triste historia posterior al Día Z nos convence un poquito más de que todo el esfuerzo por seguir vivos es fútil y carente de sentido, y que solo sirve para alargar una pesadilla ya de por sí interminable. Sin embargo las nuevas sociedades, los últimos resquicios que mantienen vivo el recuerdo de lo que fuimos se mantienen firmes, no cediendo a la desesperación, casi burlándose de los que sí se han rendido, de los caídos y de esos héroes anónimos cuyos pedazos ahora llenan los estómagos de los muertos vivientes. Y el narrador de la historia no puede ni quiere mantenerse distante ante estos sucesos, sino que se deja contagiar y fortalecer así los sentimientos de los protagonistas, dejando de ser una simple voz que cuenta lo que ocurre para convertirse en una extensión del dolor, la rabia, cualquier emoción que reflejen en ese momento. Antonio Malpica no se limita a narrarte la historia, te la echa en cara, te abronca arrebatándote cualquier toma de decisión que crees tener y te culpa de cada nueva muerte sin perder naturalidad, como si llevara mucho tiempo haciéndolo, lo que se traduce como un estilo muy directo y a menudo cortante, no carente de cierta belleza literaria ni de un sentido del humor sórdido y malsano, aprovechándose de lo que sabe que sabemos y usándolo en nuestra contra cuando le conviene.

Concluyendo, APOCALIPSIS ISLAND. MEXICO no está exenta de fallos. No puede presumir sobre su originalidad en la puesta en escena igual que con su manera de llevar la historia de siempre por una dirección poco común, una dirección que nos hace imaginarnos lo que haría un cineasta como Robert Rodriguez ante la exigencia de crear un drama en un mundo plagado de zombis. También se pueden echar en falta detalles que ayudarían a sostener la credibilidad de la historia y que se ignoran u olvidan intencionadamente, pero aún con todo, estamos ante una novela magnífica... y me da pena, porque por mucho que se esfuerza en cerrarle la puerta en las narices al resto de la saga, una de las que más daño ha hecho al género junto con aberraciones como la escrita por David Wellington, mucha gente va a pasar de largo imaginándose un intento desesperado por reflotar algo que es mejor por el bien de todos que se mantenga hundido (por muchas tacitas para Colacao que se regalen), y perdiéndose uno de los mejores intentos de la actualidad de demostrar que aun se pueden hacer grandes cosas con un género del que se ha abusado tanto como es la literatura Z, y se puede hacer si se mira en la dirección correcta, una dirección que suele señalar muchas veces a los vivos, no a los muertos.

Reseña: DE LAS CIUDADES VUESTRAS TUMBAS de Víctor Conde.

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Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

DE LAS CIUDADES VUESTRAS TUMBAS de Víctor Conde

Jarek Kôdz es un maquinista polaco, superviviente de los campos de concentración nazis, que vio algo imposible cuando era pequeño: un monstruo surgido de la noche, del frío, del horror de los campos, que se alimentaba de sangre humana.

Obsesionado por esa imagen, Jarek se pasará la vida buscando lo que él sabe que existe, es decir, los monstruos que pueblan la oscuridad. Los vampiros.

Solo que cuando los encuentre, quizá descubra que su vida esté más ligada a ellos de lo que él mismo esperaba…

Parece ser que a lo largo de los siglos la figura del vampiro, el muerto viviente que aterroriza las aldeas, asustando a sus habitantes y alimentándose de a sangre de las doncellas y que ni un protector solar factor 100 le ayudaría a disfrutar de un día de playa, ese concepto de hijo de la noche y padre de los tiempos... en definitiva, esa representación del mal más antiguo y primigenio ha ganado tanto reconocimiento y popularidad como el mismísimo Dios. Y no me refiero en este caso a su naturaleza sobrenatural o su omnipresencia en el folclore o mitología de la cultura de cualquier región del mundo, sino por su faceta de adaptación, por su habilidad de mostrar mil caras y mil historias distintas pero que a la vez siempre se refieren al mismo ser.

Son incontables las religiones, los cultos y creencias que encontramos por todo el globo, cada una con sus leyes o mandamientos, sus historias, sus deidades. No es de extrañar que el mito del vampiro sume en la actualidad varios grupos de adoración que a veces incluso van más allá de ser un puñado de frikis sin vida escuchando black metal en cementerios y bañándose con la sangre del gato del vecino. Y al igual que a las deidades a las que se les rinde culto, el vampiro ha sufrido una constante mutación en sus orígenes, características y simbología, y son campos como la literatura o el cine algunos de los que mejor plasma esta evolución traducida en variedad, ya sea por innovar, adaptarse a una trama o directamente reinventar el mito.
Desde el terrorífico concepto gótico, metáfora de todos los miedos del ser humano que nos trajo el Nosferatu de 1922, antecedido por el chupasangre más emblemático de la historia creado por el escritor Bram Stoker y reversioneado por multitud de cineastas y escritores, Drácula, transformando en ocasiones el horror de la muerte en romance, confundiendo la repulsa con deseo y creando en la figura del monstruo casi un semidios camaleónico con la habilidad de descubrir cada día un poder nuevo,... hasta los diversos caminos que la leyenda ha tomado dependiendo de su acercamiento al romanticismo o, por contra al horror más depravado. Sin olvidarnos de algunas versiones que acercan al strigoï a una naturaleza más animal y primitiva, casi zombificándolos, como son las criaturas de películas como Blade 2 o la serie The Strain (adaptación de la saga literaria NOCTURNA escrita por Guillermo del Toro y Chuck Hogan) o... Bueno, ya se sabe que hoy en día no se puede hablar de vampirismo sin mencionar a esa panda de ninis con cierta afectación dermatológica y psiquiátrica que se convierten en bolas de discotecas al contacto con el sol, pero estamos aquí para rendir tributo a uno de los seres que más ríos de tinta ha hecho correr en el género del terror, no a repudiarlos o reírnos de ellos.

A lo que quiero llegar es a lo obvio. El vampiro como icono cultural ha sido sobreexplotado, su mito ha sido tan estirado que ha terminado partiéndose en ocasiones y el único miedo que nos causa aventurarnos en una nueva novela que trate el tema es el miedo a caer dormidos. Y entonces Víctor Conde dijo: ¿Un reto?, ¿Dónde?.

No me extrañaría que a este escritor Tinerfeño se le empezara a llamar "El señor de los Monstruos" puesto que entre sus muchas facetas literarias en las que podemos incluir la fantasía épica (SANGRE BERSERKER), la literatura juvenil (HERALDOS DE LA LUZ) o la ciencia ficción (ECOS, CRÓNICAS DEL MULTIVERSO), Conde ha sabido crear un universo donde los monstruos clásicos se han adueñado del protagonismo. Títulos que, a modo de Penny Dreadfuls de la actualidad rinden homenaje a criaturas que ya forman parte íntegra del conocimiento mundial, ya sea por medio de cuentos, figuras metafóricas o creencias populares, pero siempre intentando que estas nuevas historias mantengan cierto aire personal que puedan reflejarse bien en los orígenes, el tiempo y lugar en que se ambienta la trama, etc. De ese modo, muchos ya conocen la interpretación personal de Víctor Conde de la licantropía a través de HIJA DE LOBOS, o cómo sería su apocalipsis zombi ideal gracias a NATURALEZA MUERTA, e incluso se atrevió a indagar en mundos llenos de misterios como son los que rodean la mitología marítima o la naturaleza de la brujería en HE OÍDO A LOS MARES GRITAR MI NOMBRE y EL CÓDICE DE LAS BRUJAS respectivamente.

Así que ya resultaba extraño que un icono cultural como era el vampiro aún no hubiera protagonizado alguna de sus obras. Es por eso que una novela como DE LAS CIUDADES VUESTRAS TUMBAS se esperaba con ganas y grandes expectativas, cierto temor y sobre todo con curiosidad por ver cómo el escritor era capaz de afrontar un tema tan relamido sin caer en demasiados tópicos o evitando aventurarse en los caminos fáciles que todo el mundo conoce ya al dedillo. Son en estos casos en los que resulta inevitable hacer un poco de trampa, pero si uno sabe jugar bien sus cartas puede hacer de lo más complicado su mejor baza, porque en esta novela la figura del vampiro no tiene su base en alguno de los estereotipos más básicos que conocemos, sino que Conde construye a sus chupasangres con retazos de este y de su evolución a lo largo de la historia, y como veremos pronto lo hace de una peculiar manera, explicando el trasfondo por media de la historia que narra, y no a la inversa.

Una historia que nos narra en primera persona Jarek Kôdz, el cual vivió sus primeros meses de vida en un campo de concentración nazi en compañía de su madre y de su hermano mayor y cuya vida terminaría girando en torno a los extraños sucesos que allí acontecerían y le llevaría a una incansable búsqueda de la verdad, una investigación que le llevará a descubrir mucho más de lo que su cordura pudiera abarcar.
Cabe destacar que DE LAS CIUDADES VUESTRAS TUMBAS está dividido y bien diferenciado en dos partes. La primera no solo sirve para presentarnos al narrador y protagonista, sino para ayudarnos a dar los primeros pasos a un mundo que apenas ha salido de las habladurías y leyendas mientras Jarek se encamina a una caza de brujas que tendrá como objetivo principal encontrar a esa criatura que puebla sus pesadillas desde la infancia o perder por el camino la cordura. Hay que reconocer, eso si, que esta primera parte no puede librarse de cierta "artificialidad" en su desarrollo, puesto que uno tiene la sensación de que si el protagonista consigue dar un paso adelante, si está un poco más cerca de encontrar respuestas no es por su inteligencia ni por su poder de deducción, sino porque debe tener un trébol de cuatro hojas metido en el culo. La trama tiene que recurrir en no pocas ocasiones a la suerte o la casualidad para encontrar una salida y seguir avanzando, para que todas las piezas acaben en su sitio cuando de comienzo la partida final, la segunda parte de la narración, donde el escritor nos sorprende saltándonos a la yugular en una vorágine de violencia y destrucción que puede cogernos totalmente desprevenidos.

Esta es así pues ante una historia que usa la sorpresa con inteligencia y la revelación de nuevos datos como arma principal, así que como comentábamos anteriormente, no duda en apoyarse a su vez en un buen numero de influencias que han ido modelando a esta famosa criatura de la noche hasta la actualidad, pedazos de un lado, pellizcos de otro que le sirven para equilibrar una balanza que pesa lo original y lo prestado. Si tuviéramos entonces que tomar una referencia como base, quizá trasfondos tan complejos como los que ha creado el famosos juego de rol LA MASCARADA, los cómics de la serie 30 DÍAS DE OSCURIDAD de Niles y Templesmith o la mencionada saga NOCTURA podría servir bien como idea inicial, pero Víctor Conde no se priva de otorgar a la historia de su toque peculiar que va más allá de simples curiosidades, y se lanza de cabeza a moldear su historia desde sus orígenes, creencias religiosas y sociedades, y lo hace otorgando a la obra de un ritmo más cambiante que un tema de rock progresivo.

La obra de este escritor dentro del campo del terror siempre se ha caracterizado por ser muy atmosférica, por saber poner en situación al lector para, una vez se cree "cómodo", arrebatarle esa sensación de seguridad que tanto le ha costado fortificar, por cuidar cada mínimo detalle para enriquecer historias que se centran más en el suspense que en el horror más explícito y visual, lo que no quiere decir que novelas como NATURALEZA MUERTA no esté plagada de escenas muy impactantes por su contenido a veces extremo y otras cerca a lo simbólico. DE LAS CIUDADES VUESTRAS TUMBAS mantiene un estilo que hace fácilmente reconocible la pluma del autor, pero también es la obra (de las citadas) más próxima al cine de acción y terror que Hollywood nos tiene acostumbrados en los últimos años. Vemos aquí que lo que empieza siendo una historia personal, casi íntima, una búsqueda que solo implica la satisfacción personal del protagonista, va progresivamente convirtiéndose en una secuencia de situaciones cuyo desenlace puede terminar afectando a toda la humanidad. Es como estar viendo una película de vampiros dirigida por Coppola (Si, otra) no exenta de cierta extraña belleza por lo decadente y terrorífico para, poco a poco empezar a proyectar lo que podría haber sido algo como Blade o Underworld si un director competente con dos dedos de frente se hubiera hecho cargo de las sagas.

Por desgracia, existe un factor que no termina de convencerme, y es algo que no es precisamente ocasional, sino que se arrastra a lo largo de toda la novela. Vale, aceptemos que una buen de  relato miedo no tiene por qué cerrar las puertas al romance, mejor aún si hablamos de esas historias de amor imposibles, peligrosas y llenas de obstáculos que los amantes deben salvar..., pero a la hora de la verdad lo que ocurre aquí es que alguien le esta declarando su amor a una piedra. Es así de carente de sentido y sentimiento, tan triste como un copo de nieve enamorado del sol. Y es una pena, porque Jarek es un personaje bien construido, sólido y que sabe hacer creíble tanto sus virtudes como sus defectos, pero los esfuerzos por ofrecer estos amagos de momentos de ternura, ese intento de meter con calzador una moraleja que diga algo así como "El amor todo lo puede" o "Si Drácula recorrió océanos de tiempo para encontrarla, yo también. Y mejor y más rápido" se quedan en actos que solo encuentran compasión y cierta vergüenza ajena por parte del lector. Una situación que va agravándose hasta volverse casi incompatible con la historia.

Pero no desesperemos, porque la sangre y el suspense siguen siendo los principales elementos con os que se vale DE LAS CIUDADES VUESTRAS TUMBAS para prometer y ofrecer al espectador una lectura entretenida y gratificante, un lector este por cierto que no tiene por qué ser exclusivamente un cazador de novelas de vampiros, sino que abre un amplio abanico de posibilidades al público objetivo, ofreciendo multitud de facetas en una misma lectura, dotando a la acción de gran poder visual y rítmico, llenos de información, curiosidades y guiños o referencias actuales (sin olvidar algún que otro chiste malo del que se podría haber prescindido) que engrandecen tanto a la historia como a los personajes que la crean.

DE LAS CIUDADES VUESTRAS TUMBAS es un perfecto ejemplo de que a veces se pueden crear novelas sin preocuparse por ser demasiado pretencioso y acabar con un resultado más que notable, inteligente, adrenalínico en su último tramo y que, pese a que en ocasiones se pueda hacer un poco cuesta arriba en algunas escenas, es fácil catar la totalidad de la obra en apenas dos mordiscos bien dados. Victor Conde no solo vuelve a conseguir dos de los objetivos que siempre parece proponerse: hacer algo diferente y mantenerse en su estilo reconocible. Y de propina consigue otra cosa, devolver parte de la majestuosidad que las nuevas generaciones amantes del romance sobrenatural han arrebatado a uno de los más importantes iconos del terror. trayendo de nuevo a la vida, valga la ironía al vampiro.

Reseña: TRANSCREPUSCULAR de Emilio Bueso.

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Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

TRANSCREPUSCULAR de Emilio Bueso.

Esta es la historia de una búsqueda más allá del ocaso que arranca con el canto de los caracoles, entre huertos surcados por escarabajos de tiro, que deja atrás los establos de libélulas y refugios de tormenta, los templos de los animistas y los círculos de dólmenes de los astrólogos, y que se adentra por los laberintos del hielo siete y bosques de helechos plagados de arañas gigantes. Es la historia de un viaje desquiciado en busca de respuestas a preguntas que nadie comprende hasta el final de las tierras en las que nunca sale el sol. Somos un grupo pequeño: mi señora y su brujo; un forajido ventrílocuo; mi babosa, mis espadas y yo mismo. Y cargamos el peso del mundo en los hombros. 

La simbiosis como posible motor evolutivo es el gran descubrimiento implícito de Transcrepuscular, la última propuesta narrativa de Emilio Bueso y la primera entrega de una trilogía de ciencia ficción en la que pone en evidencia la visión etnocentrista del mundo que tienen los humanos asilvestrados. Bueso abraza el formato de una road movie y, en medio de una narración pirotécnica, se sirve de sus personajes para mostrar diferentes estructuras sociales de explotación y denunciar los procesos de adoctrinamiento y supervivencia sobre los que se asientan sus personalidades. Una nueva y espectacular novela del autor de Cenital, Esta noche arderá el cielo y Extraños eones.

Existe una aparente (digo aparente porque no descarto que todo esto sea fruto de mi imaginación) costumbre y habilidad dentro del mundo de las historias escritas de poner en boca, oídos y ojos de los lectores términos y conceptos que han existido desde hace mucho tiempo, haciéndonos creer que son palabras nuevas y nosotros unos privilegiados por ser conocedores de ellas y así poder entrar en cualquier discusión sobre significado, veracidad, sentido o métodos de aplicación.

¿Recordáis cuando hace unos años se publicó en España LA CASA DE HOJAS de Mark Z. Danielewski? De repente todo era escritura experimental, metaliteratura..., los lectores le buscaban el doble o el triple sentido a todo y muchos escritores practicaban origamis con sus textos, llenándolos de florituras y chuminadas que sacaban de quicio al maquetador más experto. Poco después ocurrió algo similar con las historias distópicas, gracias a las cuales los foros y redes sociales se convirtieron en auténticos circos de payas... de gladiadores que combatían por definir el término, clasificar lo que era distopía de lo que no, de lo que era un simple futuro postapocalíptico o una especulación, y mientras tanto, los autores llegaban sonrientes con su nuevo libro bajo el brazo y terminaban volviendo cabizbajos, replanteándose su porvenir en la literatura y su fe en la humanidad. Y suma y sigue... hasta hoy, un periodo en que al parecer la literatura de género parece gozar de buena salud y donde ha vuelto a la actualidad un termino que existe desde que a alguien se le ocurrió pensar que el mundo real se había quedado demasiado pequeño y gris para contar historias y, en pos de poner a toda máquina su imaginación y por ende la curiosidad del lector, decidió crear mundo nuevos, con todo lo que ello conlleva: Flora, fauna, razas, sistemas de gobierno, clases sociales, arte, industria, idiomas, ciencia...

Toda obra literaria basada en ficción tiene siempre algo de Worldbuilding, e incluso las historias basadas en hechos reales no carecen de momentos en que la manipulación del espacio, el tiempo y la interacción de los personajes que forman parte de ella se verán de algún modo modificados o alterados a favor de la narración, creando así un mundo nuevo que ha abierto una ventana a una posibilidad que se le podría haber negado.

Pero ni siquiera la creación de mundos nuevos o reconstruidos de los reales está exento de polémica, de detractores que critican, ya no el hecho de que el escritor de turno juegue a ser Dios con el poder casi ilimitado que le da la imaginación, sino con el exceso que a veces muestra en la exposición de tal "magia". Son a esos defensores del "deja eso como está, no la líes más", del "Juego de Tronos mola porque es realista" a los que me imagino leyendo el último trabajo de Bueso y mi consecuente descojone al ver sus cabezas explosionando. 

TRANSCREPUSCULAR es uno de esos títulos que ya antes de estar en la calle se proclama candidato y favorito al galardón especial de la novela más esperada y que mayor expectación ha creado del año... bueno, de éste y del pasado para ser francos, y no sólo por estar hablando del nuevo trabajo de Emilio Bueso, algo que siempre suele ser señal de garantía, sino que tampoco se podría dejar pasar por alto la manera en la que la obra prometía alejarse de todo a lo que nos había acostumbrado con novelas como DIÁSTOLE, CENITAL o EXTRAÑOS EONES, introduciéndose esta vez en la fantasía con toques de ciencia ficción. Eso, sumado a que la editorial encargada de publicar la novela, Gigamesh, es de esas a la que cada cierto tiempo hay que recordarle que aquí en España también se escribe, y bastante bien, dio como resultado uno de esos objetos de culto que antes de que nadie lo tuviera delante ya coleccionaba sus cinco estrellitas y sus máximas puntuaciones en toda la red.

Y no nos olvidemos de su edición: 800 copias plateadas y 200 doradas, estas últimas numeradas y garabateadas por el escritor. Ambas ediciones con tres portadas distintas y de tirada única. Más de uno seguro que se sacaría de la manga la absurda idea de que cuidar el continente de manera descontrolada es únicamente para compensar la falta de contenido, perjudicado por el exceso de hype producido y potencialmente decepcionante para esa peculiar raza de lectores de piel tan fina como el papel que esperan de TRANSCREPUSCULAR la lectura del año, y punto.

Y ahí estaba yo, desempaquetando mi ejemplar dorado numero 168 y con un valor en el mercado de 42 euros, poniéndome cómodo y dejando que mi mente se zambullera de cabeza al que se dice el libro más loco de Bueso, devorando página tras página, no viendo la hora en que acabara mi jornada laboral para seguir con la lectura. Pocas sesiones después, leo los últimos párrafos, cierro el tomo con suavidad y me quedo varios minutos reflexionando sobre todo y sobre nada mientras degusto un café. Al poco rato me levanto, me acerco a mi pila de lecturas pendientes, escojo uno no precisamente al azar y abro la primera página... ¿Habéis visto ya donde está el problema?

He leído casi todas las novelas de Emilio Bueso (aunque sigo teniendo clavada cierta astilla llamada NOCHE CERRADA) y siempre he tenido a su obra como lecturas que requieren una posterior terapia y rehabilitación. ¿Cuántas veces he comparado la resaca que provocan sus lecturas con una paliza en un callejón oscuro? No pocas, y en cierto modo esperaba que en esta ocasión no fuera muy distinto... y me equivoqué. Sí, he disfrutado muchísimo de TRANSCREPUSCULAR, me ha hecho evocar imágenes de lo más extrañas y atractivas a su modo. Su historia, pese a no marcar un rumbo prefijado hacia un objetivo que tengamos claro, me ha enganchado a sus páginas de principio a fin sin que por medio tenga que lamentar momentos de pesadez o aburrimiento, pero me ha dejado con la sensación de que Bueso me ha excluido de la lista de perjudicados y damnificados de la historia. He echado de menos el que entre los objetivos más allá del mero entretenimiento no se encontrara el querer hacerme daño, reflexionar sobre las distintas interpretaciones de lo leído mientras me lamía las heridas provocadas en el camino.

No obstante, esto no quiere decir que TRANSCREPUSCULAR no tenga momentos en los que la ficción mire con ojo crítico a la realidad y aproveche numerosas ocasiones para sacar la pancarta oportuna, protestando, criticando situaciones y/o comportamientos que forman parte del día a día de nuestra vida, dando unos resultados cuanto menos llamativos aplicados al mundo que Bueso ha construido para nosotros.

Porque por encima de todo, esta novela, dejando aparte etiquetas que intentan clasificar esta locura como Sword & Planet o Biopunk, es una novela de fantasía de corte de lo más tradicional, un viaje por episodios de progresión y evolución personal presente pero poco marcado. En otras palabras, Bueso recupera la trama en la que un grupo de "héroes" deberán recorrer un mundo inhóspito y lleno de peligros, personajes que por lo general apenas pueden mirarse a la cara al comienzo pero que poco a poco y gracias a la experiencia y las confesiones que se desarrollan en la trama terminan encontrando sentimientos que creían ocultos y blablabla... Una odisea episódica que apenas varía en su estructura. Es decir: los protagonistas llegan a un lugar cuya descripción nos ayuda a conectar un poco más con el trasfondo del mundo donde se ambienta la novela, terminan pasando cosas (generalmente chungas) que de una u otra manera supondrán una revelación y un aprendizaje que más adelante les ayudará en su objetivo final. Y ya está. En principio parece la premisa más antigua y simple del mundo, pero no os alarméis, es que lo es. Pero también es el aspecto en que TRANSCREPUSCULAR muestra toda su fuerza, consiguiendo en su mezcla de cuento tradicional y su apartado visual, estético, histórico y estructural, una experiencia totalmente nueva y diferente a la que se nos tiene acostumbrados.

Reíros todo lo que queráis, pero si tuviera que explicar qué es lo que entra por los ojos cuando uno lee esta novela, sería como tomarse un cóctel de drogas duras y alucinógenos y viajar a un mundo semejante a Pandora de la película Ávatar, claro está si sus habitantes hubieran dedicado su existencia a la explotación laboral y la vida bélica. Una tierra gobernada por humanos e insectos gigantes en algo que va mucho más allá de la convivencia y un repertorio de recursos y detalles que dejarían en paños menores a las más ingeniosas invenciones de las hormigas de Bichos de Pixar. Pero sin duda, uno de los elementos fundamentales para comprender cómo funciona el mundo de TRANSCREPUSCULAR es la simbiosis, una capacidad de conexión entre humano y el entorno que le rodea que va mucho más lejos y es infinitamente más ambicioso que el que vimos en la mencionada película de James Cameron. Reconozcámoslo, esto no es un "Los pitufos descubren la traición, el robo y el asesinato y se dan cuenta de que les mola mogollón", sino que Bueso se las ingenia para casi desde cero crear un universo al que apenas le falta detalle, tan basto que obviamente no puede abarcarse en su totalidad en un solo tomo de 280 páginas (Y os aseguro que hay momentos en los que la avalancha de información en ocasiones resulta excesiva o al menos apabullante).

Comentaba anteriormente que no es buena idea comparar esta novela con los anteriores trabajos del autor, porque se echa en falta algo, cierta confidencialidad directa con el lector, ganas de hacer daño, de encontrarse a sí mismo entre lineas y aparta rápido la vista ante tan repugnante panorama. Sin embargo, aunque la trama de esta historia no se aleje de un concepto cercano al sota, caballo y rey, aunque tenga claro que su objetivo por encima de todo es ofrecer un muy buen rato de entretenimiento literario, lleno de aventuras, acción, peculiares paisajes y extrañas costumbres, sí es verdad que uno siente cierta extrañeza en el recorrido, como si alguien estuviera observando, vigilando cada reacción al pasar de página, como un peculiar Gollum dentro de nuestra cabeza, advirtiéndonos de que algo va mal, que nada es lo que parece, que igual lo que hace tic tac entre nuestras piernas es una bomba sin cuenta atrás.

Y es que a fin y al cabo, eso es TRANSCREPUSCULAR. Una absoluta locura que puede presumir de su impresionabilidad, que nunca sabes por donde te va a dirigir ni te ayuda a decidir qué debes tomarte a coña y qué en serio. Y para muestra tenemos a sus protagonistas, que en un momento parecen querer rendir homenaje al reparto de Heroquest o Dragonlance y al siguiente su creador los convierte en guiñapos, burlas, parodias de la imagen estereotipada del héroe del género de espada y brujería, hasta el punto de que en más de una ocasión encontramos como punto guía y principal foco de lucidez y sentido común al que debería ser, por lógica del que más deberíamos alejarnos... y si no me creéis, bueno, ya conoceréis al trapo.

¿Es entonces TRANSCREPUSCULAR el libro más arriesgado y loco de Emilio Bueso? Pues mira, no te diría yo que no, pero también es el más tradicional, el que más se acerca a un género que puede unir en las mismas páginas acción, humor, intriga, que se guía muchísimo por el apartado visual, haciendo que el lector enfoque rápidamente lo leído a una pantalla de cine, o en este caso y creo más adecuado, a las viñetas de un cómic. ¿Es TRANSCREPUSCULAR el mejor libro de Emilio Bueso? Ni por asomo. Es más, me atrevería a decir sin parpadear que de lo leído del autor es el que menos me ha gustado (reitero para los que esperan la mínima para tergiversar palabras que esto no quiere decir que la novela sea mala), no alcanzando siquiera lo sentido leyendo la tan criticada ESTA NOCHE ARDERÁ EL CIELO. Quizá sea porque es la obra que más deambula por terrenos harto recorridos que no deja de ser reconocible por muchas capas de pintura que se le eche encima. Quizá echo en falta esa rabia que destila la obra de Bueso, que parece que en vez de pluma para escribir use un bate de baseball. Y sí, en cierto modo me ha decepcionado porque se que él puede hacerlo mucho mejor, porque es a lo que nos tiene acostumbrados, pero a raíz de esto también siento cierto consuelo. Consuelo porque a fin y al cabo solo hemos leído una tercera parte de la obra completa, la primera entrega de la trilogía LOS OJOS BIZCOS DEL SOL, consuelo por seguir manteniendo el beneficio de la duda, de no saber si la bomba ha explotado ya, o acaso TRANSCREPUSCULAR solo sea ese leve chispazo que antecede al estallido.

SORTEO: CENIZAS de Juan de Dios Garduño

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Ante la inminente salida de Cenizas, la nueva novela de Juan de Dios Garduño y esperadísima segunda parte de Y PESE A TODO, le hemos echado un poco de morro y hemos robado uno de sus ejemplares de su sala de alta seguridad y, como es lógico, se lo vamos a poner difícil para recuperarlo de modo que alguno de vosotros se lo pueda llevar a casa dedicado por el autor... al menos con una petición de rescate.



Para conseguirlo solo tenéis que seguir los siguientes pasos:

 - Dale a ME GUSTA a la página de Facebook de AUTOPSIAS LITERARIAS DEL DR. MOTOSIERRA.

 - Comparte de manera pública en tu muro el POST oficial del concurso.

 - Escribe un comentario en el POST oficial ETIQUETANDO a dos amigos con los que lucharías contra los albinos,

Tenéis hasta el lunes 26 de junio a las 23:59 para participar y tener la oportunidad de llevaros este ejemplar firmado a casa.

¡¡¡MUCHA SUERTE!!!

Ganador sorteo CENIZAS de Juan de Dios Garduño.

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Y llegó el momento. Sois muchos los que habéis participado y por ello os estamos inmensamente agradecidos. Pero como decían en una famosa saga, "Solo puede quedar uno", y tras hacer recuento y dejar la suerte a manos de Sortea2, la afortunada que va a llevarse a casa el ejemplar firmado y dedicado de CENIZAS de Juan de Dios Garduño es:


Felicidades a Anita Moreno Medina. En breve contactaremos contigo para hacerte llegar tu ejemplar y que lo disfrutes lo antes posible.
Y a los demás, daros de nuevo las gracias por tan numerosa participación, pero no deseperéis, estamos planeando varios concursos, y puede que alguno de ellos os haga sudar la gota mucho a vosotros y a vuestro talento.

¡Nos vemos en la siguiente reseña!


Reseña: EL OLOR DE LAS HOJAS MUERTAS de Sergio Moreno.

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Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

EL OLOR DE LAS HOJAS MUERTAS de Sergio Moreno.

Un cuervo posado sobre la luna.

Eso es lo que ve Darío cuando, a una semana de cumplir once años, los noticiarios de todo el planeta se llenan de imágenes que muestran una extraña sombra cubriendo parte de su circunferencia. Septiembre está empezando a alfombrar la ciudad con un manto de hojas muertas y, mientras él trata de imaginar una causa para semejante suceso, el mundo vive pegado a la televisión. Pero lo que deben ver no está tras las pantallas, sino tras los cristales de las ventanas. 

Mientras tanto, no muy lejos de allí, un hombre lo contempla todo con una sonrisa de satisfacción. Porque cree saber qué es lo que está pasando. Porque todo está escrito en un libro que le ha obsesionado desde su juventud. Siempre supo que todo lo que contaba era cierto, y ahora que el mundo parece condenado, el nombre de su autor ha pasado a ser el de su Dios particular. «Charles Hoy Fort lo sabía -se dice-. La cuenta atrás ha empezado».

Darío deberá enfrentarse al miedo y la soledad cuando el silencio se coma su vida, cuando la lluvia se lleve consigo todo lo que fue y deje únicamente a un niño con un chubasquero amarillo y una mochila a la espalda en las calles de Madrid.

Unas calles que pronto se teñirán de rojo.

Que si, que vale, que disfrutamos presumiendo de las bellezas naturales de nuestro querido planeta o de las maravillas que la mano humana a lo largo de su historia ha construido para formar parte de la eternidad y del legado de nuestra especie. Nos sentimos orgullosos de nuestro hogar, y los que tenemos un par de dedos de frente nos preocupamos por su bienestar, lamentando cuando alguien hace enfermar alguno de sus pulmones con incendios o deforestaciones, o cuando el fanatismo religioso aniquila ungidos por el odio y la ceguera, miles de vidas de nuestros semejantes o herencias artísticas de otros tiempos, de otras culturas. Nuestra alma llora y nuestro corazón se llena de rabia.

Pues eso, que si, amamos a nuestro mundo por encima de todas las cosas aunque no seamos conscientes de ello. A fin y al cabo, sin él no podríamos vivir, y ésta vez no estoy usando una metáfora romántica para acrecentar la belleza de las emociones, sino que es de cajón. Igual es ese amor, esa dependencia de su constante presencia y abrazo la que hace que en algún momento de nuestras vidas todos y cada uno nos imaginemos sin ella, fantaseando con verlo convertido en una bola de fuego y cenizas, inundado o poniendo a la especie humana en peligro de extinción a manos de algún tipo de amenaza biológica o sobrenatural.
Y sin duda en este campo los escritores, guionistas y cuenta historias en general parecen tener un don para mandar a nuestro planeta a tomar por culo cada poco tiempo y de maneras tan variadas e inverosímiles, que pocas cosas quedan que el mundo y sus habitantes no hayan sufrido ya en algún momento. Nos han echado encima plagas de muertos vivientes, nos han invadido dioses ancestrales de otros tiempos y dimensiones. Terremotos, maremotos y demás fuerzas de la naturaleza desatada ya no tienen secretos para nosotros. Los alienígenas parecen tener a la Tierra como centro turístico para hacer erasmus y hasta los seres del inframundo se dan de vez en cuando paseos por la superficie para matar el tiempo y lo que se les cruce. ¡Joder!, si hasta han demolido el planeta entero para construir una autopista...

En fin, que hemos llegado al punto en que ante las primeras evidencias de un nuevo desastre que ponga en jaque el concepto de vida que nos llega en formato libro, película o videojuego apenas consigue un efecto de vana curiosidad y un vago y desganado alzamiento de ceja. Y es que las herramientas y los materiales están ahí. Solo hay que saber utilizarlos.

EL OLOR DE LAS HOJAS MUERTAS es el resultado de la combinación de ambos elementos, teniendo como arquitecto a Segio Moreno, autor madrileño que tras probar suerte en el mundo de los relatos corto con SUSURROS DE SÓTANO Y DESVÁN y el terror sobrenatural de INSOMNIO, nos trae su visión personal del apocalipsis definitivo. Y sinceramente, soy el primer sorprendido al comprobar que el resultado es espectacular.

Aparte de bastante cansino (lo se, lo siento), la literatura Z es uno de los mejores ejemplos (al menos una buena parte de las publicaciones más actuales de dicho género)  de como el fin del mundo, el día del juicio final ha perdido buena parte de su significado emocional y, sobretodo, su impacto. Ponernos un puñado de muertos vivientes deambulando por las calles, arrastrando los pies mientras un grupo de supervivientes se refugia en un comercio u hogar una, y otra, y otra vez ha hecho que la visión general del desastre y su significado pierda completamente el sentido a favor de historias individuales de índole personal que resultarían en muchos casos poco creíbles si buscáramos el realismo más extremo en los relatos. Es decir, el fin del mundo en la literatura y el cine se ha convertido en una simple excusa en lugar del motivo o el eje en torno giran el nudo y desenlace. Así, Sergio Moreno busca y encuentra con su nueva novela el equilibrio entre la trama personal y la constante amenaza que supone cada paso, pensamiento o decisión, y lo hace de la manera más cruel pero efectiva: a través de los ojos de un niño, la más pura de las inocencias enfrentada a la más atroz de las pesadillas, un horror no siempre desconocido, pero usado de manera eficaz, sin ataduras y cargado de referencias.

Sergio parece usar su mente como una inmensa esponja, absorbe datos, escenas, influencias de todo tipo y origen y los acumula para después vomitarlos y dar forma a sus novelas. EL OLOR DE LAS HOJAS MUERTAS es el mejor ejemplo de ello y a lo largo del viaje que se nos propone no serán pocas las veces que intentemos hacer memoria recordando dónde hemos visto una u otra cosa. Y hacer eso es una perdida de tiempo ya os lo digo yo , puesto que cada elemento está compuesto por multitud de detalles que convierten lo conocido en nuevo...
Bueno vale, vamos a ser sinceros y un poco claros por una vez. Si buscáis una idea básica pero clara del tipo de relato que vamos a encontrar aquí, podríamos definirla como el resultado de una tarde de copas entre H. P. Lovecraft y Richard Matheson mientras Santiago Eximeno sirve las bebidas,... y ni siquiera así, puesto que mundos como los de los videojuegos o el cine a menudo alzan la voz muy alto en estas páginas. Dead Space, The Last of Us, The Thing, Soy Leyenda, una pizca de tonos macabros que aprobarían Brian Keene o Clive Barker de seguir escribiendo terror. Sin olvidar esa necesidad de seguir leyendo hasta el final para resolver el misterio propia de autores de nuestra tierra como Victo Conde. Siguiendo así, tendríamos una novela que, lejos de ser una aberración, un Frankenstein hecho con trozos de aquí y de allá y nada propio, parece moldeado de cero, otorgando a cada curva, cada costura, una personalidad si no propia, en absoluto reprochable.

A Fin y al cabo esta es una historia sobre el fin. Un fin que llega prácticamente antes de que la vida de muchos de comienzo, porque con solo 11 años, Darío y su familia contemplan como su existencia y el mundo que les rodea cambian radicalmente, sustituyendo preocupaciones que hoy ocupan casi todo nuestro tiempo como el trabajo o nuestro nivel económico por otros que convierten cada paso dado en un golpe de suerte si éste no acaba con alguien muerto. Un apocalipsis que Sergio se cuida de mostrar al detalle, haciéndolo evolucionar para inspirar al lector terrores e inquietudes que puede que ya conozcan de campos como el horror cósmico hasta llegar al más explícito gore, detalles que flotan en un caldo atmosférico que en ocasiones recuerdan los peores terrenos de niebla y oxido rojo de ese lugar tan conocido como es Silent Hill y sus habitantes. Y tampoco es solo el personaje de Darío el que se lleva el mérito de que el lector descubra sensaciones escalofriantes, ni la transformación de lugares conocidos (sobre todo para madrileños) en paisajes de autentica pesadilla, sino la unión de ambos y la misión que cumplen juntos.
Porque muchas veces se nos han vendido una historia de terror que, en el momento de la verdad nunca consigue salir de un relato con mucha acción, violencia, muerte y algún intento fracasado de giro argumental inquietante. EL OLOR DE LAS HOJAS MUERTAS es un crescendo rítmico de emociones donde destaca, por fin, la capacidad de tener al lector incómodo y angustiado. Sensaciones desagradables que no le abandonan ni siquiera cuando el pasaje sugiere una breve pausa de tanto sufrimiento y horror, un minúsculo rayo de luz esperanzadora, porque aquí uno se acostumbra a saber que nada de eso es cierto, que todo se puede ir a la mierda en el siguiente párrafo. Sonará típico y banal todo esto, peor alguien aficionado a la literatura de terror como yo cada vez lo tiene más difícil para encontrar la emoción que predica el género, y Sergio ha demostrado que no le gusta quedar mal en los retos difíciles.

A todo lo mencionado debemos sumarle dos sombras que cubren la totalidad del relato, y con más parentesco del que algunos creen. Por un lado es inevitable no mencionar a Charles Hoy Fort, investigador que en su Libro de los Condenados recopilaba más de dos mil hechos que ocurrieron a lo largo de la historia y que la ciencia no ha conseguido dar explicación. Una obra cuyo contenido tendrá gran importancia en esta novela, yendo mucho más allá de lluvias de sangre o manchas lunares. Otra sombra que se alza sobre la visión del Madrid apocalíptico de Sergio Moreno es la de la inconfundible y siempre bienvenida figura de Lovecraft, evidente influencia que, por cierto admiraba el trabajo de Fort y deja una clara estampa a lo largo de EL OLOR DE LAS HOJAS MUERTAS, donde se refleja su lado más visual y descriptivo y acrecenta la insignificancia del ser humano en el universo.

Tantas referencias, tantos enfoques, así como constantes cambios espacio temporales y alternancias de personajes hacen pensar que estamos ante un libro largo y denso, y es curioso porque cuando llevaba leído un tercio del mismo no podría sino afirmar este hecho, pero tras finalizarlo uno no puede evitar pensar que igual no es que Sergio alargue la historia innecesariamente, sino que la conexión con Darío y el consecuente sufrimiento igual nos supera y terminamos por rogar por el fin de su desgracia. No niego que algunos pasajes puedan alargarse más de la cuenta, y que la obra seguramente no se habría visto afectada en absoluto si se hubiera recortado un poco, pero con el tiempo uno se va olvidando de esto y prefiere verlo no como un defecto, sino como una seña de identidad del autor.

Una de muchas, porque si bien Sergio Moreno maneja la pluma con maestría y guiado por nombres nada desconocidos por los que todos seguimos disfrutando del género de terror, también ha sabido darle personalidad a su trabajo, de un ritmo ágil pero que no desaprovecha momento alguno para ser detallista, tanto con sus personajes como sus escenarios, sabiendo donde apunta con el puñal cuando quiere hacer daño de verdad y manejando la intriga de modo que no querrás parar de leer . Y lo mejor de todo, aunque poca gente suele destacar la importancia de esto, es que se siente la comodidad, el placer que cada párrafo destila por el gusto a la literatura, con sus virtudes y sus defectos (a veces se abusa del uso de algunos términos), pero siempre buscando un estilo propio sin proponerse ser otro Stephen King del montón destinados a acabar en el olvido.. Algo que mucho autores con varios títulos a sus espaldas pierden o descuidan en su acomodamiento y su ego.

Supongo que ha llegado el momento de los "peros", y aparte de los mencionados pequeños errores relacionados con la narrativa (Por ejemplo, en una sola página se usa dos veces la expresión "no se paró a pensar") solo me llaman la atención dos, uno de índole personal y que podéis saltaros y otro terrible.
En un momento bastante avanzado de la trama se desvela la historia de uno de los personajes principales de la novela, y aunque apruebo y admiro toda muestra de crítica social y reivindicación, es este caso no puedo evitar sentir como si ésta, debido a su naturaleza imprevista, lo corto de su desarrollo y la poca relevancia que tiene en apariencia con la historia principal, existiera de manera forzada, exigida y que denota cierta incomodidad al ser escrita. Pero como digo, esto no va más allá de una opinión personal, lo serio viene ahora, y ni siquiera tiene que ver con Sergio y su relato...
Cualquiera que me conoce sabe como trato los libros, sabe que cuando termino de leer una novela podría volver a ponerla en la estantería de una librería y pasar como nuevo. Por eso me jode que un libro como éste, al que considero uno de los títulos más potentes del terror patrio del presente año tenga una labor de edición tan pobre que algunas de las páginas del final se han despegado inexplicablemente del lomo, haciendo que una futura e inminente relectura se convierta en un juego de malabares que inevitablemente hace perder parte del placer de la experiencia. Duele que un contenido de la calidad de la presente obra, del trabajo de ilustración de Alberto Góngora, que si bien no es de mis favoritos, su trabajo siempre es admirable, tenga un continente que no esté a la altura.

Pues si, EL OLOR DE LAS HOJAS MUERTAS es, como habéis leído un poco más arriba, uno de los mejores títulos de terror publicados este año que podéis encontrar. Una historia llena de imaginación, talento y sentimientos batidos para dar como resultado una historia terrorífica, emotiva, dura y cruel, en ocasiones injusta y con uno de esos desenlaces tan apoteósico que resulta difícil de digerir pero que no puedes parar de disfrutar.
Esta es una de esas novelas que son puro gozo pero que no evitan dejar cierto temor en el aire... preguntándote si el autor estará a la altura en su próxima obra al haber soltado aquí tal cantidad de artillería. ¿Cómo será el segundo asalto?

Reseña: GASMASQUE Nº 0 de VV.AA.

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Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

GASMASQUE Nº 0 de VV.AA.

Lo que están a punto de presenciar en este número 0 de GAS;ASQUE, es un totum revolutum de cine, música, y cultura popular cocido batido y regurgitado por gente de bien. GasMask Editores os invita a un pase psicodélico, terrorífico, surrealista, ensayístico y de ficción científica lleno de artículos, traducciones de rarezas bibliográficas, ficción oscura y máscaras de gas.

Hace unos días asistimos al evento ¡HOSTIA UN LIBRO! celebrado en Madrid. Un festival cultural que tiene como objetivo promover la literatura y los guantazos a mano abierta... bueno, esto último con moderación y siempre bajo el cariño, el respeto y la promoción intelectual. Este era el tercer año en que la asociación responsable y los invitados colaboradores promovían la microedición y a la pequeña editorial, y lo más triste de todo es que seguramente muchas personas habrán dejado de leer a partir de este punto en cuanto han visto términos tan peliagudos como "microedición" (uy, eso no lo compra nadie) o "pequeña editorial" (Ja, mira a esos muertos de hambre) por pérdida de interés o simple miedo a lo desconocido, y se habrán vuelto a la sección de los más vendidos de la Casa del Libro, porque el sello Bestseller siempre es símbolo de calidad, ¿Verdad?. Si, es una pena porque muchas veces este tipo de eventos suelen representar la equis del mapa del tesoro de quien se aventura a buscar experiencias realmente confortantes, nuevas, únicas y valientes.

Buena prueba de ello es la presencia, ya sea con stand propio o por medio de librerías especializadas, de sellos atípicos pero necesarios que se han atrevido a traernos productos tan arriesgados como maravillosos. Gente como la de Antipersona y su constante disección del lado más oscuro de la ética humana, el mayor exponente de introducción del género bizarro por parte de Orciny Press, Kelonia, con títulos que nada tienen que envidiar a éxitos de fantasía de grandes editoriales, La Librería de Carfax y sus fuertes primeros pasos con clásicos contemporáneos del terror, Pulpture, Cazador de Ratas, Apache, Cerbero, y por supuesto Gasmask Editores, con los que nos vamos a quedar un rato hablando...

Son pocas las experiencias a las que, baje el sello de esta editorial he dedicado mi tiempo, pero ha sido suficiente para dejarme claro que sus temáticas y manera de tratar los asuntos en cuestión ni busca ni encuentra la indiferencia del lector. Así, por ejemplo BASTARD MOVIES, aparte de ser una hilarante colección de críticas cinematográficas es una lección de humildad, que viene a decir que, por mucho esfuerzo, por mucha dedicación y sacrificio que hay detrás de una película, si ésta es una puta mierda, nunca va a dejar de serlo, y nadie debería en consecuencia, reprimirse a la hora de decirlo... lo que me hace preguntarme, ¿Para cuándo un BASTARD BOOKS?
Por otro lado, CUERPOS. LAS OTRAS VIDAS DEL CADÁVER de Erica Couto.Ferreira nos trae un tema atípico y a veces peliagudo como es la conservación y estudio del cuerpo humano difunto, incluyendo su trato no solo como objeto de academias, sino también como escultura o reliquia, así como la exposición del trabajo del verdugo tratado casi como una ciencia o evidencias que acrecientan la existencia del vampiro más allá del mito.

GasMask Editores es una editorial cuyos mayores esfuerzos son centrados en el ensayo. En su corta vida ha dedicado obras a las figuras de H. P. Lovecraft, Robert E. Howard o Alan Moore, así como a temas como la mencionada vida del cadáver o la hiperstición, usando para ello la figura de Slenderman. Era de esperar que en estas circunstancias y basándose en el material publicado hasta la fecha y la difusión que éste merece y necesitaba la existencia de algo como GASMASQUE, un fanzine cuyo número cero funciona perfectamente como catálogo y muestra de la editorial, aportando pequeñas píldoras y muestras del pasado, presente y futuro de esta gente, dejando claro cual es el camino que van a tomar.

Nunca me he sentido muy dentro del fandom, y no es que a lo largo de mi vida de devoralibros hayan sido pocos los fanzines que he leído, sufrido o disfrutado, es que GASMASQUE es lo más cercano que he estado nunca a éste tipo de publicaciones y es por ello que tampoco sé como analizar esto más allá del entretenimiento y curiosidad producida por su contenido al que no le falta nada de ambos elementos.
Estamos ante una publicación de 84 páginas, en formato DIN A5, de hoja grapada y en blanco y negro. Un formato supongo que ideal para una revista que busca la importancia del contenido por encima de todo lo demás, pero que sinceramente, como consumidor y lector que soy veo en ponerle al ejemplar el precio de 6,5€ algo excesivo tal vez, por mucha faja plateada o dorada que lo adorne, y por muy limitada que sea la edición (bueno... admito que una tirada de 100 ejemplares se acerca bastante al concepto de edición limitada...)

GASMASQUE abarca muchas ramas de ámbito cultural, aportando a su contenido variedad tanto en temática como en untos de vista y estilo, Así, por ejemplo, la banda sonora de la lectura la ponen artículos sobre la época en la que hablar de Alice Cooper era hablar de Pink Floyd, pero también sobre los primeros artilugios inventados para la creación de música electrónica. Un articulo firmado por J- Miguel Martín Skywalker interesantísimo, cuyas consecuencias no solo se verían reflejadas en los géneros más conocidos y comerciales, sino que tendrían gran importancia en músicas más experimentales y específicas como el dark ambient, drone, etc.

El cómic como medio imprescindible para conocer la cultura actual también tiene acto de presencia de mano de M. Ángel Villalobos, que nos habla a lo largo de un texto de lo más ameno y lleno de curiosidades de los toqueteos (y abusos) de las drogas por parte de un icono del arte en viñetas como es Grant Morrison.

La gente de BASTARD MOVIES no podía estarse quieta, y para la ocasión Bartolo Sáenz de Heredia y SpiderIgnacios en el Avión no hacen a modo de doblete, un desternillante análisis de la segunda trilogía de StarWars y Rogue One, y alertados quedáis de que son capaces de arrancar lagrimas a carcajadas a cualquiera y que, no obstante no carece de cierta lógica y reflexión meditativa.

Como no podía ser de otra forma. la sección de arte viene representada por anuncios de distintas épocas, lugares y culturas del artículo que la editorial ha convertido en su sello identificativo y que simboliza en cierto modo la protección que sus publicaciones suponen contra la toxicidad de aquello que nos rodea y corroe en la cruda realidad: Las mascaras de gas.

Por supuesto, no nos olvidamos del siempre auto proclamado principal protagonista del fanzine, la literatura, cuya presencia viene reflejada por una parte por un par de traducciones de textos cuya autoría firman Arthur Conan Doyle y Glenn Lord. Documentos cargados de interés y sobretodo curiosidad para seguidores de ambas figuras literarias y de Robert E. Howard.
Sin restar importancia a un conjunto e reseñas que conforman un recopliatorio de bolsilibros cuya temática exponen las variadas facetas del satanismo (críticas a mi parecer demasiado entusiastas en ocasiones), tenemos un relato. Si, solo un único relato escrito por Pedro Rodríguez , Esto no es un Origen, y que mezcla ficción, especulación y ensayo. Una narración muy atractiva si se quiere ahondar en el Creepypasta que más tinta ha hecho correr en los últimos años.

Quizá la mayor pega del volumen radique en ese "solo un relato" que, a gusto de los exigentes lectores, ávidos de historias qui´za se quede algo corto, como disfrutar de unos deliciosos aperitivos para abrir el apetito y darse cuenta más tarde de que es el único plato del menú. Y si, soy consciente de lo que he dicho varias veces, que Gasmask fija su vista e interés en el ensayo, pero es precisamente por eso que una propuesta como ésta es la ideal para arriesgarse con la literatura de ficción, y que, en cierto modo , daría a escritores con interesantísimas ideas cierta oportunidad de darse a conocer aunque sea por un público especifico... y raro.

GASMASQUE se devora de una sentada y se disfruta de principio a fin, otorgando a gente que no conoce la editorial de irrefutables excusas para sumergirse en sus títulos pero que, para gente que ya sabe por dónde vienen los tiros y de qué calibre son los proyectiles, no es sino una manera de abrirte el apetito para luego dejarte hambriento, y más en su relación formato-precio.
Desconozco si el fanzine tendrá continuidad o solo fue un experimento, una rareza exclusiva para el evento HUL, pero si podéis haceros con uno de sus limitadísimos ejemplares tal vez, y ojala sea así, os guíe en el camino a una editorial que tiene aún mucho que ofrecer.




Reseña: FUEGO de Joe Hill

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Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

FUEGO de Joe Hill.

Nadie sabe dónde y cuándo se originó, pero una plaga se ha extendido por todas partes. Los médicos la llaman «Trichophyton draco incendia»; los demás, escama de dragón, una espora que marca la piel de los contagiados con manchas negras y doradas antes de hacerles estallar en llamas. Y no hay antídoto.

La enfermera Harper Grayson está embarazada y ha visto a centenares de pacientes arder... o los veía antes de que el hospital se incendiara. Ahora sólo puede fijarse en las marcas que han empezado a recorrerle la piel. Mientras todo a su alrededor se ve envuelto en el caos por la enfermedad y los grupos que pretenden exterminar a los contagiados, Harper coincide con un misterioso desconocido que deambula entre los escombros con indumentaria de bombero y las marcas de la espora. Sin embargo, no arde. Es como si hubiera aprendido a usar el fuego a modo de escudo para las víctimas... y de arma contra los verdugos.

No es desconocido por los lectores (entre otras muchas cosas que tienen que ver con deseos de una situación económica más propia de un narcotraficante o con estanterías que haría llorar al más ambicioso de los diseñadores de interiores) la necesidad de un guía, de unas señales que puedan ser usadas como marcadores de ruta, para reconocer elementos del terreno y no rodearse solo de referencias desconocidas.
Esto se traduce en que muchos, a la hora de empezar un libro de un nuevo autor, buscan en sus líneas y estilo cierta influencia de otros escritores conocidos, o lo que es lo mismo, poder decir a la hora de buscar las razones por las que nos haya gustado o no un libro que es porque nos recuerda a algún escritor que admiramos u odiamos.
Es normal que por ello muchos escritores noveles o que llevan relativamente poco escribiendo sus historias vean en ese ejercicio lo más parecido a un halago o un impulso a seguir adelante. Aunque no falta quien se tome eso demasiado al pie de la letra y se plantee como objetivo (casi siempre erróneo), el parecerse todavía más a sus referencias.

No me cabe duda tampoco de que también existen aquellos escritores que se toman estas comparativas como estigmas de los que siente hasta vergüenza mostrar, una serie de obstáculos que dificultan su carrera y sobre todo la búsqueda de un estilo propio. Y veo en Joe Hill un claro ejemplo de esto.

Todos los que alguna vez hemos leído algún libro suyo hemos buscado intencionadamente semejanzas, influencias, rasgos en sus escritos que nos recuerden de cualquier modo a los de su padre, Stephen King, y de ese modo inintencionado solo hemos conseguido que el alumno se mantenga a la sombra del maestro, y al final son muchos de sus seguidores los que no permiten que Hill eche a volar para desligarse completamente de su apellido paterno.
Algo por otro lado totalmente injusto, porque Joe Hill ha demostrado desde sus primeros trabajos que poco o nada tiene que ver con su padre cuando se trata de crear mundos, excepto en el hecho de ofrecer novelas sobresalientes donde el terror predomina por encima de todo. FANTASMAS fue una colección de relatos que ya gozaban de un estilo y una manera propia de enfocar las historias donde los elementos fantásticos en ningún momento son frenados por el factor realista. EL TRAJE DEL MUERTO o CUERNOS no hicieron sino fortalecer y justificar esta opinión, demostrando que la historia no es solo lo que se resume en la sinopsis, sino que cada elemento, cada personaje tiene algo que contar, y enriquecer la trama principal. Con NOS4A2, el escritor firma su obra maestra , convirtiéndolo en uno de los más dignos sucesores del payaso de Derry, al menos a mi parecer. Una excelente e imaginativa aventura llena de fantasía, horror e ideas brillantes.

Sin duda todas estas obras han supuesto para Joe Hill, pasos, zancada e incluso saltos en un currículum  literario que, repito, injustamente ha sido comparado sin cesar con el de su padre. Injustamente,... tal vez hasta ahora.

FUEGO (Título adecuadamente adaptado del original THE FIREMAN, cuya traducción literal habría hecho imaginar a cualquiera que está ante la narración de las desventuras de un gigoló especializado en fiestas temáticas) es su más reciente novela. Una historia que, a diferencia de sus otros trabajos, se aleja de los dramas íntimos o que afectan a un número bastante limitado de personajes para ofrecer una visión personal del fin de mundo , convirtiendo al gran azul en un yermo de cenizas.
Porque es así . Aquí no encontraremos a un hombre atormentado por las visitas de un fantasma bien vestido, ni a un joven que busca al asesino de su novia valiéndose para ello de una peculiar habilidad. Ni siquiera seremos testigos de las peripecias de un psicópata venido del otro mundo, su Rolls Royce Wraith y sus toneladas de rencor y mala leche. En esta ocasión, lo que FUEGO nos ofrece es simple y llanamente el fin del mundo, una epidemia a nivel mundial, una espora que convierte a los afectados en antorchas humanas y que demuestra , en contra de ciertos dichos populares, que el fuego no purifica, solo mancilla, destruye y arrasa con todo lo que encuentra a su paso.



No obstante Joe Hill nos presenta un apocalipsis bastante relativo, puesto que pese a que los recordatorios de un inminente fin son abundantes, la sociedad no ha sucumbido del todo, o al menos es eso lo que quieren hacernos pensar. Equipos de salvamento, investigadores, ejércitos del gobierno o patrullas vecinales o estatales pretenden, desde el comienzo de la infección, mantener cierto orden y estabilidad usando para ello maneras terribles y siendo este uno solo de los elementos que a medida que avanzamos en la historia suponen un cúmulo de contrastes que pueden provocar cierta confusión en el lector, no teniendo claro éste si está ante el principio del fin o ya ha llegado a una nueva era postapocalíptica.

Por suerte, FUEGO es una de esas historias que van enriqueciéndose y alimentándose a si misma a medida que avanzamos, siendo su primer tercio un compendio de incógnitas, misterios y preguntas en apariencia arbitrarias, y es curioso, porque esta primera toma de contacto que puede abarcar fácilmente las primeras doscientas o trescientas páginas, mientras que a algunos les pueda parecer la parte más densa y cargante del libro, en mi caso es donde más cómodo e interesado me he sentido. Quizá se deba a que es el periodo en que al lector se le permite rellenar él mismo los huecos libres y usar la imaginación, donde se conocen a los personajes principales, pero no lo suficiente como para saber de lado de quién estar. Y por supuesto, contemplamos sumergidos en la más completa ignorancia los primeros efectos de la llamada Escama de Dragón.
Y esto pasa porque Joe Hill llegados a un punto empieza a desarrollarlo todo dándonoslo todo demasiado mascado, arrebatando al espectador cualquier posibilidad de sacar sus propias conclusiones, eliminando aquellos elementos de una razón de ser que solo puede ofrecer lo inverosímil y fantástico.

Aún así, todo esto se compensa con un derroche de originalidad propia del autor, el cual no escatima en detalles de todo tipo, desde lo concerniente al Trichophyton Draco Incendia y su funcionamiento, como dotando a cada personaje indiferentemente de su importancia en la historia principal, de trasfondo, vida y pensamiento propio y diferenciado, pese a que el factor contraste también afecta a este apartado. Si, el mimo con el que Hill trata a sus creaciones es fantástico, ofreciendo algunos ejemplos de elaboración de personalidades realmente memorables, pero por desgracia en no pocas ocasiones en las que la creación del escritor le invita a éste a seguir el camino que ellos elijan (algo así como ver como la historia se escribe sola, dejando espacio incluso a la improvisación, para que nos entendamos), no se lo permite y obliga a cada elemento a seguir un guión, a no tomar una ruta alternativa que desemboque en lo inesperado de improvisar o un giro que ni el mismo que lo escribe espera. ¿Qué provoca esto aparte de unas acciones y reacciones un tanto bruscas y forzadas nacidas solo para no salirse de un guión preestablecido? Pues dos cosas principales:

Por un lado tenemos una historia tremendamente predecible, plagada de clichés y nudos con los que no es nada complicado adivinar el siguiente paso que dará uno u otro personaje. Da la impresión de que FUEGO es el ejercicio más comercial y dirigido a un publico más general de los que ha escrito Joe Hill, y eso se nota en como lleva adelante una historia que de por sí apenas arriesga.
El otro factor que se ve afectado por este guión que no se sale del mapa es, por supuesto el papel que desempeñan sus protagonistas. Y es aquí además donde encontramos un deje aparte del sello personal del escritor a favor de la pluma de su padre. Son sus relaciones reflejadas e actos y diálogos los que cargan con casi todo el peso de la trama. Buenos, malos víctimas o verdugos, cada uno de ellos tiene algo que decir o que hacer en FUEGO más allá de disfrutar de su minuto de gloria, y es a través de los ojos de los protagonistas principales, destacando las figuras de Harper, el bombero y algunos más que se nos describe el trasfondo que rodea cada situación, centrándose más en lo que estas les hace sentir a cada uno que limitándose a describirlo al pie de la letra.
... Aunque aprovecharía este momento para criticar lo mal que se ha tratado a un personaje como Jakob, destinado a tener una relevancia brutal y tan lleno de promesas de momentos imperdibles para acabar relegado a un simple punto de parada obligatoria para la continuación de la trama y poco más.

Resultan extrañas las ideas que a un lector les puede pasar por la cabeza mientras lee un libro y relaciona las situaciones vividas con el entorno cotidiano. Es por eso que FUEGO parece querer llevar la convivencia de los grupos de personajes a derroteros tan conocidos como son las redes sociales. No faltan aquí nuevos agregados, veteranos en muchos campos, los adorados y sus incondicionales seguidores, así como aquellos marginados cuyas opiniones son rápidamente descartadas y tildadas casi de herejía cuando van en contra de los ideales no propias, sino muchas veces heredadas de esas figuras de culto. Y trolls, no faltan quienes solo quieren echar por tierra el trabajo logrado con gran esfuerzo, buscando una recompensa prometida o creyendo que así hacen el bien.
Todos estos elementos tan propios de los lugares de reuniones que abundan en Internet son llevados  a las páginas de FUEGO a un extremo al que solo se podría llegar en un ambiente donde el siguiente minuto podría ser el último y cualquier hostilidad podría acabar en un desastre de proporciones catastróficas. Una manera ésta de hacer de su lectura una experiencia gratificante para quien espera numerosos giros de acontecimientos, sorpresas y un ritmo y estructura aceptable pese a su linealidad y previsibilidad.

Además, como es costumbre y parece ser ya cosa de familia, todo sea dicho de paso, la historia se apoya constantemente en multitud de referencias de todo tipo, literatura , música y el cine (son numerosos los guiños y homenajes a la obra de J. K. Rowling y al clásico de Disney Mary Poppins), elementos en apariencia insignificantes, pero que a su manera enriquece y ameniza la lectura y consigue a su modo acercarnos un poco más a la vida de los involucrados y hacerla verosímil.

No me cuesta reconocer que, pese a que es el trabajo que menos me ha gustado de Joe Hill, he disfrutado muchísimo con FUEGO, y aunque no deja de ser un paso atrás en lo concerniente a la búsqueda de un estilo y personalidad propio, no deja de ser un paso necesario que nos presenta de nuevo a un escritor capaz de seguir creando cuentos actuales de un atractivo envidiable, por ejemplo visualmente, ya que la historia por si estructura, ambientación y escenario fácilmente podría recordar a novelas como LA CÚPULA  o LA NIEBLA, y por lo tanto no cuesta nada imaginársela convertida en serie o película. Pero también imaginativa, donde la mezcla de terror, fantasía y drama pocas veces resulta demasiado chocante o forzada.

¿Problemas? Los ya mencionados, su progresiva pérdida de interés pasado el primer tercio de la obra, volviéndose demasiado densa en más momentos de los que a uno le gustaría, unos personajes cuyas decisiones y evolución a veces no casan con la lógica y por supuesto, esa involuntaria necesidad de referirnos a su autor como "el hijo de Stephen King" en lugar de sencillamente Joe Hill.

Obviamente no puedo sino recomendar FUEGO. No solo porque sea una muy buena historia llena de momentos verdaderamente terroríficos y mágicos, sino que es la mejor elección para quien aún no se ha aventurado con ningún libro o relato de esta eterna promesa de la ficción, por ser su título más accesible y equilibrado, aunque ello signifique no ser éste su momento más arriesgado y valiente.

Pero soy paciente, y estoy deseando volver a sentir ese nudo en el estómago que tan bien supo causarme NOS4A2.


Reseña: TRES ENANOS Y PICO de Ángel Sanchidrián.

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Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

TRES ENANOS Y PICO de Ángel Sanchidrián.

Wifo Medroso es un joven estudiante, cobarde y enclenque, que realizará sus prácticas de Enanología en la ciudad de Villa Trifulcas. Hasta aquí podría parecer una historia anodina y sin ningún interés. ¿Pero habría sido escrita si lo fuera? 

Mientras el becario estudia las costumbres de los enanos, el mundo se encamina hacia el desastre. 

Elfos racistas y xenófobos, una banda criminal dirigida por un niño de ocho años, enanas homicidas, políticos corruptos, trolls, orcos, guerreros errantes, ogros y magos, bosques encantados, reinas, asesinos, peleas, palizas, asedios y batallas, mentiras, secuestros, amenazas, un burro guardaespaldas y, aunque parezca increíble, mucho mucho más. 

¿Qué podrá hacer Wifo, en medio de este follón, para salvar su propia vida y la de los enanos?

A estas alturas de la vida aún no resulta extraño encontrar gente reacia al matrimonio de géneros. Recuerdo una vez, mientras indagaba entre opiniones y críticas literarias (por supuesto para copiarme y arrebatar el esfuerzo ajeno para beneficio propio), que encontré a alguien que acababa de descubrir a Terry Pratchett con el primer volumen de su famosa saga Mundodisco, EL COLOR DE LA MAGIA. Su opinión, en contra de lo que cualquiera pudiera adivinar, no podía ser más negativa, aludiendo que un género literario como la fantasía nunca debería mezclarse con cosas tan banales e innecesarias en el mundo como la comedia. Menuda desfachatez hacer que el protagonista haga reír al lector, ¿Verdad?. No, no me lo estoy inventando, y es que al parecer hay gente que considera a Mundodisco, una de las series literarias más importantes y que más ejemplares ha vendido en el mundo, una especie de herejía e insulto al mundo de la literaria, solo por el hecho de que la obra, además de emoción y drama, también busca en sus historias el logro del sano ejercicio de la sonrisa, e incluso de vez en cuando provocar una gratificante carcajada. Y puede que Pratchett sea una de las más importantes referencias para ejemplificar esto, pero no la única.

Géneros tan exigentes y a su vez saturados como son el terror o la fantasía han tenido muchos representantes cómicos entre sus publicaciones. Christopher Moore, Neil Gaiman, William Goldman, por nombrar unos pocos no solo han ofrecido ofertas que mezclan cualquier aventura que debería impactar o cautivar al lector con un desenfreno de situaciones absurdas, hilarantes o paródicas, y sinceramente, el futuro inmediato para estas iniciativas parece prometedor en nuestro país viendo la cantidad de autores y obras que abarcan estas fusiones y creaciones de Espada y Carcajada. Y por supuesto debemos mencionar si hablamos del presente, TRES ENANOS Y PICO de Ángel Sanchidrián.

Aunque muchos no le recuerden por su nombre (No, aquí no viene esa frase pseudo épica de "se nos conoce por nuestros actos"), quizá sí por su aportación al entretenimiento en las redes sociales con sus SINOPSIS DE CINE, que también fue convertido en libro. Desternillantes resúmenes de películas de todo tipo capaz de arrancarte nuevas carcajadas antes incuso de haberte recuperado de la anterior y de llenar vasos enteros con la lágrimas de las risas que han provocado a sus miles de seguidores. Sin olvidarnos de su primera novela, LA LUISI, una especie de parodia a todo lo relacionado con la novela romántico-erótica y que no hizo sino abrirle las puertas a un público, no más amplio que el de Internet, porque eso es imposible, pero sí más ¿Exquisito?, ¿Erudito? Jajaja...

En fin, pongámonos serios. No quiero que la gente se me asuste. TRES ENANOS Y PICO no es un humor tan desenfrenado que en ocasiones alcanza lo enfermizo y perjudicial para la salud del lector como lo que rezumaban sus famosas reseñas de largometrajes. Sanchidrián practica aquí un humor paródico, respetando el género pero tratándolo con delicadeza y crueldad a partes iguales, como si el autor golpeara metafóricamente a Tolkien con un tablón lleno de clavos... esterilizados.
Esta aventura nos presenta a Wifo, el clásico joven al que nadie toma en serio y todo el mundo le vacila, los camareros le suben la cuenta del restaurante y las señoras se le cuelan en las pescaderías mientras él no para de sonreír. Pero Wifo tiene un sueño: ser un reconocido erudito de la historia antigua y la educación, y para ello deberá emprender un arduo y arriesgado viaje para conocer y documentar la historia y costumbres de la comunidad enana. Hasta ahí todo bien, todo normal... el problema es que cuando se juntan conspiraciones élficas por la dominación mundial, fiestones que van más allá de la resistencia media humana, orcos, trolls, trolcos y demás criaturas regurgitadas del folclore tradicional y de circos mediantes, la cosa termina desmadrándose de manera que la palabra "catástrofe" se vuelve demasiado recurrente en nuestra mente.

Lo que aquí se nos propone es una aventura sencilla, que tiende a la linea recta pero eso si, realizando muchas paradas que dan lugar al engrose del tomo, que no de la trama. Dicho de otro modo para que me entendáis, TRES ENANOS Y PICO es una historia que fácilmente podría haber ocupado la mitad de páginas sin sacrificar un ápice de su argumente central ni perder sabor en su principal ingrediente cómico. En cambio Sanchidrián usa a su favor multitud de situaciones alternativas, paradas en el camino de un largo viaje y, por supuesto, a numerosos personajes secundarios de lo más pintoresco para ofrecer al lector un amplio catálogo de sketches humorísticos con el aparente único objetivo de sumar una nueva sonrisa en la lista de sus victimas. ¿Una forma alternativa de relleno? Pues mira, no voy a decir que no, resulta demasiado evidente, pero a favor del escritor he de decir que sabe cómo compaginar esa "paja" con el principal hilo conductor, impidiendo que olvidemos cuál es el objetivo de Wifo y compañía en cualquier momento. Compañía en la que por supuesto, se esfuerza en incluirnos.

Pero por contra...
Por contra también debo ser sincero y reconocer que la lectura de TRES ENANOS Y PICO me ha resultado en ocasiones (así, en plural) pesada y un tanto cargante. Esto no es porque la historia principal resulte aburrida. Al contrario, Sanchidrián ha creado un mundo atractivo, interesante y lleno de contrastes. Cada comunidad, cada raza y fragmento de la historia antigua de estos tiene algo que aportar con lo que enriquecer su trasfondo pese a lo relativamente sencillo con lo que comienza nuestro primer vistazo y cuya evolución tampoco supone datos excesivamente relevantes o totalmente originales. El problema radica en la aparente necesidad del autor de cubrir cada párrafo, cada línea y hueco entre palabras de una nueva coña o gracia. "Zi, pero reirze es lo maz chachi del mundo mundial y no exizte nada maz zano que la riza" dirán algunos. Vale no tengo nada en contra y no pienso burlarme de tal afirmación, y es por eso que hay que dejar claro cuál es el público objetivo de esta novela.

Puede que los que se interesen por la última obra de Ángel Sanchidrián busquen por encima de todo echarse unas risas durante un rato y ya si eso compaginar un chiste tras otro formando en su conjunto algo parecido a una historia. Pero también existe otro grupo de personas, aquellos que al abrir el libro añoran sumergirse en una trama que enganche, emocione, impacte y divierta, y si esa diversión produce alguna carcajada o una sonrisa perenne pues, mejor que mejor.
Bien, quiero que quede claro que TRES ENANOS Y PICO, independientemente de lo exigente que sea el lector, tiene todos los ingredientes necesarios para encandilar al segundo grupo, pero es el primero el que realmente va a encontrar aquí lo que realmente busca, una historia cómica que se apoya de un trasfondo fantástico y no al revés, eso es, una aventura del género que usa a la comedia para respaldarse a la hora de ser contada.

Aún así quiero insistir en que el humor que predica aquí Sanchidrián no es tan extremo y descarado como el de sus artículos cinematográficos que le dieron a conocer. En esta novela es suma protagonista la parodia y la sátira, y no duda en hacer uso de la crítica social para crear in reflejo de la sociedad bochornosa de nuestro mundo (país) y trasladarlo a un entorno que aún cree en la magia y las criaturas de leyenda como aquí creemos todavía en las ayudas sociales. Así, temas como la educación, la situación laboral, el racismo, la delincuencia, la inmigración, la política y la corrupción entre otros tienen su espacio en las idas y venidas de los protagonistas a través de Villa Trifulcas, Forcejeo o Velaria. Sin olvidarnos de un mogollón de referencias a obras cinematográficas o literarias que también se encuentran presentes aquí a modo de huevos de pascua o refuerzo humorístico.

Unos protagonistas los citados en los cuales recae buena parte de la razón de ser y la fuerza de la novela, mezclando estereotipos de personajes tradicionales de la fantasía épica con otras personalidades de lo más contradictorias o inesperadas y aprovechando estos matices para exprimir al máximo las características de cada uno, ya sea por sus costumbres manías o actitudes en general frente a las pruebas y situaciones que se les presenta, ofreciendo además a la trama giros tan inesperados como delirantes. Es una pena, eso si, que algunos personajes no hayan sido aprovechados como merecen, como es el caso del burro Tiranus o de Agonio, cuya presencia no va más allá de ofrecer una escena destacable y poco más.

Por cierto, me extraña mucho que una novela que casi alcanza las 500 páginas y que como decía anteriormente a veces corre el riesgo de resultar algo cargante, posea un final bastante apurado, o más bien apresurado y deficiente si lo comparamos con la cantidad de información que el autor nos ha otorgado hasta llegar a este punto, donde parece que le entra alguna especia de prisa por acabar, y lo que debería ser un cúmulo de momentos épicos, heroicos y dramáticos pasa más rápido que un tren de alta velocidad sin parada en la estación, dejando muchos cabos sueltos y dudas resueltas a medias... Que oye, a fin y al cabo no deja de ser una costumbre en los libros de éste género, por eso de la posible continuidad ¿No?.

Así y todo, TRES ENANOS Y PICO es un buen libro. Muy bueno teniendo en cuenta que mis expectativas eran mínimas. Ángel Sanchidrián firma una segunda novela ligera, muy divertida que cumple con su propósito principal, que no es otro que ofrecer a cualquiera, ya sea lector asiduo de fantasía o no, un rato (tirando a largo) agradable, ameno y gracioso. Un producto que no busca acumular premios y maldita la falta que le hace, sino que simplemente su sola mención genere una sonrisa más grande o más pequeña entre sus lectores. Algo que a este hombre se le da de maravilla y que, en los tiempos que corren ya es de por sí un gran logro.

Reseña: EL QUINTO PUNTO CARDINAL de Javier Sánchez.

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Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

EL QUINTO PUNTO CARDINAL de Javier Sánchez.

Cuando la soledad y el entorno hostil corroen a una niña de ocho años, ésta busca una realidad paralela, un mundo al margen de los cuatro puntos cardinales. En esa íntima realidad hallará todo lo que necesita: respuestas increíbles, impalpables sensaciones, animales etéreos y una brutal amiga, invisible e imaginada, que quizás no lo sea. Es un submundo en el que ella es ella misma. Es una zona no permitida a los extraños. Es el quinto punto cardinal.

Hay cierta escena en las películas de terror de nuestra actualidad que sin darnos cuenta se ha vuelto de lo más recurrente.
En ella, una de las figuras paternas (no me preguntéis por qué, pero por lo general suele ser la madre) se acerca al cuarto de sus retoños alarmada por las voces que componen una conversación que en teoría no debería existir ante la soledad reinante de a casa. Y ocurre que mientras este pregunta algo del tipo, "¿Con quién hablas, cariño?" descubre a su hijo sólo con su juego de té o su trenecito eléctrico, y la sola compañía de los muebles y la imaginación del pequeño. Os suena ¿Verdad?.

No es difícil tras ver una de estas situaciones evocar al basto mundo lleno de posibilidades de los fantasmas o las posesiones demoníacas, el tema del que suele tratar los largometrajes que tiene presentes escenas similares a las narradas, pero otros preferimos aventurarnos un poco más y culpar a una creencia/necesidad/mito/síndrome/diagnóstico que existe en nuestra vida desde la infancia: los amigos imaginarios. Una figura que surge generalmente acompañado de las necesidades infantiles ante un entorno hostil asfixiante. Y si, algunas veces se nos ha presentado como una figura tierna y divertida, que enseña valores morales y ayuda al chaval a salvar los obstáculos que suponen la vida, pero ¿Por qué será que es en el género del terror donde se da más rienda suelta a la verdadera naturaleza instintiva e inocentemente cruel de la imaginación?. Y es que tiene su lógica porque aparte de ser un recurso utilizado puntualmente para dar significado a sucesos extraños y sobrenaturales, no hay muchas obras que se centren plenamente en la figura de este amigo inventado, a sabiendas de que en buenas manos (entiéndase en manos de quien sabe hacer auténticas acrobacias con el miedo) puede convertirse en un arma sumamente terrorífica.

Lamentablemente una obra como EL QUINTO PUNTO CARDINAL solo ha demostrado que en manos de autores como Javier Sánchez , este arma solo dispara salvas de fogueo.

Pongámonos en situación: La historia nos presenta a un padre y a una hija que huyendo de una serie de circunstancias bastante jodidas, deciden romper con todo y empezar de cero lejos de su antiguo hogar y se su vida pasada. ¿Y adónde les lleva el destino (y una de esas gangas inmobiliarias que no pueden rechazarse pero que al mismo tiempo ocultan un montón de morralla malrollera)? Pues a un pueblecito perdido de la mano de Dios donde la gente es muy suya y en la que falta tiempo para que empiecen a sucederse sucesos un tanto peliagudos.
Si, exacto, este pequeño resumen es la premisa con la que empiezan todas las sinopsis de películas de terror de sobremesa con  niños como protagonistas. No pongáis cara de extrañados mientras pensáis "Joder, es que todo eso me suena", porque no es que te suene, es que prácticamente habéis crecido con este argumento saltando de película en película como si de una pulga en una perrera se tratara.
Pero lo que más me fastidia es que no puedo dejarlo aquí. No puedo decir que Javier Sánchez es un autor carente de originalidad que se ha limitado a recopilar tópicos clásicos del género y decir "Pues ea, ya he escrito un libro, ahora a plantar el árbol" porque no es tan sencillo. EL QUINTO PUNTO CARDINAL está plagado de buenas ideas y mejores intenciones.

No voy a entrar en el tema de que el título que hoy tratamos resultó ganador del premio Juan José Plans, un certamen exclusivo de Circulo Rojo al parecer, ni de su importancia y/o relevancia, porque igual sería hace sangre innecesariamente y en el momento más inadecuado, pero sí quisiera mencionar un detalle que se vuelve primordial para entender mi opinión hacia la novela, y es que, ¿Cómo es que Javier Sánchez, alguien de quien se puede leer en su currículo que experiencia en el mundo de las letras no le falta ni buenas ideas tampoco, sin embargo denota una tremenda inseguridad a lo largo de toda la narración? Y no es solo en un solo aspecto en el que me baso para tener esa sensación, sino en el conjunto.

Sánchez nos traslada a un ambiente rural con una historia no menos agreste, podría decirse que el autor incluso embulle al lenguaje y atmósfera de cierto aire de relato de terror gótico, donde se da prioridad a la insinuación, a la recreación de un miedo sugerido en lugar de mostrado al detalle. Podemos encontrar así mismo fuertes influencias a clásicos del género como El Exorcista, La Profecía o a obras de terror más recientes como No Tengas Miedo a La Oscuridad, Darkness o The Haunting of Helena, historias que, a su manera saben distribuir el suspense en intervalos irregulares e inesperados, siendo el autor el que decide el momento en que se precise dar pistas, o el momento en que el espectador tiene permiso para juntar las piezas del rompecabezas o descubriendo que se ha dado de bruces con otro callejón sin salida.
Todo esto es lo que en teoría debería trasmitir EL QUINTO PUNTO CARDINAL en su recorrido. Desgraciadamente se vale de herramientas a veces poco adecuadas o mal ejecutadas.
Un ejemplo de ello es la sobrecarga narrativa que el autor lanza sobre nosotros desde la primera página, bombardeando cada párrafo con cantidades ingentes de adjetivos, como si necesitara describir o darle una característica especial a cada palabra que reproduce, cada acción, cada emoción. Tal exceso de dichas descripciones no solo denota esa mencionada falta de seguridad en la escritura, queriendo adornar, embellecer y engordar la narración, sino que consigue en lugar de eso una imposición de información muchas veces innecesaria que solo ralentiza la lectura, provoca desinterés y agota la mente generando con no poco mérito que un libro de tan solo 185 páginas se haga en ocasiones pesado y abrumador, retrasando casi hasta el último momento los puntos claves de la trama principal, reservándonos las últimas lineas para un clímax decisivo que debería hacernos dudar de todo lo que se nos ha contado hasta entonces...

... pero resulta que al final todo este guiso queda a medio cocer, sus ingredientes no han terminado de hacerse completamente, y esto se refleja en un buen numero de cabos sueltos y que buena parte de las subtramas o historias y leyendas que rodean al pueblo de Arsa y sus gentes queden contestadas solo parcialmente o a veces ni eso, como si el escritor estuviera demasiado ocupado buscando nuevas y originales adjetivos para engordar su libro.
Una pena la verdad, porque el folclore en que se apoya el argumento (ya sea una mitología rural inventada o inspirada en leyendas locales) supone la baza más interesante de la historia, adivinándose una riqueza de ideas que quedan a medio camino y prefiriéndose ser dejado de lado a favor de guiar al lector a través de escenas y situaciones cuyas bases difícilmente son desconocidas para amantes del terror acostumbrados a los sobresaltos y golpes de efecto, los cuales verán en EL QUINTO PUNTO CARDINAL una trama muy previsible e intuitiva.

Posiblemente otro de los factores a los que debería darme especial importancia en el cuento que nos narra Javier Sánchez es sin duda el de las relaciones y lazos familiares. Ese nexo o cuerda invisible que unen a un padre y a una hija ante el peor de los acontecimientos posibles, y más aún cuando sucesos inexplicables empiezan a poner en peligro aquello por lo que uno daría la vida si fuera necesario, es decir, la supervivencia del otro. Si, debería ser crucial mostrar esa relación paternal, sobre todo cuando la niña protagonista, Celia, no solo ha pasado por uno de esos momentos determinantes que pueden marcar su camino, sino que además arrastra desde su nacimiento una extraña malformación física y lo que ello conlleva ante la llegada a un nuevo hogar, un nuevo colegio, y por supuesto, unos nuevos compañeros de clase con ganas de pasarlo estupendamente a costa de la angustia y la tristeza de los demás...
Así pues, cuando esperamos encontrar en Eugenio, su padre, el principal apoyo y brújula con la que Celia pueda guiarse en un mundo lleno de injusticias y dolor, lo que encontramos en él es una actitud poco clara, confusa que roza el sentimiento pasivo agresivo hacia su protegida. El lector se lleva la impresión de que el padre apenas se preocupa por su hija, y nunca más que de sí mismo, que antes de defenderla y apoyarla cuando más lo necesita prefiere escurrir el bulto con sentencias tipo "No digas tonterías", "son imaginaciones tuyas" o "¿No ves que estoy ocupado pensando en como beneficiarme a la vecina?". Una relación que no ayuda a imaginarle enfrentándose al mismísimo diablo para curar el catarro de su protegida, sino más bien conduciendo con cara de hastío gruñendo para sus adentros cosas como "Y ahora la niña se me pone mala y me toca conducir hasta la farmacia que queda a tomar por culo, ¿Por qué no usaría condón?"

¿Es esto intencionado?, ¿Sirve esta actitud para hacer del mundo de Celia un lugar más sombrío para acrecentar esa necesidad de un escape, de alguien que la entienda?. Pues ese es el problema que no queda claro, que avanzamos en la historia sumergidos en una confusión alimentada por actitudes contradictorias, donde la reacción y la acción no siempre casan como debería. Y para colmo los diálogos tampoco es que ayuden demasiado a aclarar esas actitudes poco claras. Aquí todos los personajes son parcos en palabras, le cuesta unir dos frases seguidas y prefieren que sea el narrador el que haga buena parte del trabajo por medio de suposiciones y toneladas de adjetivos.

Todo este conjunto, no de fallos (ya que yo nunca atribuiría la culpa de que algo no me guste o me resulte chocante negativamente al autor del libro, sino a mis gustos personales), sino más bien de peculiares características que no conectan conmigo hacen que un lector acostumbrado a este tipo de historias vea a EL QUINTO PUNTO CARDINAL como decíamos antes, previsible, ademas de prescindible, carente de sorpresa y dotada de un estilo tan irregular como un camino con baches e igual de inseguro, que da prioridad a la belleza de las composiciones con cucharones extras de descripciones y explicaciones que nadie precisa, en lugar de acrecentar y autentificar las emociones que pretende reflejar y para el que el uso de la figura de Celia sería imprescindible.

En definitiva, estamos ante una obra que producirá inquietud mas que miedo al lector menos acostumbrado a este tipo de historias, quien puede que disfrute de una historia que da un punto de vista más complejo del que se nos tiene acostumbrados al mito del amigo invisible. Los demás... bueno, lo que nos centramos en el trasfondo de los personajes, sus relaciones, buscando una conexión o un pequeño punto de empatía o comprensión puede que lo único que encontremos sean unos protagonistas que llegan a resultar cargantes, confusos y de una lógica un tanto reprochable.

Buenas intenciones si, pero no siempre basta con eso.

Reseña: Especial Editorial CERBERO.

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Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

Especial Editorial CERBERO.

A menudo pasear por las redes sociales es como descubrir que no vives en el mismo mundo o multiverso que los demás. Crees que algunos acaban de retirar las manos de sus teclados y salen de su refugio, de su cueva a la que no llegan noticias del mundo real para darse de bruces con que todo lo que ellos creían era mentira. O quizá soy yo el que ha vivido hasta ahora en una burbuja de ignorancia, creyéndome el rey del mundo y de la verdad universal.

Resulta que aún existe gente plenamente convencida de que la literatura de género (refiriéndonos a la ciencia ficción, la fantasía e incluso el terror) ofrece a día de hoy una oferta minoritaria, muy limitada y, en conclusión, vive al borde de su extinción. Y ojo, que no lo dice gente aburrida que no sale de casa y su único modo de darle un poco de emoción a su existencia es inventarse conspiraciones y estadísticas de todo, sino gente que parece que se encontró un título de periodismo en la calle y lo aprovechan al máximo. Así que me reitero en mi opinión de que debo vivir en una realidad totalmente distinta a la del resto, porque cada mes, cada vez que se me ocurre comprobar las novedades y próximos lanzamientos que las incontables editoriales dedicadas a este tipo de literatura van a ofrecernos me siento como cuando era un niño pequeño delante del catalogo de juguetes que El Corte Ingles regalaba cada navidad, marcando con una equis las cosas que me gustan al compás de "lo quiero, lo quiero, lo quiero...".

Pero no, son cosas mías que a veces me queje de la saturación de títulos de una misma temática, son cosas mías que me esté planteando el comer piedras para poder seguir pagando mi dosis mensual de libros de género. Y son cosas mías que cada día veo emerger nuevas editoriales pequeñas que no paran de ofrecer nuevas oportunidades a autores nuevos y conocidos, modestas editoras pero llenas de grandes ideas, propuestas y sobre todo ganas de hacer las cosas bien.
En los últimos años hemos disfrutado de grandes títulos, muchos de ellos premiados por distintas asociaciones, que han llegado a nuestras manos gracias a estas editoriales. como Apache, Cazador de Ratas, Hermenaute, Orciny Press... todas ellas con algunas propuestas innovadoras, que han sabido acercarnos nuevas maneras de ver la literatura de siempre, o recuperando las antiguas formas y formatos, como por ejemplo la editorial Cerbero.

Esta joven propuesta editorial no solo apuesta por la ciencia ficción o el terror más tradicional, aunque siempre aportando nuevas ideas argumentales que vienen marcadas por la constante evolución de estas, sino que propone otorgar a una nueva juventud al bolsilibro, esas novelas "de a duro" que se vendían en kioscos. Pequeñas aventuras de viaje pero que no por su pequeño tamaño se veían obligadas a ofrecer igualmente pequeñas experiencias, sino que estas podrían ser de lo más satisfactorias e impactantes. Desde su nacimiento Cerbero ya nos ha aportado doce de estas historias, creadas por autores y autoras experimentados. Doce formas distintas de afrontar el reto de seguir creando nuevos viajes a distintos tiempos y lugares, metiéndonos en la piel de hombres, animales o maquinas. Doce ejemplos que pueden gustar mas o menos pero que son una prueba de que la literatura fantástica no esta, como algunos pretenden hacernos creer, estancada o agonizante, sino que escritores y lectores creen, algunos más que nunca, en esas ventanas que sirven para mirar a otros mundos, a otras realidades a las que huir.

Y como aquí somos muy chulos y nos gustan los retos no nos hemos limitado a dar nuestra opinión de uno o dos de sus títulos, sino que nos hemos leído los doce bolsilibros publicados por Cerbero y los hemos recopilado en esta colección de breves opiniones. como si un menú de platos de comida rápida pero no por ello carente de talento se tratara


ÚLTIMA NOCHE EN EL PÁRAMO de So Blonde.

Cuando Monica Estanco, ayudante del sheriff de Cerrojazo (Texas), se despertó aquella mañana, no imaginaba lo mucho que podrían complicarse las Fiestas de la Cosecha de ese año. Rednecks votantes de Trump, pornostars en plena gira, televisión por cable, un matadero abandonado y algo que resurge desde las entrañas de la siempre entretenida tierra de Texas.
So Blonde vuelve a calzarse las espuelas para adentrarnos esta vez en el páramo de Cerrojazo.

So Blonde es una de esas autoras que sin quererlo se vuelve para algunos casi omnipotente, un asunto personal pendiente, un "al final me va a tocar leer algo suyo". Ha sido cosa del destino que entre tanto currículo literario, artículos de prensa y tiras cómicas en El Jueves, ÚLTIMA NOCHE  EN EL PÁRAMO ha sido la primera toma de contacto con ella, y de la curiosidad por cómo será su obra ha pasado a la necesidad de leer cuanto más de ella, mejor.
Estamos ante una burda gamberrada que es incapaz de tomarse en serio a sí misma, que abraza, para luego amordazar y sodomizar al género de terror más redneck plagado de humor malsano y vísceras de origen desconocido. En efecto, algo que haría salivar de placer a cineastas como Robert Rodriguez y empalmar de gusto a seguidores del cine bochornoso que tiene como modelo sagas como Temblores o Feast. A lo largo de 160 páginas, So Blonde se regocija maltratando a todo ser vivo por medio de excesos sexuales de cualquier tipo, carnicerías descontroladas, chistes de índole sureño-patriótico y topicazos del género de esos que no nos aburre encontrar de vez en cuando.
ÚLTIMA NOCHE EN EL PÁRAMO es una rotunda respuesta a la pregunta de si hay un límite en pasarlo bien con lo políticamente incorrecto, que hace que nos riamos con temas de actualidad que no tienen ni puñetera gracia, y todo ello bajo un telón de fondo dominado por la tierra sucia del desierto, la pólvora, la sangre, los condones usado y el rock´n roll.



36 de Nieves Delgado.

El nacimiento de una nueva Inteligencia Artificial en el CIDIA siempre es motivo de alegría. En el caso de la que ocupará el cuerpo número 36, la felicidad es doble, puesto que, nada más nacer, ha sorprendido a todos los técnicos con un insólito «Buenos días». 36 no es una IA como las demás, se hace preguntas y quiere respuestas. ¿Dónde reside la verdadera identidad? ¿Qué sentido tienen las etiquetas? ¿Es necesario integrarse y aceptar la opinión de la mayoría?

Aparcamos a un lado las gamberradas divertidísimas y salidas de tono para adentrarnos en temas más serios y trascendentales. Nieves elige para esta narración el siempre fascinante y a la vez lleno de enigmas asunto de la inteligencia artificial.
Siguiendo la estela de historias que abordan la capacidad de la maquina para ser autoconsciente y, en cierto modo, ser "más humano que el ser humano", tal como hicieron anteriormente androides como Batty, Sonny, David, Ava o Andrew, pero enfocándolo en diferentes puntos de vista que no se quedan solo en la reflexión acerca de las limitaciones de las IA o dar reconocimiento a esta como ser vivo, sino que además lo dirige hacia un punto tan interesante como es el factor externo, la repercusión que estas investigaciones pueden tener en todo el mundo, y lo hace por medio de un lenguaje y escenografía originales, en una narración basada en el diálogo y la reflexión.
La única pega es que la autora aborda aquí ideas tan interesantes y complejas que por desgracia se ven limitadísimas en un formato como es el bolsilibro, que apenas permite mostrar la punta de un iceberg tan inmenso como es la inteligencia artificial y las redes.



DOMORI de Sofía Rhei

Los domori llevan mucho tiempo en guerra contra las abejas. Las vidas perdidas no pueden ni deben ser olvidadas. Es necesario hacer valer la justicia, que ardan sus colmenas, su ciudad, que no quede rastro del enemigo. Luna Roja es una guerrera dispuesta a todo por vengar a su pueblo, pero el destino le depara otra suerte. ¿Le han contado toda la verdad? ¿Será capaz de descubrir su propia identidad? ¿Qué significa verdaderamente ser una domori?

Teniendo en cuenta que mi única experiencia con la autora madrileña, RÓNDOLA me pareció una experiencia más bien agridulce, era normal que afrontara DOMORI con ciertas dudas, pero he de reconocer que la experiencia, excepto salvedades, no ha sido del todo desagradable.
Lo que aquí tenemos es una de esas historias cuyo género no sabríamos catalogar con exactitud, ni si es inclasificable o viste múltiples ropajes. Tiene algo de aventuro distópica, ciencia ficción, fantasía y un fuerte significado ecológico, pero en la práctica aunque suene raro, termina convirtiéndose en una especie de trama de conquistas a niveles tan microscópicos como universales.
Suena confuso, y el mundo al que nos traslada Sofía hace honor a esa sensación, soltando al lector en medio de un lugar dominado por unas circunstancias que no entendemos, con unos personajes extraños, de determinaciones no menos extravagantes. Por suerte, a medida que avanzamos en DOMORI vamos enlazando las piezas fundamentales para terminar descubriendo un cúmulo de ideas que de nuevo presumen de complejas e interesantes para querer abarcarlas en un espacio tan pequeño, aunque hay que reconocer que uno se puede sentir sobrepasado en momentos en los que el exceso de información nueva va y viene.
Ahora bien, tengo que admitir también su mayor pega la he encontrado en el personaje protagonista. Puedo usar muchos adjetivos para describir lo que me ha conseguido trasmitir Luna Roja, pero los que más se me repiten son sin duda antipática, egoista, manipuladora y cínica, y así obviamente me es difícil empatizar con ella y sus pensamientos.



BARRO. POST SCRIPTUM I de Alicia Pérez Gil

Alicia sabe qué llevará consigo y qué no cuando sus padres deciden cambiar de casa. Sin embargo, hay algunas cosas que quedan fuera de su alcance, como su hermana, su gemela problemática recluida en un centro especial, la única persona a la que quisiera tener a su lado en su nueva vida. Dispuesta a recuperarla, emprende un viaje más allá de las fronteras de lo real, al otro lado de la bruma de los sueños, donde cada uno de los objetos que ha guardado con ella demostrarán su auténtico poder. Y los necesitará, porque en el propio viaje se verá despojada de todo lo que la convierte en Alicia, incluido su propio nombre.

Estamos ante uno de esos relatos difíciles de clasificar y mucho más de dar una opinión clara, porque uno no sabe si le ha gustado o le ha parecido una absoluta ida de olla sin sentido. Y no es que carezca de él. BARRO, único título de este formato que pertenece a la serie dedicada a la ¿fantasía?, narra un viaje, pero no a un lugar común y conocido, sino al más misterioso de los rincones que existen: el interior de la mente. Como si de una versión de ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS, se nos presenta a una protagonista (que curiosamente comparte nombre con la famosa niña descrita por Carroll) que busca una vía de escape, una manera de huir de un mundo cuya estancia solo otorga dolor para que, una vez encontrado, darse cuenta de que tal vez la idea no era tan buena. Y buscar el camino de regreso no será nada fácil, sobre todo cuando uno no recuerda ni su nombre.
Un montón de respuestas a preguntas que que Alicia no sabe formular, y un montón de respuestas que, lo que soy yo, soy incapaz de interpretar.
Tras un primer tramo que sabe atrapar el interés del lector llevándole a un entorno conocido, bruscamente nos vemos sumergidos en algo completamente distinto, a veces bellos, a veces caótico, como si de nosotros dependiera dar un significado a todo lo que se narra... y es algo que se torna en muchas ocasiones una tarea casi imposible.
BARRO es una de esas, si. Un novela que, al pedirnos alguien nuestra opinión, ponemos cara de circunstancia y decimos. "es una historia personal". Y quizá en este caso en concreto demasiado, como si estuviera escrito para uno mismo y los demás estuviéramos invitados a disfrutar (si podemos), pero sinceramente, a veces a mi me ha sido imposible seguirle el ritmo e incluso encontrar parte de lógica.


LA BELLEZA DEL URÓBOROS

«25=2; 12+4=miles de millones. Asúmelo cuanto antes»
¿Quién firma el extraño telegrama? ¿Qué quieren decir esas cifras? ¿Qué relación tienen con un absurdo asesinato del pasado? El uróboros, la serpiente que se muerde la cola, el bucle infinito de la paradoja. ¿Deben los hijos cargar con los pecados de sus padres?

Memorizad bien el nombre de este autor, porque si su anterior novela HORROR VACUI supuso una agradable sorpresa para los seguidores de la ciencia ficción, con LA BELLEZA DEL URÓBOROS se ha subido a la cima de las novelas cortas del género en un ejercicio brillante.
Y es que prometer un thriller que se apoye en bases y teorías científicas complejas y llegue a emocionar es fácil, cualquiera puede hacerlo y tristemente cualquiera lo hace, pero conseguirlo es otra cosa muy distinta. Castañeda usa todos los ingredientes de que dispone para en tan poco espacio, atrapar al lector en una trama que, antes de resolver un enigma ya te está planteando el siguiente, pero sin llegar nunca a saturar. Y así hasta literalmente, la última página.
Es encomiable cómo el autor va desentrañando un problema que se ve salpicado por teorías de la lógica o las paradojas y lo hace mediante un lenguaje y unas explicaciones técnicas completamente claras, ayudándose además para ello de fábulas e historias que sirven para ejemplificar las conclusiones a las que el protagonista va llegando. Vale que algunos aspectos estén cogidos con pinzas y algunos nudos argumentales no quedan del todo apretados, pero el ritmo de la historia, el trato de sus personajes destacando a su protagonista principal y las numerosas referencias tanto a las mencionadas fábulas como al mundo del cómic hace que si tuviera que elegir un imprescindible entre los títulos actualmente pertenecientes a Cerbero, éste trabajo de Javier Castañeda estaría entre los más posibles.



CIUDAD TUMBA de Albert Hadmon

El terror se esconde en las entrañas de Barcelona, extiende sus tentáculos por entre los recovecos de la realidad, hurga en la cordura de sus habitantes desde hace eones. Pastillas, drogas alucinógenas, policías violentos, adolescentes sumergidos en la sangre burbujeante de los monstruos durmientes...


Una novela sobre seres depravados, una ciudad que esconde cadáveres bajo los adoquines y un dios tan antiguo que solo puede despertarnos pavor.

Parece casi evidente que en la colección Tíndalos, dedicada al género del terror, la editorial Cerbero tiene claro cuales son sus directrices y los ingredientes que en sus historias quieren que encontremos. Lo que se traduce en: Criaturas increíbles y repulsivas, retratos casi caricaturescos de una sociedad rendida a los excesos y montones de galones de sangre, vísceras y derivados que luego hay que fregar del suelo.
CIUDAD TUMBA es un nuevo homenaje a la mitología lovecraftiana en forma del más puro Cosmic Horror Exploited cargado una vez mas de muchísima mala baba y montones de reminiscencias pulp.
Una trama que transcurre en dos periodos temporales separados por unas décadas de años nos presenta un mundo y unos personajes abrazados por la locura, cuyo afecto es correspondido por estos, y no tanto por las criaturas de pesadilla que pueblan los rincones mas oscuros de los callejones, así como de la mente, como por los abusos en forma de estupefacientes que pueden llevar a lo que quede de la cordura de un cerebro batido a ponerse de rodillas implorando piedad.
Es una pena, eso si, que con la excepción de F. todos los personajes se presenten bastante huecos, como si el único motivo de la existencia de estos sea verse convertidos tarde o temprano en una masa irreconocible de carne desgarrada y regurgitada, en lugar de ofrecer una profundidad extra a la trama mediante una relación entre estos y el entorno. Aunque supongo que todo esto se compensa con un ritmo endiablado, donde apenas hay momento para la pausa y el cese de violencia gratuita.



RUBICÓN de J. G. Mesa

En algún momento, la cabeza del comandante Guillermo Nox hizo clic y, ante la inminente destrucción de la Tierra, comenzó a llenar su nave, la Julio César, con depredadores tales como el tigre, el oso pardo o el tiburón blanco. A pesar de que debería haber llevado a su tripulación lejos del peligro, mientras Dolmen se acerca de modo inexorable para arrasar el planeta, la Julio César aterriza en mitad de la sabana con el objetivo de rescatar al último depredador en la colección de Nox: el león africano. Masáis rebeldes, impactos megalíticos que anticipan el desastre y una insobornable cuenta atrás se pondrán en el camino del comandante y su misión enajenada y suicida.

Y de cosas venidas de otros mundos con el objetivo de convertirnos en suculentos Happymeals nos vamos a un relato donde el la humanidad no solo lucha por su supervivencia, sino por el recuerdo de su historia.
Disfruté en su momento de su visión personal del más allá y de cómo profundizaba en el mito del fantasma en GENTE MUERTA, así como del recorrido por calles corruptas llenas de delincuencia y vengadores urbanos en sus colaboraciones para el universo TIEMPO DE HÉROES. Ahora, lanzándose de cabeza en la ciencia ficción, J. G. Mesa, en poco más de 100 páginas nos presenta la historia de dos éxodos, el de toda la humanidad ante la inminente destrucción de su mundo y otro más intimo y personal, el de su protagonista Nox, que busca un lugar, un acto de redención que le ayude a escapar de una vez de la culpa, los remordimientos y su pasado.
La trama que se nos propone es interesante y compleja, no solo por los conflictos internos que hacen de sus personajes más atractivos, sino también por la relación de un ser humano perteneciente a una sociedad avanzadísima tecnológicamente con la naturaleza y las emociones que son capaces de ofrecerle estás aunque se las ignore, en un choque de culturas e intereses, destinos y deseos.
Tristemente también son factores todos ellos que en tan corto espacio apenas se nos permite indagar demasiado a fondo como nos gustaría y son tantas las cosas que ocurren que en ocasiones nos cuesta seguir un ritmo y perdemos detalles en momentos claves en los que no somos del todo conscientes de los acontecimientos hasta que ya han pasado. No obstante, su trasfondo es digno de tener en cuenta para próximas aventuras.



LOS ESPÍRITUS DEL HUMO de Mª Concepción Regueiro.

Entre lujos, cuidados y oropeles, Luanda y Gadea, las hijas del gran taumaturgo Antuss, viven ajenas al ajetreo de la gran ciudad, a los Técnicos y su desprecio hacia la magia milenaria, al humo que parece ocuparlo todo. Pero todo esto cambia un día, de la noche a la mañana, y las dos jóvenes hermanas se ven forzadas a enfrentarse contra un futuro extraño y desagradable donde solo se tendrán la una a la otra. Y el recuerdo de la magia y la grandeza. Y a los espíritus del humo.

Aún perteneciendo a la colección Wyser centrada en la ciencia ficción, la novela que nos ocupa apenas se acerca a dicho género, siendo ésta una historia con una atmósfera de corte visualmente victoriano sumergida en la fantasía que otorga la magia y salpimentada con breves retazos de cultura steampunk, La verdad, nada nuevo si tenemos en cuenta obras de ambientación similar escritas por autoras como Victoria Álvarez o Gail Carriger, pero no por ello carente de merito y por supuesto, atractivo.
Contado de una peculiar manera, en segunda persona del plural recurriendo a veces incluso al imperativo, que pretende aumentar la sensación de sentirnos partícipes de los acontecimientos que se narran, LOS ESPÍRITUS DEL HUMO nos muestra una sociedad que ha aprendido a convivir con el casi ilimitado poder de la magia, pero son otras fuerzas, la de las palabras, la sugestión, la creación de la fe y la manipulación las que protagonizan la vida de Luanda y Gadea.
Mª Concepción Regueiro crea aquí un universo muy interesante que invita a su vuelta, un universo donde los poderes de la naturaleza y los de la ciencia rivalizan por la anteposición, el reconocimiento y la supremacía, amable y cruel a partes iguales, representa una antesala al pasado, presente y posible futuro de nuestro mundo. Una buena historia a fin y al cabe, no exenta de cierta moraleja nada nueva y que hace de su desenlace predecible desde la primera página. No permitáis que eso os impida disfrutarlo.



DIOSEROS. MEMORIAS DEL GRAN ANILLO I de Eduardo Vaquerizo.

La cultura de los Funcionarios se extiende por toda la Galaxia desde sus instalaciones en el Gran Anillo, ofreciendo servicios a otras civilizaciones. Sus ministerios proporcionan, entre otras cosas, ejércitos privados, grandes ofertas de ocio o dioses hechos a medida a quien pueda pagarlos.


Un pobre ciego que pide limosna en las calles de Calandanar, ajeno a aspiraciones morales o metafísicas, se cruza en el camino de Isaías y Elena, dos dioseros que viajan a través de los planetas haciendo milagros y sorteando peligros. Desde ese momento, su vida entera, su destino y su propia fe se verán alteradas para siempre. No puede ni imaginarse todo lo que le queda por ver.

Tras leer su interesante aunque por momentos sobrecargado de detalles superficiales NOS MIENTEN, leer algo como DIOSEROS sin saber lo que a uno le espera es más o menos como que te taladren el cráneo y batan tu cerebro con una cucharilla al rojo vivo.
Más que una aventura, esta historia funciona casi como la presentación de un mundo cuyas facetas no dejan de sorprender, que degradan al sueño actual del ser humano de colonizar planetas al nivel de un hobby de aficionado. Múltiples razas extraterrestres, sociedades o culturas componen un universo o universos que muchas veces se confunde con la más pura fantasía, a lo que ayuda una aparente influencia a los viajes interestelares de Star Trek. Y en el centro, sus tres protagonistas, tres caracteres y personalidades que sirven para ofrecer distintos puntos de vista prácticos, éticos o morales que resumen una evolución intelectual que ha llevado a la humanidad a crear incluso sus propios dioses.
Vaquerizo crea una trama tan interesante como su desarrollo, al menos hasta cierto punto, y es que el autor deja claro sin problemas que sabe crear mundos llenos de detalles de innumerables orígenes jugando con todo tipo de ramas que surgen del tronco de la ciencia ficción, pero a la hora de afrontar los acontecimientos decisivos y puntos clave donde por supuesto destacaría su desenlace, parece que éste tira a lo fácil, al irónico dado el caso uso del Deus ex machina más descarado que busca una vía rápida de satisfacción del lector, olvidando que a veces el viaje es más importante que el destino.


CLOROFILIA de Cristina Jurado.

¿Quién es Kirmen? ¿Por qué el joven no se parece a sus padres, ni a su amigos, ni a ninguno de los habitantes del Claustro? En el exterior de las cúpulas que protegen a los últimos habitantes de la Tierra, una tormenta eterna y monstruosa se ceba con el planeta. Kirmen sigue cambiando y, mientras tanto, no deja de soñar con salir. Al exterior. A la tormenta. ¿Qué es Kirmen?

Me resulta difícil y un tanto incomodo valorar esta obra. El motivo es que por cada virtud que le encuentro, no puedo evitar ver asomar nuevos obstáculos personales. Es como cuando uno contempla una obra pictórica acabada, deleitándose con su belleza, hasta que su vista se fija por primera vez en un pequeño fallo que a otros les pasaría desapercibido y, a partir de ese momento cada vez que volviéramos a contemplar la obra automáticamente nuestra vista se dirigiera a ese detalle entre rechinar de dientes.
Esta es una historia que aparentemente retoma el tono ecológico de la ciencia ficción, busca y además encuentra la atención del lector con un primer capítulo, a modo de prólogo que nos presenta un futuro inestable, una puerta de entrada al fin de todo sin siquiera saber cómo hemos llegado allí... para proseguir con una trama que va diluyéndose poco a poco arrebatándonos el interés y causando cierta confusión por sus constantes cambios de escenarios, tiempos y personajes sin previo aviso, ni una misera separación entre los párrafos que nos sirva de guía. ¿Que consigue con esto? Pues sumado a un final que no supone ninguna sorpresa, un conjunto engorroso y poco convincente pese a la cantidad de buenas ideas que albergaba en un principio. Muchos buscamos encontrarle un sentido a todo lo que se nos narra, que, al juntarlo todo al llegar al último tramo podamos contemplarla en conjunto y poder valorarlo. ¿Cual es el error que llama la atención en nuestra vista cuando lo hacemos? Pues en este caso, que prácticamente toda la importancia de lo que se nos narra pierde completamente el sentido, y terminamos CLOROFILIA con una leve sensación de indiferencia.


YABARÍ de Lola Robles.

Muriel Johansdóttir llega a Yabarí dispuesta a contar la verdad sobre lo que está sucediendo con las empresas explotadoras de la inmensa jungla del planeta. Como periodista ve la necesidad de averiguar qué hay de cierto en los rumores acerca de maltrato a los nativos, violaciones sistemáticas de los Derechos Humanos Universales y la aterradora deforestación de su hábitat natural. Para ello deberá adentrarse en el mismo corazón de la selva yabarí y afrontar una serie de peligrosos descubrimientos que la llevarán al límite de sus capacidades físicas y mentales.

Lo he dicho varias veces, una novela policíaca con un par de zepelines surcando los cielos NO es steampunk, así como una aventura por la una selva con varios elementos exóticos cuya existencia viene de la excusa de ser otro planeta, a veces no llega mas que a pisar la línea de la ciencia ficción.
Leer YABARÍ es como ver un capítulo de una ficticia Callejeros Viajeros por la Galaxia, viajando por un mundo selvático parecido al nuestro, lleno de injusticias contra los derechos humanos por culpa de la explotación de bienes y el dinero, como en el nuestro, y con personas que todavía son capaces de jugarse algo más que su trabajo para conseguir que se sepa la verdad... bueno, eso ya no es muy propio de nuestro mundo.
El relato funciona muy bien a la hora de ponernos en precaria situación haciendo uso de clichés típicos de este tipo de historias. Son usados con inteligencia y lo desarrolla con un ritmo pausado pero adecuado que mantiene cierta intriga en la justa medida. El problema es que cuando estamos cerca del final, muchas de las incógnitas  siguen siendo eso mismo, incognitas. Hilos que se han ido tejiendo a lo largo de la trama son cortados de golpe y otros acaban perdiéndose hasta el infinito.
Un buen ejercicio, en definitiva, que hubiera mejorado mucho si se le hubiera dado tiempo y espacio para desarrollarse.


LOS PRÍNCIPES DE MADERA de Daniel Pérez Navarro.

El príncipe de madera, de Bartók, contiene en sus compases una bomba de relojería. Al menos así lo siente el grupo de David, los cerebritos de Collins, un grupo de ocho jóvenes que se preparan para convertirse en ingenieros y ser enviados a la luna de Agarttha, donde dirigirán la extracción de una valiosa materia prima llamada Jebo. En aquel apartado lugar, sus pensamientos volverán una y otra vez sobre quiénes son y cuál es su verdadero cometido en la vida, como si recorrieran a cada paso el extraño solo de xilófono de la mítica pieza. Los problemas que se cruzarán en su camino acabarán por enfrentarlos con su verdadera naturaleza, con su yo más íntimo, en un vertiginoso in crescendo de acontecimientos.

Concluimos este especial de bolsilibros (por ahora) con otra novela de ciencia ficción cuyo autor me ha recordado a ese profesor que escribe en una pizarra como si le fuera la vida en ello, a una velocidad a la que es difícil de seguir el ritmo para, al final borrarlo todo cuando aún te quedaba un buen trecho por copiar. Así, Daniel Pérez compone una historia que suma tramas e incógnitas, nuevos planteamientos e ideas que surgen cuando aún no hemos asimilado las revelaciones anteriores.
El origen de los seres vivos, de dónde venimos, a dónde vamos, hasta qué punto el hombre ha conseguido emular a Dios y convertir la genética en un montón de arcilla a la que dar la forma deseada para cumplir sus propios objetivos... son varias de las cuestiones que el autor plantea en una historia que usa como eje central una humanidad volcada en la explotación de mundos (resulta curioso como este tema se vuelve tan recurrente en los títulos de esta colección) con fines energéticos, pero sin embargo no es eso lo que más me ha llamado la atención en la historia, sino el mensaje existencialista que domina el primer tramo de la historia, en el que se centra en las distintas personalidades de los protagonistas, en su modo de afrontar retos, miedos y futuro. El problema viene más adelante cuando la conexión de esas enseñanzas se disuelve con las experiencias creando un entorno difuso y un tanto inconexo (no digo que no exista dicho nexo, sino que a mi me cuesta encontrarlo) y reconozco que venía escarmentado, ya que la lectura de LA SONRISA DE LOS MUERTOS del mismo autor demuestra que su obra no es sencilla, que exige un esfuerzo por parte del lector para saber distinguir el camino que se marca.

Es posible que si, que debería haber empezado por hablar de una pega que se ha vuelto recurrente en casi todas las novelas aquí comentadas, y es que no estoy acostumbrado a este formato y posiblemente sea por ello que muchas veces vea el espacio dedicado para contar sus historias insuficiente. Me he encontrado argumentos realmente complejos que necesitarían varios centenares de páginas para ser narrados de manera profunda y satisfactoria, sin olvidarnos el papel que suele desempeñar el carácter y personalidad de sus protagonistas para con la trama, otro sacrificio en pos de la brevedad.
Pero tengo que admitir que he disfrutado mucho de estas pequeñas novelas, lo suficiente para asegurar que estaré atento a próximos títulos.

Y si eres de los que siguen pensando que la ciencia ficción o la fantasía apenas levanta la cabeza, no te voy a recomendar que le eches un vistazo a algunas de estas píldoras que Cerbero nos ha traído. Y es que como ellos mismos bautizan a sus obras, esto son "Libros para soñadores despiertos"... así que igual despertar es lo primero que deberíais hacer...


Reseña: ZOMBIES DE LENINGRADO 2: LA PERSPECTIVA DEL CANÍBAL de Javier Cosnava.

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Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

ZOMBIES DE LENINGRADO 2: LA PERSPECTIVA DEL CANÍBAL de Javier Cosnava.

Novela e historia, terror zombie y canibalismo; hablamos de relatar el valor de un pueblo que decidió llegar hasta el extremo de consumir carne humana antes que rendirse a Hitler y sus hordas.

Se han escrito unas pocas novelas desde la mirada de un muerto viviente, pero siempre se ha tratado de personajes imaginarios en situaciones imaginarias.

¿Pero cómo eran realmente las personas que se comían a sus congéneres en Leningrado durante el asedio nazi?

Si os atrevéis a leer este libro, tal vez halléis una respuesta.

El ser humano es sin duda una maquina fascinante. Engranajes y motores compuestos por células y tejidos en constante funcionamiento y descubrimiento de nuevas habilidades siempre explorando sus límites. Y la historia es una de las mayores responsables de que estas máquinas implacables hayan sido puestas a prueba una y otra vez, llegando al extremo incluso en mundos desarrollados.
¿Y qué mejor campo de pruebas ha existido desde que el primer ser humano fuera consciente de la muerte que la guerra y la violencia?, ¿ Y no es acaso, entre otras, la Segunda Guerra Mundial uno de los terribles acontecimientos que más muestras nos han otorgado para demostrar la extraordinaria capacidad del cuerpo humano de adaptarse para sobrevivir y, desgraciadamente de la imaginación para causar el mayor mal posible?

Son muchos los capítulos, batallas, ubicaciones y personalidades los que han influido en incontables relatos y novelas. Tristes episodios que no solo ponen a prueba, como hemos dicho, el ingenio y las ganas de vivir (o matar) ante los terribles sucesos acontecidos, sino que de nuevo vienen a demostrar que muchas veces la realidad puede ser más espantosa que la mas terrible de las pesadillas imaginables.

Si existe un suceso que pudiera decirse que se convirtió en un auténtico infierno durante la contienda, ese sería sin lugar a dudas la situación que vivió Leningrado durante su asedio por los nazis. Un episodio que nos trajo hace un par de años Javier Cosnava en su novela ZOMBIS DE LENINGRADO. El escritor de obras como 1936 Z: LA GUERRA CIVIL ZOMBI, LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL. LA NOVELA, DIARIO DE UNA ADOLESCENTE DEL FUTURO o esa deliciosa ironía titulada CONVIÉRTETE EN UN ESCRITOR SUPERVENTAS nos transportó a un viaje a la bella ciudad de la Unión Soviética, ofreciéndonos asientos en primera fila para ser testigos mudos de los horrores de la guerra, cuando el pueblo ruso cegado por un sentimiento patriótico que rozaba la divinidad hacía frente a las heridas, las enfermedades u el hambre. Un hambre que se convirtió en el elemento principal principal tanto de la historia real como de la novela, llevando a los ciudadanos en un intento desesperado de agarrarse a la vida a protagonizar actos de canibalismo, pero no ocasionales, sino constantes, creando incluso un mercado negro de venta de carne humana, la necesidad de un cuerpo de policía especializado en estos casos... escribiendo con sangre tristes líneas en la historia de la vida, de una humanidad convertida en poco más que bestias depredadoras por supervivencia.

La búsqueda de un lugar seguro fuera de los muros de la ciudad condenada y la caza de un espía dispuesto a lo que sea por cumplir su objetivo son las excusas perfectas de las que se vale Cosnava para traernos una historia de terror que se apoya en estructuras muy reales para ser contada. Cada callejón, cada soldado o ciudadano, cada nueva puerta que abren tiene una historia verídica que contar, muchas de ellas protagonizadas por vidas ya extintas por la inanición, las explosiones o el suicidio, pero también se habla de mordedores, hordas de hambrientos cazadores que poco se diferencian del monstruo que tantas veces ha retratado la literatura Z para mostrarnos el rostro del fin del mundo.
Y ahora, ZOMBIES DE LENINGRADO 2. LA PERSPECTIVA DEL CANÍBAL prácticamente retoma la misma formula para camuflar en forma de novela de ficción, nuevos hechos y anécdotas que los habitantes de la ciudad asediada vivieron durante sus últimos días en el infierno.

Aunque eso no significa que la vuelta a la normalidad vaya a ser fácil, que el terror y la desgracia se esfumen como el humo de las bombas. La aparente tranquilidad va llegando a las calles de Leningrado, los éxitos defensivos contra las tropas alemanas van sumándose, apenas quedan resquicios de "zombis" o mordedores, personas rendidas a la locura del hambre que atacaban y devoraban vivos a los incautos que solo buscaban alimento para ellos o sus familiares, y poco a poco los preciados suministros y víveres van llegando a los pocos supervivientes que se resisten a abandonar sus hogares. Sin embargo, parece que la pesadilla no ha acabado para algunos. Y ahí tenemos al orfanato número 48 y a los niños que ahí se refugian de la guerra, porque ahí fuera aun queda algo que puebla sus pesadillas... y va a por ellos.

De este modo, LA PERSPECTIVA DEL CANÍBAL se desvincula casi en su totalidad de la trama de la primera entrega, pero no en su trasfondo, siendo totalmente independiente de ésta, pudiendo leerse por separado sin ningún problema y demostrando lo evidente: Que tanto el argumento como el significado de las acciones de los protagonistas, si es que existen, quedan en un segundo plano y no son sino una manera de novelizar y estructurar las numerosas circunstancias, vistas panorámicas y curiosidades que rodean a los acontecimientos verídicos que han ido evolucionando desde la primera entrega. Y esto está bien, pero hasta cierto punto...
Cosnava se vuelve a valer de casi cualquier cosa para acercarnos el elemento histórico a la lectura. Un diario olvidado, una retransmisión de radio o el cadáver de alguien pudriéndose en la calle a la vista de todo el mundo. Todo sirve para ser lanzado a la cazuela y crear un guiso de sabores clásicos aunque en ocasiones algo artificiales, también inevitable cuando estos hechos deben casar, compaginarse con la trama inventada en cuestión por el escritor, causando que el desarrollo de la lectura se vea en algunos momentos interrumpida de manera demasiado brusca para contarnos qué pasaba en esos momentos en el escenario donde los protagonistas se encontraban, o indagando más adelante en lecciones de historia sobre civilizaciones y culturas antiguas y no tanto, que demuestran que hay cosas que no tienen por qué haber cambiado tanto desde entonces.

Así que aclaremos una cosa. Si bien esta novela como su antecesora pueden ofrecer momentos realmente escalofriantes, no es gracias a que forme parte de una colección especializada en literatura zombi, porque el que se espere encontrar aquí muertos vivientes resucitados por algún tipo de experimento nazi o hechizo vudú puede llevarse una gran desilusión. No, aquí no hay monstruos sobrenaturales, solo reales. Gente hambrienta que ha dejado atrás cualquier ética a favor de la supervivencia. Es por ello que quizá esta serie resulte un poco oportunista dado el precario nexo y sentido del termino "zombi" que se aplica en esta trama, pero a su favor hay que admitir que es una buena manera de acercar la historia bélica y sus capítulos menos conocidos pertenecientes al asedio de Leningrado a gente que de otra forma nunca se habría molestado o interesado en conocer.

LA PERSPECTIVA DEL CANÍBAL es un relato más intimista, menos global que su antecesora en lo que a acontecimientos y personas involucradas se refiere. Una historia terrible dentro de una historia terrible que, salpicada de misterio, investigación, horror, absoluta pérdida de inocencia y una pizca de filosofía retorcida, nos cuenta como un grupo de niños y adolescentes se enfrentan al último caníbal de Leningrado. El último bastión para volver a lo más parecido a la cordura en un mundo que parece haberse vuelto loco.

Me doy cuenta a estas alturas de la opinión literaria de que no paro de volver una y otra vez al asunto de los elementos verídicos dentro de la historia hilada por Javier Cosnava, y el motivo por desgracia es que creo que sin ellos, ZOMBIES DE LENINGRADO. LA PERSPECTIVA DEL CANÍBAL pasaría por el recuerdo de la literatura Z sin pena ni gloria y que cuando se finaliza uno prefiere mantener en sus recuerdos esos momentos en los que la sensación era de haber pasado el día en un museo dedicado a la Segunda Guerra Mundial, contemplando objetos y documentos expuestos en vitrinas y leyendo el papel que éstos desempeñaron en la historia.
Y si, vale, se nota que el personaje de Ilarion Nyshchenko ha sido (re)creado para representar la piedra angular de la novela con el que los capítulos dedicados al último caníbal de Leningrado cumplen con el cometido que se propone el propio título de la obra, ofreciendo otra perspectiva moral y existencialista a la supervivencia como un modo de vida condicionadas por los terribles actos a los que estuvo obligado a formar parte Ilarion. Y tampoco podemos ignorar ya que estamos, algunos interesantes giros del guión que pueden pillarnos en paños menores...
... Por desgracia tampoco podemos pasar por alto un estigma que arrastra la novela desde su propia concepción, un elemento que si en otros casos pasa desapercibido, en este su factor condicionante a la hora de dar un veredicto es definitivo, y ese elemento no es otro que ser una segunda parte.

LA PERSPECTIVA DEL CANÍBAL no es una mala novela, en ningún momento dije, digo o diré lo contrario, pero es mucha mejor lectura si no se ha leído anteriormente ZOMBIS DE LENINGRADO, de ese modo, uno no lleva consigo esa sensación de estar leyendo algo artificial, forzado e incluso producto de una necesidad de terceros. ZOMBIS DE LENINGRADO es como escuchar un single donde el grupo musical ha volcado todas sus ganas, talento y cariño. Esta segunda entrega es como la cara B y los remixes de la misma canción. Sacando provecho a restos de documentación acumulada que no encontró espacio en el tema principal ya sea porque no era tan bueno como lo demás o porque en su momento no tenía sentido incluirlo. Así que, improvisando un resumen para aquel que se acerque a a esta obra a raíz de haber leído la anterior, podría decir que va a encontrar más de lo mismo pero más insipido, descafeinado. Como beberse un buen whisky escocés y que después te sirvan marca blanca.

Por lo positivo, también encontraremos más de lo mismo en el estilo narrativo de la obra, el cual se muestra directo y ágil, salvo en los constantes paréntesis de los que se vale Cosnava para contar una nueva anécdota en medio de un pasaje escénico o incluso en un diálogo, pero curiosamente a veces son estas interrupciones las que, movidos por la curiosidad o el morbo, nos atrapa sin remisión. La historia mantiene una previsibilidad justa y por fortuna algo engañosa, y como en ZOMBIS DE LENINGRADO sigue eligiendo sabiamente el momento justo en el que sorprender o ejecutar aquel movimiento que habíamos predicho con anterioridad.

Mención aparte merece uno de sus epílogos, que valiéndose de ciertas libertades históricas (sin las cuales este relato no hubiera pasado apenas de su propio planteamiento) remata la jugada convirtiendo el libro en algo más que una novelización de un asedio, sino también la de una inesperada biografía.

Siempre es agradable que cuando algo guste recibamos más raciones de lo mismo... el problema es cuando con las virtudes, también le acompañan sus defectos...

Reseña: JAPÓN ESPECULATIVO de VV.AA.

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Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

JAPÓN ESPECULATIVO. RELATOS ASOMBROSOS DE FANTASÍA Y CIENCIA FICCIÓN

El género de la ciencia ficción en Japón eclosionó en la década de los años 50 y 60 de la mano de escritores visionarios que combinaban la milenaria tradición literaria nipona con las nuevas tendencias de la ciencia ficción occidental. El fruto de esta mezcla de exotismo y vanguardia, sumado al nada envidiable mérito de haber sufrido la guerra atómica, dieron como resultado relatos innovadores y efervescentes, donde mitología y tecnología juegan un papel importante, en un intento por redefinir la identidad japonesa tras la Segunda Guerra Mundial reflejando su pasado en el espejo de futuros alternativos, mundos imaginados o visiones simbólicas de la realidad. 


¿Te atreves a mirar en el espejo?

Hubo un tiempo en que mencionar a un chaval que había crecido en la década de los ochenta el nombre de Japón era como animarle a evocar imágenes pertenecientes a lo que su imaginación más desatada relacionaba con su propia idea del paraíso, la tierra prometida o el Valhalla de los que sobrevivieron a las mañanas con Leticia Sabater.
Aparte de demostrar que los nipones solo saben jugar bien al fútbol en sus fantasías y que no hay que temer a la muerte porque en algún lugar alguien montado en una nube amarilla ya se ha preocupado de buscar las bolas de dragón por si acaso el mundo acaba hecho pedazos (otra vez), para muchos Japón fue la primera potencia del entretenimiento que nos cogió de la mano para atravesar la primera y aparentemente sencilla frontera de la ciencia ficción. El manga, el anime o los videojuegos enriquecieron en muchos aspectos la idea que teníamos preconcebida del futuro, los viajes espaciales o las herramientas bélicas. Series como Mazinger Z, Robotech, Space Battleship Yamato, Gundam, Captain Harlock o Galaxy Express 999 expandieron el significado de un concepto que por aquel entonces desconocíamos, eso que más tarde descubriríamos que atiende al nombre de Space Opera y que cuya idea que teníamos por aquel entonces no iba más allá de lo que habíamos visto en Star Wars o Star Trek.
Pasó un tiempo hasta que empezamos a descubrir propuestas más complejas y más cercanas a la ciencia que a la ficción. Akira, Ghost in the Shell, Venus Wars o Roujin Z, nos sumergen en temas muy específicos como la inteligencia artificial, la búsqueda de uno mismo, de sus objetivos, la religión o la filosofía, preparándonos a algunos sin que nos diéramos cuenta para un modelo de género que trataríamos de distinta manera, quizá más reflexiva, en los libros. Ojo, muchos largometrajes o series de animación japonesa exhiben una gran carga argumental que invita al pensamiento y meditación.

Pero no todo lo conocido por ciencia ficción en Japón ha sido siempre robots, monstruos, magia y excusas para mostrar desnudos de forma gratuita. La literatura fantástica y especulativa ha ofrecido desde la posguerra una amplia oferta tanto en estética, temática o significado, y para acercarnos a nuestro país, donde la literatura proveniente de oriente está últimamente golpeando tan fuerte en estos géneros, la editorial Satori nos ofrece JAPÓN ESPECULATIVO, una antología de relatos y algo más que no solo ofrece ejemplos de las múltiples facetas que este tipo de lectura puede ofrecer, sino que otorga nuevos significados, puntos de vista, maneras de contemplar algo que creemos que ya conocemos y de lo que pensamos que ya nadie puede darnos lecciones. En ocasiones cristalino y otras completamente inclasificable o puramente emocional. Vale, voy a expresarlo de una manera que pueda entenderme incluso yo mismo...
JAPÓN ESPECULATIVO es una colección de relatos terriblemente atípico y absolutamente inesperado si uno llega al libro esperando encontrar alguna semejanza entre la magnífica obra de Katoh Naoyuki que ilustra la portada del mismo y las historias que aguardan en el interior. Y me atrevería a predecir que más de uno va a definir esta falta de nexo como una tomadura de pelo. Pero no lo veáis de esa manera. Pensad que este título nos ofrece, no 15 maneras de exponer el significado de la ciencia ficción de 15 personas, sino de 16, porque la ilustración no deja de ser un medio de comunicación, y una manera de contar una historia.
Más o menos esta idea es la que predomina a lo largo de todo el viaje que Gene Van Troyer y Grania Davis crearon para nosotros en el 2007, una idea que resalta la importancia de la idea no mostrada, sino insinuada, bocetada incluso. Por supuesto que muchos elementos de la ciencia ficción y la fantasía están presentes, criaturas increíbles, androides, viajes a través de planos espacio-temporales,... sin embargo la literatura japonesa no busca en sus relatos un predominio del apartado visual (salvo casos explícitos que veremos en autores como Komatsu Sakyo u Ohara Mariko) sino que se esfuerza en dotar a las historias de un fuerte valor sentimental y emotivo, dando especial importancia al individuo y a sus emociones basándose en la interacción con el medio, ya sea desconocido o no. Es por eso que algunas de estas historias no enfocan claramente su comienzo, su nudo y su desenlace, sino que se limita a la sencilla puesta en escena que no busca un objetivo final, sino conectar con lo que se nos describe, valorar lo que se nos propone y, en definitiva, especular.

Además si algo hay que reconocerle a la colección de relatos que se nos presentan en JAPÓN ESPECULATIVO, es sin duda su amplia variedad temática y genérica. Hay romance, drama, comedia, un montón de crítica social y educativa y un ligero toqueteo con el surrealismo, aunque aviso a los amantes de las emociones fuertes y las subidas de adrenalina que la acción está aquí representada en su mínima expresión. Seamos francos, salvo pocas excepciones, esto es un paseo por un jardín zen, ¿bello? si, ¿reflexivo? Por supuesto, ¿impactante? Eeeehmmm... no, no en el sentido del que genera tensión o sensación de peligro.

Como curiosidad antes de echar un breve vistazo por encima a los relatos que componen esta antología, mencionar que estos no empiezan propiamente hasta la página 59. La colección la anteceden tres introducciones a cargo de los editores y un tal David Brin (que no tengo muy claro cuál es su cometido) donde entre otras cosas, además de mostrarnos en un vistazo fugaz lo que vamos a encontrar aquí, nos hablan del nacimiento de la propuesta, de cómo se planto la semilla y de los antecedentes de sus creadores. Pero ahí no acaba todo. RAZÓN COLECTIVA: UNA PROPUESTA de Shibano Takumi (si, con su propia introducción a cargo de Tatsumi Takayuki) es una respuesta convertida en ensayo de casi 30 páginas a la pregunta de cuál es la dirección de la ciencia ficción en Japón, y sobre todo ¿Qué es la ciencia ficción para Japón?. No, no es un texto fácil y mucho menos ameno, pero ayuda a entender lo que yo en vano intentaba explicar acerca del valor sentimental e imaginativo de la obra del género.

No es fácil estar preparado para un relato como FAUCES SALVAJES de Komatsu Sakyo, sobre todo perteneciendo a una antología especializada en ciencia ficción y fantasía (insisto, iremos comprobando que los tópicos y recursos clásicos de dichos géneros apenas tienen cabida aquí), aunque no falta de lo primero y sin duda explora el lado más oscuro de lo segundo a nivel personal del individuo, creando en este breve texto una experiencia tan autodestructiva como reveladora.
Nos encontramos ante un relato que fuerza al máximo los límites visuales como en la exploración de un propósito, una predestinación final de la naturaleza humana que no se aleja demasiado de un retorcido instinto primario. Resumido así puede resultar complejo e intimidatorio, pero os aseguro que la única dificultad que encontraréis en el texto es la de mantener el contenido de vuestro estómago en el mismo mientras disfrutáis de este momento tan intenso como meditado. ¿Algo extremo? tal vez, más no descabellado.

LA HORA DE LA REVOLUCIÓN es un grito de guerra emitido por Hirai Kazumasa. Un canto al futuro que nos recuerda que los sentimientos humanos que toman forma en poemas canciones o pinturas no solo pueden sobrevivir a un porvenir oscuro, sino hacer que nos veamos en un espejo del mañana y contemplarnos como lo único que somos: los causantes de nuestro propio fin.
Esta es una historia donde lo que predomina es la fantasía y no el raciocinio, y es que muchas veces la especulación se apoya en las consecuencias sin importar en las razones o su veracidad.
Para que me entendáis, Kazusama nos trae un relato que nos recuerda en varios aspectos el concepto principal de las historias que nos prometen visualizar fugazmente nuestro destino y nos hace preguntarnos, ¿Existe algún modo de cambiar nuestro destino?

Kono Tensei fuerza la comprensión y el entendimiento del lector con HIKARI, un relato de fácil lectura pero cuya ausencia de antecedentes o explicaciones que aclaren los hechos relatados lo vuelven confuso.
Esta historia mezcla ingredientes característicos de los relatos de ciencia ficción más tradicionales sobre invasiones, elementos sobrenaturales y misterios con un fuerte sentido existencial y el nexo que vincula al ser humano con la sociedad que ha construido en torno a sí mismo. Así, con un desarrollo que no para de alimentar nuestra confusión (y la necesidad de una razón, un origen o un objetivo) llegamos al final del viaje de modo relativamente satisfactorio pero inconcluso.

ME DESHARÉ DE TU PESAR de Mayumura Taku fue mucho más allá de lo que aparentaba ser a simple vista. No deja de ser una historia de ficción llena de sueños y fantasía en torno a un objeto cotidiano, pero muy distinto a las lamparas de las que brotan genios con turbantes o manos de mono disecadas que conceden deseos tramposos, aunque sus principios pueden sernos familiares.
Taku firma un texto muy breve, muy sencillo y ágil, casi se diría que simple en una primera impresión, pero es al finalizarlo y al comprenderlo cuando uno de da cuenta de que está ante algo que va más allá de la propia idea del regalo que ese objeto mágico ofrece a su portador. Una delicia.

Tres, tan solo tres páginas le hacen falta a Ishikawa Takashi para destrozar el corazón del lector con EL SENDERO HACIA EL MAR. Tan emotivo como desgarrador, este pequeño cuento contado como tal no puede evitar pecar de ser algo tramposo, jugando con la percepción y la capacidad de predicción (la que cree tener) de quien la lee, que quizá pueda aventurarse a adivinar a dónde van a ir a parar todas las pistas, pero que realmente no está preparado ni quiere hacerlo para su desenlace.
Si, miramos todos al futuro, pero cuando todos estemos en él, ¿Qué ocurrirá cuando miremos al pasado, añorándolo?

Era inevitable encontrarme con un relato que se desvincula totalmente de mis expectativas e ideas presupuestas, y ¿ADÓNDE VUELAN AHORA LOS PÁJAROS? de Yamano Koichi no solo hace eso, sino que ya sea por su extensión o su manera de intercalar capítulos y sucesos y obligan al lector a que sea él el que ate cabos, la experiencia termina por ser agotadora.
La idea no carece de atractivo, y en su argumento es capaz de mezclar el siempre interesante recurso de los multiversos con nada menos que la ornitología , y lo hace no careciendo de sentido e incluso otorgando a la historia de cierta "interactividad" haciéndonos participes de la trama. Sin embargo uno se pasa demasiado tiempo ignorando a dónde quiere llevarnos exactamente el autor para que, cuando por fin empieza a vislumbrarse su objetivo, este se muestra algo anticuado o inverosímil. Puede ser por sus idas y vendas, por su manera de retrasar las respuestas o por lo difícil que es empatizar con las emociones de su protagonistas, la cuestión es que este historia es como subir una cuesta pronunciada para ir a un sitio que, pues oye, no es para tanto.

Mucho antes de EL FUGITIVO de Stephen King o de LOS JUEGOS DEL HAMBRE de Suzanne Collins ya se especulaba con la muerte y la violencia como algo parecido a un reality show. OTRO PRINCIPE DE WALES de Toyota Aritsune lleva la naturaleza bélica del ser humano a un nivel que resulta casi paródico y ridículo.
Es llevar el arte de la guerra al mundo del espectáculo observado y relatado bajo el punto de vista de quienes deben saber dónde está el límite de la obsesión humana por el enfrentamiento, llegando y sobrepasando la línea que lo sátiro se convierte en preocupante veracidad.

LA VIDA DE LAS FLORES ES CORTA es un relato tan emotivo como triste con el que Fukushima Masami nos advierte de las consecuencias que los avances tecnológicos y el progreso informático y vital en definitiva, puede provocar en la vida de las personas, en concreto con su sociabilidad. Ya en el año 1967, cuando se firmó este cuento, Masami pudo acercarse a las ventajas peligros de una dependencia profesional y nos anima, incluso nos suplica que levantemos la mirada,que el mundo donde vivimos puede no ofrecernos las emociones que encontramos en medios artificiales e interactivos pero, a fin y al cabo, es donde vamos a estar siempre, así que más nos vale apreciarlo y aprovecharlo.

Como completo ignorante de la cultura japonesa y entre otras cosas, de su manera de interpretar emociones a través de la literatura, leer un relato como CHICA de Ohara Mariko me provoca una extraña confusión. No se si estoy ante una historia que profundiza en el significado de las emociones, del atractivo intelectual por encima del físico y las primeras impresiones, una metáfora sobre el camino que todos terminamos recorriendo en busca de la verdadera felicidad o la satisfacción personal, la imagen de nosotros mismos que vemos reflejada a través de los sentimientos de otras personas... o simplemente estoy ante una comedia absurda sin pizca de gracia...
.. pero hay manos con dedos hechos de manojos de pollas, así que a mí me va bien, gracias por preguntar.

Con Tsutsui Yasutaka volvemos al tono más melancólico de la visión de un mañana ¿mejor?. MUJER DE PIE es un relato triste, ya no por la trama en la que nos sumerge donde las mayores injusticias suelen venir selladas por aquellos que dictan las normas, sino porque la realidad de su concepto, la idea que moldea y juega por muy fantástica e inverosímil que resulte pasa por el aro de nuestra mente con toda facilidad, la idea de un mundo donde la libertad es un mito y el castigo por el libre pensamiento no hace sino acrecentar la ternura del momento que aquí se nos expone y maravillarnos por, simplemente creérnoslo.

Pero para inverosímil, el culmen de la imaginación, de la inspiración surgida de la nada, de la manera que Hanmura Ryo plasma en pape una ocurrencia  que casi todos se nos ha pasado alguna vez por la cabeza.
Esta vez se titula LA CAJA DE CARTÓN, pero su fantástico resultado final podría haber funcionado perfectamente como historia y experiencia si se hubiera titulado El Sándwich de Queso o La Esponja de Baño. Su tono sencillo, casi abrazando el cuento infantil ayuda también a que de la nada, de lo inanimado, rutinario y prescindible crezcan una ternura y un humor y por supuesto un gusto por la literatura exquisito.

Llegamos con LA LEYENDA DE LA NAVE ESPACIAL DE PAPEL al relato más largo, pudiendo pasar por una novela corta. Y cuando digo que es el más largo no es solo por su extensión, sino porque en este caso su longitud juega en su contra.
Yano Tetsu construye aquí un cuento para adultos en el que se fusionan lo moderno con lo tradicional, pensamientos que alcanzan la creencia de vida fuera de nuestro planeta chocan con creencias ancestrales y supersticiones. Futuro y pasado se entremezclan para elaborar uno de esos cuadros que uno debe admirar largo y tendido para descubrir su belleza, por muy incómoda que sea lo que la imagen que quiere trasmitir.
Pese a la evidente crueldad que muestra la historia, causada por la incredulidad y la ignorancia y el malestar emocional que este provoca, la historia por mucho que lo intenta no consigue arrancar en ningún momento, prefiriendo que nos paremos a contemplar su prosa, sus bellos pasajes, atrapándonos con sus modos, y no con sus formas y evolución.

La frase "El poder del sol en la palma de la mano" cobra un nuevo sentido en LA CAJA UNIVERSO DE REIKO. Kaijo Shinji explora en su relato un abanico de posibilidades que parte del momento en que pone en poder de alguien cualquiera, que no ha destacado nunca en prácticamente ningún aspecto, algo que podría hacer que nuestra visión de todo lo que nos rodea cambiara para siempre.
Sin embargo el conjunto de los acontecimientos narrados convierten al texto en una tragicomedia donde dos mundos totalmente opuestos chocan hasta el inminente desastre, jugando mientras tanto con la percepción del lector, que tiene la posibilidad de abrir la ventana al conocimiento que Shinji le proporciona, pero se sorprende interesándose más por los aspectos más triviales, los que afectan a los sentimientos de los implicados.

MOGERA WOGURA de Kawakami Hiromi mantiene ese estilo del que a estas alturas ya nos habremos acostumbrado te tanto recuerda a las narraciones infantiles, pese a que su contenido no es en absoluto para niños.
Hiromi se acerca con su historia de hombres y bestias a la nueva ola del bizarro, situándonos en escenarios cotidianos pero ante hechos incomprensibles, ilógicos pero que permitimos que sigan ahí. No solo eso, los disfrutamos hasta el punto de verlos necesarios para entender lo que se nos quiere contar. Y no solo disfruta confundiéndonos con sus conceptos principales, sino también con los sentimientos que trasmite, pues esta fábula parece hablar de cómo la humanidad se autodestruye a si misma usando para ello lo que creemos que podría salvarnos, y la única posibilidad de salvarnos es aquello de lo que huimos.

Cierra este recorrido de relatos ADRENALINA, un poema escrito por Yoshimasu Gozo, y del que me cuesta mucho dar una opinión sincera. En apariencia parece que leemos una sucesión de frases y conceptos sin sentido, cuyo paso por la traducción al ingles no es que ayude precisamente a su comprensión, pero todo puede cambiar al llegar a la última línea del texto, que no solo nos da algo a lo que agarrarnos, sino que invita a volver atrás y releer todo el relato y que, sin dejar de ser complicado, sí que tenemos esta vez una conexión, un elemento con el cual relacionar cada frase, metáfora y kaiju.

JAPÓN ESPECULATIVO no se olvida de la complicada labor de los traductores, para los que dedica dos breves epílogos hablando del proceso del paso del texto vertical al horizontal, de la búsqueda de expresiones, de formas de saltar obstáculos que muchas veces se tornan tarea casi imposible. Recordemos que la edición que ha llegado a nuestro país ha sido traducida directamente del inglés, y es a muchos a los que debemos el titánico esfuerzo de facilitarnos el viaje hasta aquí.

Insisto, esta antología enfoca un punto de vista de la ciencia ficción y la fantasía muy atípico, lleno de significados que unas veces son fáciles de interceptar al vuelo y otras consigue que nos perdamos en su narrativa y el lado más sentimental y figurativo de las palabras, lo que la convierten en una experiencia irregular, satisfactoria pero celosa consigo misma, con las cartas boca abajo incluso cuando ha terminado la partida. Unos relatos que recuerdan que para leerlos no solo hace falta abrir los ojos... también la mente.

Reseña: EXPERIMENTAL FILM de Gemma Files.

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Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

EXPERIMENTAL FILM de Gemma Files.

Lois Cairns, una exprofesora de cine, desempleada y al borde de la depresión, descubre la existencia y las películas perdidas de quien se cree que es la primera directora de cine de Canadá. Al investigar su trabajo, Lois descubre que esa directora se veía acosada por unas fuerzas sobrenaturales que ahora amenazan con perseguirla a ella también.

Toda historia real o ficticia es propensa a la evolución, a que sus conceptos e ideas cambien, se adapten a los nuevos tiempos y los nuevos pensamientos, y , por supuesto, a los medios en que dichas historias son trasmitidas, siendo este aspecto en ocasiones fundamental para su entendimiento.
Hemos visto al campo de la música adaptándose a cada época, a los gustos de quienes buscaban nuevas experiencias auditivas y emocionales, al igual que ocurre con el cine y la literatura. Los sistemas laborales, los momentos de confort y ocio... e incluso la religión ha tenido que revisar sus propias leyes y escrituras para no perder adeptos, para usar una y otra vez la quemada excusa de "es que hay que tomarlo de manera figurada, no literal", en definitiva, para no caer en el olvido de una vez.
Pero el reverso de la misma moneda, de la secta capitalista estrella, es sin duda el folclore y la mitología antigua, y sus casos no son muy diferentes, y ya sea por culto o por necesidad de expandir su influencia a través del tiempo por medio de cuentos e historias también han sabido mantener su vitalidad intacta...

... incluso los cuentos de fantasmas.

El fantasma americano puede darnos miedo o no, puede ser muchas cosas o puede no ser ninguna de las esperadas, pero lo que es indudable es que entre lo que sí es, es una esponja de ideas, referencias y recursos. No me voy a centrar en la aparente necesidad que Hollywood tiene de hacer remakes innecesarios de obras que no deberían tocarse más, aunque es evidente que gracias a ellas, nuevas obras se han impregnado de sus influencias y han dotado a sus creaciones de características "importadas" de otras culturas, como por ejemplo como no podía ser de otra manera, la japonesa y sus malvados espíritus o yūrei.
Pero hay que destacar que no solo su apariencia y actos han evolucionado hasta hoy, también el medio, su modo de manifestarse que ayuda a que el ente no se sienta prisionera en su propia morada. Obras como The Ring, Sinister o Poltergeist tienen como elemento en común el uso como canal de apariciones medios audiovisuales que los avances tecnológicos nos han brindado como la televisión y las cámaras de vídeo digitales, traspasando con ello una barrera que no hace mucho estaba limitada a la imagen estática de las fotografías y, ofreciendo un considerable abanico de posibilidades o unas historias de fantasmas que por mucho que se modernicen y se adapten a los nuevos tiempos, no significa que pierdan ese elemento clasicista, incluso gótico.

Sería normal, con este historial de celuloide sobrenatural pensar que EXPERIMENTAL FILM de Gemma Files y sus sinopsis que habla de entes malignos que se ocultan tras el velo de una producción cinematográfica , no es sino una manera llevada a la literatura de aprovechar el tirón, la moda de la creación de fantasmas que se han leído el manual del grabador de vídeo que compraron en vida, de estirar como un chicle la manera de contar historias terroríficas en formato mockumentary, falso documental, o cintas encontradas que parece que todo el mundo querría y podría hacer en casa con una cámara casera y una sabana blanca con agujeros (y de hecho, desgraciadamente se hacen), pero solo nos harán falta unos pocos capítulos de este libro para darte cuenta de que no es así..
... de que no cuesta nada añadir calificativos como brillante, original y complejo a la historia que nos trae la escritora canadiense incluso antes de acabarla.

Y es normal que se sea exigente con las novelas de alguien cuyo currículo incluye profesiones como periodista o crítica e cine, además de novelista. Más aún si la novela en cuestión se centra en el universo de las películas y los primeros pasos de quienes el día de mañana manejarán la magia de la imagen en movimiento. Y si no os es suficiente con las numerosas críticas positivas de lectores cuyas expectativas han sido cumplidas si no superadas, el premio Shirley Jackson del 2016 apoya a la opinión general de que estamos ante un trabajo muy a tener en cuenta. (Que si, que los galardones nunca me han supuesto un elemento determinante para decidir mis lecturas, pero de algunos veredictos aún me fío)

Una de las cosas esenciales que hay que saber de EXPERIMENTAL FILM es que es una novela a la que no gusta vestir con una sola etiqueta como las demás, es una obra coqueta pero que a su vez le gusta mezclar estilos, para lo cual opta por diluir su trama de manera equilibrada e impregnándola con multitud de matices sobre todos los campos con los que se atreve a jugar sin dar la espalda a ninguno, sin restarle la importancia y relevancia que supone en su conjunto final.
¿Es pues esta una novela de terror o no? Si, es innegable, como innegable es que catalogarla únicamente como tal es también limitar el trabajo y el talento que Gemma Files ha volcado aquí, así como el efecto que pueda producir en los lectores, un efecto que no gira solo en torno a un misterio que incumbe a la desaparición de la primera cineasta canadiense y la leyenda que dejó a su paso, puesto que el argumento si bien soporta el mayor peso de la obra, comparte esfuerzo con el modo de ser narrada, y consigue que una trama que nos debería resultar ajena y en la que no sobrepasaríamos el papel del mero espectador cargado de palomitas, refresco y ganas de pasar un buen rato, termine afectándonos casi a nivel personal como lo hace con su protagonista, y siendo éste un enlace entre lo que intuimos real y lo que aseguraríamos que es ficticio, pero cubriendo siempre cada afirmación con el velo de la duda.

EXPERIMENTAL FILM es Lois Cairns, y Lois Cairns es Gemma Files. Bueno, quizá no sea del todo cierto, a fin y al cabo esto no es más que una novela de ficción, ¿no? Pero no es casualidad que la protagonista de la novela, a su vez narradora que cuenta su historia en primera persona, esta peculiar Clarice Starling que ni sabe ni quiere admitir cuándo los acontecimientos le sobrepasan también sea periodista, crítica de cine y madre, como la creadora y autora de sus desdichas. Y el caminar por terrenos conocidos, el poder plasmar en sus páginas el conocimiento que le ha otorgado toda una vida dedicada a su profesión y experiencias, desemboca en un resultado que roza lo autobiográfico.

Hacía muchísimo tiempo que no conectaba así con un personaje, no ya por su carácter o su personalidad, sino por la naturalidad que desprende en cada aspecto que relata. Lois cuenta su historia y lo hace como realmente deben ser contadas por quien las ha vivido, dando importancia al más mínimo detalle, divagando y siendo consciente de ello, cambiando de tema o llevándolo a términos más personales e íntimos.
En el texto esto se convierte en un conjunto de múltiples focos de atención para el lector, y ninguno prescindible, puesto que no solo contemplaremos la evolución de una investigación, sino también la de sus protagonistas, en especial la de Lois cuya vida se compone de fragmentos de espejos que reflejan las manías, costumbres, miedos obsesiones de cada uno de nosotros. Tenemos a alguien obsesionado con su trabajo hasta el punto de que su pareja sea para ella un absoluto desconocido y cuyas acciones aún le sorprenden, alguien que huye de la relación y las obligaciones con un hijo que necesita cuidados muy especiales pero que evita ocultándose en sus proyectos y planes futuros. Puede que interpretemos muchos de sus actos como egoístas, incluso ella misma lo hace, pero es algo más, es como si viéramos a Gemma Files buscándose a sí misma en los actos de Lois, viendo, valorando cómo sería su futuro usando a su creación como guía.

Un ejemplo contrario de esto lo encuentro sin alejarme mucho del trasfondo de esta historia en RINGU, la novela de Kôji Suzuki, más concretamente en el desarrollo de la trama de su remake americano. En esta conocida historia vemos a su protagonista Rachel Keller con un único objetivo, salvar de la maldición de la cinta maldita a su hijo y a sí misma. Sin embargo cuando lo consiguen realmente no vemos ninguna huella, marca o cicatriz emocional que haya dejado el viaje a su salvación. Lo importante para ellos es que su final ha sido feliz, así que ¿para qué preocuparse? Aquí paz y después gloria, y cada uno con lo suyo, con lo que dejaron a medias antes de los acontecimientos...
Sin embargo, EXPERIMENTAL FILM centra su atención precisamente en lo que Gore Verbinski prefiere ignorar, en la carga psicológica que cada nuevo descubrimiento supone para sus personajes y cómo ésta condiciona sus siguientes pasos, en cómo la carga emocional va doblando a los que cargan con ella, hasta el punto de atravesar distintos puntos sin retorno, sabiendo que no hay marcha atrás y que lo que han pasado para llegar hasta ahí no queda en el olvido, sino que ha dejado una huella imborrable que estará presente cuando quieran ignorarlo.

Alguno dirá que al ahondar tanto en sus personajes, EXPERIMENTAL FILM deja de lado el aspecto terrorífico de su trama, y que eso no está bien, porque joder, diréis que os la vendieron como una historia de terror, ¿No?, pero ¿Acaso no será ese estrechamiento con los personajes y esa facilidad de conectar con ellos lo que genera un miedo constante a que les ocurra algo? Lo que da miedo de caerse desde el piso número veinte no es el golpe, tan rápido que ni lo notamos, sino la larga caída. Pues con esta historia ocurre algo parecido, no nos asusta lo que hay al final del camino, algo que desde el principio podemos imaginar, sino cómo llegamos a él, lo que perdemos en el trayecto, pero también lo que ganamos.

Gemma Files nos guía a través de una atmósfera que va volviéndose gradualmente más opresiva, y lo hace sin prisa, no dejando nada al azar y demostrando en muchas ocasiones sus conocimientos del mundo del cine, ya no solo moviendo hábilmente la cámara con sabiduría, enfocando donde debe y mostrando únicamente lo que ella quiere que veamos, ni por el uso de los tiempos narrativos, volviendo al pasado, dejando que espiemos el futuro por el resquicio de una puerta abierta a modo de cliffhanger que juega con el suspense y las suposiciones del lector. Todo esto importa y se vuelve esencial para entender la historia y a quien la cuenta, pero no es solo un libro que cuenta un relato, sino también sobre cómo se debe escribir un relato de terror.

Quien haya leído novelas como LA JOVEN AHOGADA de Caitlin R. Kiernan sabrá a lo que me refiero. Gemma busca la manera de enlazar lo cotidiano y lo sobrenatural y crea con ello un entorno hostil, extraño pero a la vez atrayente. Vivencias personales, curiosidades sobre el universo cinematográfico e historias rurales de las zonas visitadas, leyendas urbanas, correspondencia o prensa, la autora no solo involucra a cualquiera dispuesto a leerla, sino a sí misma, relatando la historia desde dentro, formando parte de ella y desempeñando un papel que sobrepasa el de creadora de todo lo que acontece, también el de victima de su propia inventiva. Y no le son desconocidas las herramientas y recursos típicos del género para hacerlo, sus clichés, aprendiendo a jugar con lo que uno espera en la siguiente escena, con lo que la escuela cinematográfica nos ha educado para prepararnos y reaccionar ante ello y lo moldea a su antojo, ya sea para sorprender o para acomodar al espectador.

EXPERIMENTAL FILM es una sensacional experiencia que nos trae a nuestro país la joven editorial Biblioteca de Carfax, a medio camino entre la novela convencional, el ensayo y la autobiografía. Un libro que trata la superstición no como un cuento para asustar a los niños que no se comen todo lo del plato, sino como parte imprescindible para entender la historia universal. Pero también, y arriesgándome a sonar típico, es una historia sobre encontrarse a uno mismo, una terapia autoinflingida, peligrosa y destructiva que enfoca los temores y nos lo contagia a nosotros mismos.

Gemma Files tiene, en definitiva, una peculiar manera de contar cuentos de fantasmas, bebiendo de multitud de influencias, que duda cabe, pero destinado a convertirse en una de ellas para futuros escritores y escritos. Tiempo al tiempo.

Reseña: INVASIONES de Ismael M. Biurrun

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Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

INVASIONES de Ismael M. Biurrun

Tenemos miedo de lo inesperado. Nos aterra perder el control. Temblamos ante la sola idea de que un cuerpo extraño irrumpa en nuestra casa, en nuestro organismo, en nuestra mente, y transforme el mundo en un lugar desconocido para nosotros.

Ismael Martínez Biurrun, autor de una obra ya consolidada, tan singular como cautivadora, lleva a cabo en esta ocasión un tour de force narrativo y reúne tres novelas cortas, tres segmentos de presente en demolición donde un puñado de seres humanos se atrinchera ante el caos mientras arregla cuentas con sus miedos y sus culpas.

Dos parejas se reúnen para cenar en lo más alto de un rascacielos madrileño, justo la noche en que una plaga de langostas de dimensiones bíblicas se abate sobre la ciudad.

El encargado de mantenimiento de una urbanización turística advierte sucesos insólitos mientras una cadena de seísmos resquebraja la tierra y una sustancia amenaza con emerger de las profundidades.

Una pareja asiste por casualidad al estallido de un meteorito sobre las montañas. Como secuela del impacto, una obsesión se instala en la cabeza del hombre, que se precipita en una espiral sangrienta al dictado de voces inexplicables.

Lo comenté hace poco y de nuevo me reafirmo en mi opinión: disfrutamos especulando sobre como acabará todo. Y no, no me refiero al momento de nuestra muerte, en nuestro lecho rodeado de familiares y seres queridos o de manera inesperada en algún accidente de tráfico a causa de un autobús que no vimos venir. Me refiero al Fin, con efe mayúscula, al gran desenlace, al momento en que se escriba el punto y final de la historia de la humanidad. El jodido apocalipsis para que nos entendamos.
Desde que empezamos a tener uso de razón y somos conscientes de la vulnerabilidad de todo lo que nos rodea y más concretamente, de la vida misma, nos percatamos de que la idea de que nada es para siempre ha anidado en nuestra mente y una nueva cuestión empieza a rondarnos en la cabeza. Ya sabemos el qué... ahora toca imaginar el cómo.

La otra vez creo que en mis pensamientos escritos jugaba con la idea de una especie de odio oculto e indirecto hacia el mundo en que vivimos, como una morbosa necesidad que nos corroe por dentro de ver el planeta saltar en mil pedazos, de acabar de manera definitiva con todos los problemas que ocupan cada aspecto de nuestras vidas, una especie de suicidio global imaginario,... sin embargo creo ahora que la idea no es tan básica, que desde que florece la descabellada idea de ser testigos del fin del mundo, lo que más nos preocupa aparte del cómo va a suceder, es averiguar de qué manera va a repercutir en nosotros cuando sepamos que todo va a acabar. ¿Lucharemos con todas nuestras fuerzas por nuestra supervivencia?, ¿Dejaremos salir al lado más instintivo, irracional y primario de nuestra naturaleza?, ¿O simplemente seremos la paródica imagen del hombre que contempla, recostado en una tumbona sobre el tejado de su hogar y martini en mano, una ola de destrucción que tarde o temprano reclamará su propia vida?

Pero hay otra idea, una suposición que explica esa variedad de reacciones, de finales alternativos y del por qué nuestra imaginación recurre tanto a ello, moldeándolo o asentándolo; No, lo que nos da miedo no es la destrucción del mundo, sino el consecuente fin de nuestra propia existencia, una idea de perdida que abarca nuestros logros y perdidas, victorias y derrotas, algo que va más allá del miedo a la muerte de uno mismo, sino a la desaparición de nuestra memoria, de aquellos testigos que dieran testimonio de nuestros actos, que nos recordaran.

INVASIONES, de mano de la colección El Club Diógenes de la Editorial Valdemar nos trae tres nuevas interpretaciones del comienzo del fin a cargo de Ismael Martinez Biurrun. Y digo nuevas porque el autor pampilonense no es la primera vez que nos trae historias que, de una manera u otra se centran en elementos dentro del terror  o la ciencia ficción que determinan el destino de la humanidad (spoiler: y no suele ser muy positivo). Desde amenazas venidas de los mundos de Lovecraft en INFIERNO NEVADO a paisajes postapocalípticos como los que se retratan en UN MINUTO ANTES DE LA OSCURIDAD, o incluso la atemporal amenaza que protagoniza MUJER ABRAZADA A UN CUERVO. Biurrun ha acostumbrado al lector a ver personajes al límite, protagonistas que ya han contemplado el fondo del abismo que ellos mismos han excavado, y saben que el recuerdo de lo que les ha devuelto la mirada les perseguirá hasta el final... un final que puede no tardar mucho en llegar.

Biurrun nos ofrece tres instantáneas de momentos, lugares y circunstancias distintas pero con un objetivo común: vulnerar nuestra sensación de seguridad hasta el punto de la fractura, crear unos personajes no demasiado distintos a nosotros, algunos rotos por el peso de la experiencia, con secretos inconfesables o una vida gobernada por la rutina del día a día para que, de manera progresiva contaminar su entorno, su hábitat de seguridad y contemplar sus reacciones e interacciones en una situación crítica.
Aunque la verdad es que si echamos un vistazo a las tramas principales de las tres novelas cortas de las que se compone INVASIONES, la primera impresión difícilmente sería sorpresa. ¿Plagas de insectos?, ¿Meteoritos y terremotos que traen algo extraño a nuestro mundo?, ¿Acaso hemos vuelto a la época dorada del cine de ciencia ficción del siglo XX, un eco de la literatura pulp donde cualquier "cómo", "cuándo" y "dónde", es posible?

Pero ahí acaban las similitudes con estas novelillas de a penique y películas de serie B, puesto que al contrario de estas, el autor en esta ocasión deja de lado la necesidad de encontrar un origen, significado y solución a esa fuerza destructiva y lo usa únicamente como trasfondo y excusa para que sus protagonistas muestren su verdadero rostro y descubran por si mismos que las ideas que tenían preconcebidas de cada detalle de su existencia quizá no sean del todo acertadas. Así, una horda de insectos, una oleada de movimientos sísmicos o un evento maravilloso acabado en desastre no son solo una amenaza que asedia y aterroriza a sus víctimas, sino que también ejercen el papel de confidente y animador que ayuda con ese empujón a que Ismael M. Biurrun dibuje unas vidas complejas, llenas de recovecos oscuros  y cajones con cerraduras cuyas llaves se nos irán otorgando en el momento adecuado.
Pánico, euforia, ira, soberbia y el resto de pecados capitales ilustran a veces de manera directa, a veces de modo inesperado, cómo personas reales en un mundo real que no admite héroes afrontan la situación y descubren su limite cuando sus vidas están en juego.

Para esto, la mano del autor es ideal a la hora de reflejarlo en sus historias, manteniendo un estilo y una narración que le desvincula de cualquier vana y superficial comparativa con el famoso escritor nacido en Maine. Biurrun impregna a su prosa de una voz nítida que a veces se muestra bella y otras grotescamente soez, conservando siempre cierta sensación de miedo a lo inesperado. Y no, no me refiero a sustos y sobresaltos o imágenes grotescas, sino a la falta de anticipación de las circunstancias y a unos protagonistas que van volviéndose más y más imprevisibles con el tiempo.

CORONACIÓN es la primera y sin duda más impactante historia de las que componen INVASIONES y en la que se nos narra cómo una aparentemente apacible reunión de parejas como excusa de un reencuentro tras largo tiempo y el trato de varios asuntos de negocios es convertido en un encierro desesperado provocado por una plaga de langostas como nunca se había visto. Un arresto domiciliario autoinflingido del que se ayuda Biurrun para aumentar una tensión entre los personajes ya de por si bastante inestable, convirtiéndose uno para el otro en una amenaza peor que la que les aguarda en la calle.
Aparte del gran nivel de suspense, el relato sabe crear una fuerte sensación de incomodidad en el lector, que se sorprenderá a si mismo mirando por la ventana de reojo, temeroso de que uno de esos pequeños devoradores le devuelva la mirada. Así mismo, muchas escenas parecer tener cierto carácter simbólico, desde esa misteriosa comunión que Eloy mantiene con el primer insecto que hace acto de presencia después de estar a punto de tomar una difícil y determinante decisión al comienzo de la historia, al clímax final donde la vida y la muerte parecen eliminar esa línea que separa la una a la otra, hacen de CORONACIÓN algo más que un sencillo relato sobre supervivencia, rencor y venganza.

Las cosas tampoco van a ser fáciles para la zona vacacional que protagoniza EL COLOR DE LA TIERRA, en especial para Dimas, su jefe de mantenimiento, que es testigo de cómo una serie de terremotos empiezan a abrir numerosas grietas de las que brotan una extraña sustancia de procedencia y efectos totalmente desconocidos.
En apariencia puede parecer un simple cruce entre la clásica historia de catástrofes naturales y el terror surgido de la locura de The Crazies o Crossed,  pero de nuevo la atención es desviada a otro tipo de mensaje más personal, con el que quizá nos sentamos más arraigados porque, a diferencia de los temblores y los peculiares efectos de ese liquido purpura que surge del suelo, encontramos un refugio, un nexo con la realidad en su protagonista, un hombre prisionero de la rutina que huye de lo que no comprende y prefiere encerrarse en su trabajo y su dolor (físico o espiritual), y es este punto de vista del que el autor se vale para trasladarnos a una trama que suma preguntas y esconde respuestas hasta su emocionante desenlace.

No teniendo tanta carga emociona como los anteriores relatos pero sin llegar a aburrir en absoluto, NEBULOSA vuelve a centrar su atención en la amenaza de lo desconocido, y cuando antes mirábamos con temor hacia abajo, ahora lo hacemos hacía arriba... y quizá ni siquiera es donde deberíamos centrar nuestra atención, sino dentro de la mente de Asís, su protagonista que, tras presenciar cómo un evento astrológico casi le cuesta la vida a él y a los que estaban a su alrededor, verá su vida invadida por extrañas sensaciones, emociones e instintos que poco tienen que ver con lo que conoce de su mundo.
A diferencia de los anteriores relatos, este está enfocado como in thriller sobrenatural que no realza la sensación catastrófica de los anteriores, sacrificando de paso ese elemento simbólico y significativo, esa búsqueda del doble sentido, a favor de un apartado más visual, crudo y salvaje. El drama que enriquece INVASIONES deja en este caso espacio para el lado más visceral del terror, a ratos extraño, a veces impactante (sobre todo su desenlace) y no se debe ver sin embargo esta historia como una caída de la calidad o el efecto narrativo, sino como otro modo de enfocar el género que competa con esta trilogía de cuentos la prueba de que una moneda puede tener más de dos caras, de que el terror es más parecido a un dado con infinitas posibilidades.

Con INVASIONES, Ismael M. Biurrun nos devuelve a un mundo donde el terror cabalga entre lo desconocido y lo que creemos normal y cotidiano, donde las luchas más cruentas no se desarrollan dentro de refugios, calles desoladas o guaridas, sino en el interior de la mente de sus protagonistas, volviendo opresivo y hostil cualquier escenario que nos proponga, Historias que no siempre siguen una línea recta, ni siquiera un solo camino o sentido y del lector depende la elección y el resultado final o significado que quiera atribuirle, y en lo que a un servidor incumbe y teniendo en cuenta la mejorable experiencia que me supuso UN MINUTO ANTES DE LA OSCURIDAD en contraste con lo que me marcó su descubrimiento con la maravillosa MUJER ABRAZADA A UN CUERVO, éste titulo supone, no una vuelta a sus orígenes, pero si un recordatorio de que el autor ha sabido crear un estilo propio y siempre satisfactorio.

... Y aunque por estúpida que parezca mi opinión, que lo es pero ¿para qué escribo esto si no es para expresarla?, creo que INVASIONES es un título que habría funcionado mejor, o al menos yo lo habría disfrutado más diseccionándolo en las tres partes que lo componen, en publicaciones en pequeño formato o bolsilibros por separado que tantas editoriales parecen haber resucitado con bastante buenos resultados. Cada historia por larga o corta que sea que escribe Biurrun exige un tiempo para digerirla o meditarla, y que te ofrezcan un nuevo relato inmediatamente de haber acabado el anterior podría perjudicar la opinión que merece cada uno de ellos por separado. Ademas, ¿Por qué homenajear un estilo, una temática, un formato, pudiendo y mereciendo convertirse en él?

Reseña: MASTERS DEL MULTIVERSO de Sergi Escolano.

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Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

MASTERS DEL MULTIVERSO de Sergi Escolano.

Si la Teoría del Multiverso es cierta, existen otros universos en los que los hechos han acontecido de manera diferente al nuestro. Bajo las leyes del Multiverso puede existir, por ejemplo, un universo en el que tu equipo haya ganado más ligas, otro libre de reggaetón, otro en el que tus sueños se cumplen. Y seguro que hay infinidad de universos en los que vas a comprar este libro y te vas a descojonar leyéndolo. ÉSTE UNIVERSO DEBERÍA SER UNO DE ELLOS. Pero todos esos universos, incluido el tuyo, pronto podrían desaparecer a manos del más cruel villano que haya existido jamás. Y la única persona que puede salvarnos es un insignificante muchacho llamado Bonifacio que todavía no sabe que está llamado a ser un héroe: el mayor héroe de toda la Historia.

No es necesario ser un hombre de ciencia para haber escuchado alguna vez el termino multiverso. Es más, seguramente muchos de vosotros habréis visto alguna película o leído algún libro donde los efectos de las distintas versiones de este termino son visibles. Y es que no estamos hablando de una ciencia exacta, y hay tantas teorías y variaciones del tema como universos dicen que existen, pero para el caso que nos ocupa, el multiverso se podría explicar como la respuesta múltiple al "¿Y si...?" tan recurrente en nuestro día a día.

Nuestra rutina esta llena de decisiones. ¿Contrato Netflix o HBO?, ¿Burger King o McDonalds?. ¿Ketchup o Catsup?... cada elección a la que nos enfrentamos implica una divergencia con la que se crean distintos universos basados en las distintas opciones que elegimos, y estos coexisten siguiendo un desarrollo normal pero basado en el camino al que hemos optado.
Pero estas decisiones son sencillas y en apariencia no tendrían por que cambiar el trascurso de la historia universal (solo en apariencia), pero, ¿Y si imaginamos un universo en el que un meteorito pasa de largo rozando la atmósfera de un planeta azul librando así de la extinción a los dinosaurios?.¿O uno en el que la Alemania nazi ganara la Segunda Guerra Mundial?. Os va sonando ya el tema ¿Verdad?. Son muchas las novelas o películas donde, alterando uno o varios aspectos se ha tratado el tema de los universos múltiples más allá de los viajes en el tiempo, un tema que centrado en la ciencia ficción también ha jugueteado con otros géneros, incluyendo la comedia, ¿O nadie recuerda capítulos de lo más representativos en series de animación como Futurama o Rick & Morty?

Una comedia con la que el autor Sergi Escolano parece sentirse cómodo, demostrándolo desde su comienzo en su carrera literaria con novelas como SIN PECADO CONCEBIDO donde Satanás debe hacer frente al duro reto de la paternidad, o ese título tan sugerente como es LOS GAYUMBOS DE PABLO IGLESIAS. Ahora, para esta ocasión el cachondo escritor ha decidido poner en peligro no a todo el universo como suelen hacer todos los villanos, sino a todos los universos posibles y claro, como es costumbre en este tipo de historias, la salvación está en manos del menos adecuado.

Y os aviso que ese "Como de costumbre" lo oiréis muchas veces en vuestra cabeza mientras leéis MASTERS DEL MULTIVERSO, porque para componer esta parodia de ciencia ficción, Sergi se vale de muchísimos tópicos y coñas recicladas de mejor o peor manera. Volvamos por ejemplo al papel protagonista de la aventura, aquel en quien recae toda la responsabilidad de nuestra salvación y de conseguir llevarse al final a la chica, la cual no es que desempeñe el papel de dama en apuros, sino que dependiendo del universo al que viajemos es más puta que las gallinas o una superficial de manual. Bonifacio, Boni para los amigos (traducción de amigo: aquel que se aprovecha de cualquier bien material o favor del que pueda beneficiarse a su costa) es un perdedor. En su trabajo tiene una suela de zapato constantemente sobre su cabeza, su madre le quiere prácticamente por compromiso, su mejor amigo le trata de cómplice más que de compañero, y la chica que le gusta le quiere... pero como amigo. Es decir, tenemos en el papel protagonista al estereotipo de sujeto que es carne de cañón hasta para el caniche de la vecina, un recolector de hostias, imán de desgracias y principal representante y defendido de la suerte, único motivo por el que parece haber sobrevivido a párbulos, y porque es obvio que el talento, la valentía y la oportunidad abandonaron ese barco hace mucho tiempo perdida la esperanza.

Tanto Boni como el resto del elenco de personajes con los que se junta no dejan de ser representaciones paródicas, caricaturas de distintas culturas, tradiciones, costumbres y tribus de España, ofreciéndonos en muchas ocasiones momentos más propios del un cómic de Ibañez que de una novela, y si, incluida la particular habilidad del creador de Mortadelo y Filemón de desviar la atención del lector con pequeños detalles. Esas ratas charlando en la esquina inferior de la portada o el profético avión estampándose contra un rascacielos... cosas similares tienen de vez en cuando su representación en la obra de Sergi, por lo general protagonizadas por "celebridades" o chistes de recurso fácil.
Lo que no es fácil y guarda cierto mérito es el ingenio con el que el escritor moldea a cada uno de sus personajes principales, adaptándolos y dándoles una forma adecuada  para cada universo alternativo al que viajamos, deparando muchas sorpresas que se convierten uno de los mayores alicientes para seguir leyendo.

La trama en cuestión, como no podía ser de otro modo, busca la constante sonrisa, la recurrente risa y la ocasional carcajada, y nada más. Con esto quiero avisar a aquellos lectores de ciencia ficción que parece que viven solo para buscar incongruencias argumentales y fallos en teorías y métodos científicos que vayan controlando sus instintos asesinos y no empiecen a valorar la posibilidad de apuntarse a una terapia en grupo de control de la ira, porque no vale la pena, porque es obvio que el autor no busca un asiento en la mesa redonda del rey Asimov, sino simplemente hacernos pasar un buen rato riéndose de todo y de todos y contagiándonos su risa, así que la pregunta importante sería ¿Lo consigue? Pueeeesss...

Opinar de la comedia aunque parezca lo contrario no es fácil. La risa es uno de los bienes más personales de que disponemos, y a cada uno le puede resultar gracioso algo que para otro puede parecerle incluso desagradable. Mis mejores experiencias con la literatura cómica y fantástica las han firmado autores como Terry Pratchett (Saga Mundodisco), Douglas Adams (La Guía del autostopista galáctico) o Grant Naylor (Enano Rojo) con lo que el minimamente avispado habrá supuesto que soy una víctima del humor inglés, y así es. La obra humorístico-fantástica de nuestro país suele estar representada por una comedia que por lo general recurre a la parodia y a los chistes políticamente incorrectos (temas como el sexo, la variedad escatológica o la televisión y su fauna de famosos pendientes del graduado escolar o de un injerto de cerebro), y MASTERS DEL MULTIVERSO, pese a la variedad de tipos de humor de todas formas y colores de los que suele hacer uso no se libra de ésta práctica (que no digo que esté mal, simplemente que no es mi tipo de comedia predilecta), y mientras que alguna carcajada es sincera, otras resultan forzadas, casi por compromiso,como si el autor estuviera vigilándome, asegurándose de que ha hecho bien su trabajo...

... Y en general si, si no fuera por el uso de un recurso que termina convirtiéndose en el peor enemigo de la comedia escrita actual... el humor con fecha de caducidad.
Vivimos en un país de chiste, eso es algo que a nadie se le escapa, pero hasta el punto de que debemos buscar motivos para reírnos de los temas de actualidad por no llorar. Y no es difícil reírse de uno de los temas de moda en un monólogo o en una viñeta de Internet, pero cuando veo que se recurre a temas tan desgastados como la evidentemente innecesaria existencia de parásitos como Belén Esteban y el circo mediático de Telecinco, la supuesta inmortalidad de Jordi Hurtado o la mala suerte de Carlos Sainz con sus coches, lo que pienso es "¿Qué ocurrirá dentro de diez años cuando nadie se acuerde (eso espero) de estos personajes?. ¿Habrá que empezar a poner mensajes tipo: "queme este libro pasado cinco años de su publicación, total, los nuevos lectores no van a pillar ni la mitad de los chistes".
A veces he pensado en si la única manera para que la literatura de género evite usar este humor caducado sería ambientar sus historias en mundos ficticios, pero os juro que he visto a escritores con los santos cojones de crear representaciones de celebridades de actualidad convertidos en personajes de distintas razas en mundos de fantasía épica... ¿En serio es tan difícil evitar el humor heredado de "Aquí no hay quien viva"? E insisto, me he reído mucho con esta novela, pero cada vez que el tema derivaba a conversaciones de peluquería era como si alguien me sacara a patadas del contexto.

Pero no está todo perdido con MASTERS DEL MULTIVERSO. Sergi Escolano sabe entretener y crear historias ágiles que se leen enseguida. Sus capítulos, los viajes a los distintos presentes alternativos mantienen viva la curiosidad del lector. ¿Qué papel desempeñará Boni esta vez?, ¿Y Carla, su eterna amada?, ¿Y el Jonathan, el cani con constante antojo de abrillantar sus nudillos en la cara de cualquiera?. Es la morbosa curiosidad de saber por donde le van a caer los golpes al héroe lo que anima a seguir leyendo. Bueno..., eso y conocer la nueva y absurda divergencia y cómo ha afectado eso a la historia.
También admito que a esta novela no le falta atractivo, y si la promesa a la que se agarra la obra es únicamente la de ofrecer una lectura rápida, ligera y entretenida, pues mire usted, lo cumple con creces. No es el tipo de humor, insisto de nuevo, que espero para considerar a un libro un referente de la literatura de género escrita en nuestro país (intento hacer memoria y creo que ninguna obra dirigida a la comedia y centrada en ciencia ficción, fantasía o terror lo ha conseguido aún, para mi gusto), pero también se que los seguidores del humor absurdo y oportunista, lectores de publicaciones sátiras como El Jueves o fans de la ciencia ficción trasladada a la animación más gamberra pueden encontrar en las aventuras de Bonifacio una alternativa muy a tener en cuenta.
Y no me olvido de mencionar las muchas referencias, guiños y homenajes mucho más trabajados e interesantes que el requemado "Andreita cómete el pollo", y es que hasta Bradbury o los Monty Python aportan su granito de arena en este trabajo, algo bastante agradecido.

Insisto (y van...) MASTERS DEL MULTIVERSO es un buen libro y muy divertido, con sketches que mezclan originalidad y nostalgia, pero que se ve perjudicado por otros chistes condenados al olvido o al aburrimiento del desgaste y repetición. Una aventura que es fácil imaginar en viñetas, un formato posiblemente más adecuado en algunas ocasiones, me atrevería a decir. Cargado de buenas ideas, fácil de entender incluso para los que no han leído nada de ciencia ficción, y joder, que esto es España, no puede faltar la dura crítica social, y Sergi parece que tiene para todos.

Postdata: Además, aparte de la historia propiamente dicha, los que esperaban un mundo más expandido en la trama de MASTERS DEL MULTIVERSO, nuevos viajes y aprovechamiento de las infinitas posibilidades que dan un tema como este, Sergi Escolano les regala una colección de escenas eliminadas, tomas faltas y respuestas a incógnitas que quedan sin resolver durante este loco viaje. Parece ser que este escritor aprovecha hasta los borradores que tira a la papelera...

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